MISHKENOT SHANAANÍM

Historia del primer vecindario extramuros de Jerusalén


 

A mediados del S XIX, entre 1854 y 1857, van a ocurrir dos hechos históricos que, a pesar de suceder a miles y miles de kms. entre sí, van a acabar convergiendo en el punto clave de Jerusalén.

Y. Touro
Touro

Por un lado, tenemos una historia de amor contrariado en Nueva Orleans, Luisiana: el riquísimo multimillonario judío sefardí D. Yehudá Touro acaba de fallecer sin tener herederos y deja su fortuna al amor de su vida, su prima, de la que se ha enamorado en su juventud, pero de la que apartan para siempre. EL le dejó todo sin saber que ella había muerto días antes que él. Ese dinero será destinado a la beneficencia y la filantropía; y en parte, el albacea de Touro viajará a Londres y va a poner en manos de sir Moshe Montefiore una cantidad de dinero importante para que pueda seguir facilitando la vida de los judíos en diferentes partes del mundo.

  Por otro lado, el Imperio Otomano, ante la presión de las potencias internacionales, se encuentra en medio de la Tanzimat (regulación, en turco), un proceso de modernización general de las estructuras imperiales que no van a mantener el imperio en pie, pues faltan pocos años para su desmantelamiento. En este marco político-económico, en 1857 se crea la ley por la cual un extranjero puede comprar suelo del imperio de la Sublime Puerta.

  Pues bien:   El albacea de mr. Touro, alav ha´shaóm, viajó a Londres para entrevistarse con sir Montefiore y comunicarle que va a ser depositario de una importante cantidad de dinero para sufragar mejoras en las juderías de todo el mundo. Montefiore le enseñó los planos que se habían diseñado par construir en Jerusalén -azotada por las epidemias de cólera y enfermedades derivadas del hacinamiento. Seguidamente se enviaron 1200 libras a las cuatro ciudades santas de Eretz Israel. Pero a mediados de agosto de aquel mismo año sir Montefiore se encuentra con que el albacea se resiste a presentarse ante el cónsul estado-unidense en Londres, es decir, se negaba a firmar el acuerdo sobre la fortuna de Touro.

  A finales de mes, no obstante, Sir Moses fue a  visitar a lord Clarendon para informarle de que, dadas las novedades de la Tanzimat,  deseaba  obtener un firmán del sultán otomano  para comprar  en Eretz Israel, al gobernador de Jerusalén, al gobernador otomano de Jerusalén –Ahmad Agha Duzdar- un solar de 18.000 m² en una colina frente a las murallas occidentales de la Ciudad Vieja y  sobre la vaguada llamada Brejat Ha´Sultan, la Piscina del Sultán.  También solicitaba permiso también para construir un hospital en Jerusalén con una sinagoga adjunta. Su Señoría dijo que había escrito a Lord Stratford de Redcliffe, pero que había grandes dificultades con respecto a la tierra; en cuanto al hospital, había oído que hacía tan sólo un mes que se había abierto uno para los judíos: «Hospital Rothschild». Sir Moses informó a su señoría del legado de Juda Touro y recibió la promesa de que se le ayudaría en su buen trabajo siempre que fuera necesario.

A finales de Abril, los Montefiore partieron de Inglaterra hacia París (donde se entrevistaron con Napoleón.)Y el quince de mayo -con la benevolencia de la primavera para aquellos tortuosos viajes, que esta vez era vía Praga y Constnatinopla- partieron hacia Jerusalén con las 5.028 libras esterlinas del legado de Juda Touro , más otras 3.000 de la recaudación de donaciones varias de todas las comunidades sefardíes de Inglaterra. El 28 de junio, Montefiore fue recibido por el secretario del sultán para fumar en el palacio de Constantinopla una narguila hecha de diamantes con boquilla de oro;  seguidamente, tras veinte minutos de caminata por palacio, llegaron a la sala del trono. En el más puro estilo diplomático, el gobernador otomano en Jerusalén manifestó estar muy alegre porque alguien se tomara el trabajo de mejorar la vida de sus súbditos. Luego, la delegación inglesa fue recibida por los embajadores de Inglaterra, que querían invitarles a cenar, pero los Montefiore declinaron amablemente la invitación pues estaba a punto de empezar el Shabat. Y regresaron a su aposentos en casa de la familia judía de los Camondo, cuya mansión hoy es sede del ministerio de la marina turca.

