LOS SEFARDÍES DE TEMUCO

Historia de la consolidación de una comunidad sefardí de judíos otomanos en la ciudad chilena de Temuco.


 Al sur de Chile, en la región de la Auraucanía, están las provincias de Malleco y de Cautín. Esta última tiene como capital la ciudad de Temuco, fundada en 1881 con el establecimiento de un fuerte constantemente asediado por los indios mapuches. Para 1888 se fundó el ayuntamiento de lo que sería la ciudad. 10.000 habitantes en 1893.

INterior de la sinagoga del Cal (Kahal) de Aragón, en Monastir.

Por ese entonces, muy lejos de allí, en el norte de la Península Balcánica, el Imperio Otomano, consciente de su paulatina decadencia, ultima las reformas llamadas Tanzimat. En ese marco, crea el vilayato de la Provincia de Monastir, que comprende parte de Albania, Macedonia del Norte, y parte de la Macedonia de Grecia. Este amplio territorio, subdividio en sanjatos, como el de la propia ciudad de Monastir. Allí se asentó  en el S XVI una predominante comunidad de sefardíes refugiados en el Imperio Otomano. Pero en 1863 un incendio acabó con el barrio judío, llevándose por delante muchas de las casas de madera, sinagogas, archivos. Sir Moshe Montefiore, desde Londres, ayudó a su reconstrucción y los judíos de Monastir, ayudados por la línea ferroviaria con Salónica, conocieron la cultura occidental, el laicismo y el francés. Sin embargo, en 1903 surgieron problemas políticos de gran impacto: los macedonios se rebelan contra los otomanos y la violencia desangra la actividad económica;  muchos «monastirlis» se ven abocados a emigrar. Los que se quedan verán la Primera Guerra Mundial y el desmantelamiento del Imperio Otomano; y sus hijos, dentro de la confederación llamada Yugoslavia,  los campos de concentración nazis.

Uno de los destinos de los migrantes de Monastir -así como de los de Esmirna-  fue América del Sur. Muy del Sur. A Temuco, con el tren, llegaron franceses, alemanes, suizos y hasta boers de Sudáfrica. Había bancos, siete periódicos, casinos. Y una boutique para caballeros -Tienda Surtida de Ignacio Lataste-  donde los señores compran sombreros al gusto europeo a la vez que granos y frutas.  En 1900 deciden hacer trajes a medida y contratan a un sastre de Santiago que se llamaba Alberto Levy, nacido en Monastir y recién llegado a Chile tras dar unos cuantos tumbos por Argentina. Será el judío que haga los patrones de la comunidad sefardí de Temuco. Quien corte y teja la jupá bajo la cual algunos descendientes de los hispano-hebreos refugiados  en la Penínusla Balcánica se van a casar con la regíón de la Auraucanía.

Alberto, que era un gran trabajador, pronto ahorró lo suficiente como para poder independizarse y escribir a sus familiares en Monastir, contándoles  con gran y juvenil entusiasmo lo bien que le trataba la vida en aquel lugar lejano. Tal es así que,  en 1907,  llega a Temuco su hermano, Daniel. Pero no llega solo: con él vienem otros monastirils. Moises Chame, Alfonso Israel  y los hermanos Matías y Salomon Albalá. Los cuatro flancos que sostienen la jupá sefardí de Temuco.

Algunos años más tarde, en 1910, el efecto llamada vía epistolar lleva hasta Temuco a los gemelos Samuel y Salvador Cazorla (que se hacen llamar Cassorla) , los cuales traen consigo a su hermana Sol por fuerza mayor: es la esposa de Alfonso Israel. Samuel Cazorla, por su parte, se casa con Reina Levy, que ahora se llama Regina, prima de Alberto. Salvador se casó con Tamar Albalá cuando los gemelos se trajeron a toda la parentela balcánica. El matrimonio de los de Monastir con Temuco pronto tendrá hijos nacidos de esas alianzas matrimoniales entre sefardíes.

Luisa L. de Albalá el día de su boda

Daniel se casó con Bulisa, que murió en 1902, pero le dio a su marido cinco criaturas. Una de ellas fue Luisa, que se casó con Salomon Albalá. Tuvieron una gran prole: Zoila Ruth Albala Levy, Eliana Baytelman (esto es, había matrimonios mixtos) y un varón: Victor Jaime Albala Levy.

A estas primeras familias, también por efecto llamada, se unieron los Arueste,  Hasson, Ergas, Camhi, Nahmias y Testa. Jacobo Arueste llegó en 1912, a la edad de 11 años, para reunirse con sus padres, que habían llegado a Temuco años antes. También llegó un medio hermano de los Albalá, Abraham Albala Massot. Y José Testa, con su esposa, Sarah Arueste.

Estas familias estaban no sólo unidas por razón de parentesco y matrimonio, sino también porque se repartieron laboralmente en dos puntos concretos:  las tiendas de «La Fama» (los Albalá y los Israel)  y «La Confianza» (Arueste, Testa, Camhi, Levy, Mois) Los Cassorla fueron por su cuenta y abrieron «La Maison de Lux».

El 5 de Agosto de 1916 la emergente comunidad fundó su sede social, llamada “Centro Macedónico de Temuco”,  luego llamado “Centro Macedónico-Israelita”, dirigido por una junta formada por Matias Albala, Alfonso Israel, Isaac Nahmias, Maurice Israel, Jaime Levy, Isaac Chame y Salomon Albalá. Al año siguiente se adquiere un inmueble en el que consagrarán su sinagoga, que tiene el honor de tener el título de ser la más antigua sinagoga en funcionamiento en Chile. Los primeros Sifrei Torá llegan directamente desde Monastir cuando emigra en 1933 Moisés Levy y su esposa Palomba.

Además de la sionagoga, la comunidad fue estableciendo todas las instituciones propias del mundo judío -cementerio incluido- pero una cosa se ha resistido: la creación de  un colegio judío, un Talmud Torá.  Quizás se deba a que, desde los años ´30,  hubo un pequeño éxodo de familias de Temuco a Santiago para que sus hijos puedan ir a la universidad en la capital del país. Para los años ´70 ya sólo quedaban en Temuco 35 familias judías y la mayoría son de origen askenazí.

Bibliografía:

«Temuco.Génesis de una comunidad» , Moisés Hassón Camhi, Revista Maguén, Venezuela

 “Apuntes Históricos sobre la colectividad Israelita de Temuco”,  Robert Levy