El 18 de julio llegaron a las afueras de  Jerusalén. Mientras pararon la comitiva para para rezar, fueron recibidos por miles de personas que los aclamaban. Kiamil Pasha, gobernador de Jerusalén, envió una escolta de jinetes. El Jajám Bashi, al frente de su corte rabínica, seguido de representantes de todas las congregaciones, directores de escuela y miembros destacados de la sociedad, participaron también de este comité de recepción, mientras el pueblo disparaba al aire a forma de salvas. Luego, montaron las tiendas junto a las murallas. Y tras un par de días de entrega de cartas y lectura pública del firmán otomano, se enfrentaron al reto de ayunar  y rezar para 9 av bajo la canícula de Jerusalén. Montefiore, así lo reflejan sus diarios, estaba profundamente conmovido e incluso consternado ante la tremebunda situación de Jerusalén

Ahmed Agha Dizdar, gobernador de Jerusalén durante el sulatanato de Mohhammad Ali, y que desde el año 1839 había mantenido relaciones amistosas con Sir Moses, era el propietario de la tierra en cuestión. Sir Moses le planteó el tema de la compra y la respuesta fue: «Tú eres mi amigo, mi hermano, la niña de mis ojos, toma posesión de ella de inmediato. Esta tierra la tengo como una reliquia de mis antepasados. Yo No se lo vendería a nadie por miles de libras, pero a ti te lo doy sin dinero: es tuyo, tómatelo «. ¿El precio? Mil libras esterlinas. Se pagó ante un gran comité de testigos que levantaron acta del evento. El primer judío inglés en comprar tierra en Eretz Israel.

Fue así como se compró el solar donde se construiría, extramuros, el edificio residencial de Mishkenot Shanaaním: el primer vecindario fuera de las murallas de Jerusalén. El nombre se eligió en recuerdo de  versículo 32 del Libro de Isaías,

17 La obra de la justicia será paz, y el servicio de la justicia, tranquilidad y confianza para siempre. 18 Entonces habitará mi pueblo en albergue de paz, en mansiones seguras y en moradas de reposo; 19 aunque caiga granizo cuando el bosque caiga, y la ciudad sea derribada por completo.…

Pero los jerosolomitanos, acostumbrados desde siglos a dormir tras la protección de las murallas, con sus puertas trancadas a la hora del atardecer hasta la del amanecer, conscientes de que por los Montes de Judea campaban a sus anchas bandoleros beduinos que saqueaban, atracaban y eventualmente asesinaban, no estaban por la labor de vivir en aquella novedad extramuros. De hecho, el dinero remanente se usó en ofrecerlo a los judíos para incentivar la mudanza a aquellas viviendas que, en comparación con las que había intramuros eran de lujo. Además, les prometía que cuando regresara a Londres haría las gestiones necesarias para construir un molino de harina para que los habitantes de Mishkenot tuvieran faena y vendieran pan a bajo precio. No sólo construyeron el molino -el emblemático molino que vemos hoy- sino que alrededor de Mishkenot se fue construyendo el barrio de Yemín Moshé, muy perjudicado por los bombardeos de Jordania en 1948, y cuya destrucción llevó a la ruina a muchas familias judías de Jerusalén porque no pudieron hacer frente a los intereses de los créditos que pidieron para comprar nuevas viviendas…

Antes de abandonar Jerusalén, Montefiore tuvo otra misión que cumplir:  pedir al pachá que desmantelara del centro de la ciudad el matadero público, foco de infecciones por  los deshechos. Se atendió su petición y se trasladó fuera de las murallas. es el origen de las casa de los Meyujás.

Hoy, Mishkenot, es un centro cultural muy activo, sobre todo desde el punto de vista de la literatura y la pintura, además de un hotel boutique y un instituto de musicología.

Aquí una foto del lugar en el desastre de la violencia de Jordania contra Jerusalén