MOISES BENSHABAT AMZALAK

Apunte biográfico del controvertido presidente de la comunidad judía de Lisboa durante una cuantas décadas.


 Estamos muy acostumbrados a personajes de la historia del sefardismo que llegaron a Marruecos desde Portugal, pero sin embargo no nos es tan habitual conocer a personajes significativos que hicieran el camino inverso. Es el caso de la familia de Moisés Benshabat Amzalak, nacido en Lisboa en 1892 (reinando Carlos I).

 Era hijo de Leo (Yehudá) ben Oliel Amzalak y su esposa, Estela (de soltera, Abecasis Benshabat, que también fueron padres de una niña llamada Esther.)  La familia, vía paterna, descendía de rabí Isaac Amzalak, nacido en Marruecos en 1750. Casado con Gracia Jana Levy, de Trieste, en 1767 ya les nació un hijo en Portugal, llamado Moshé, padre de cinco hijos. Uno de ellos, Leo, parnás de la sinagoga lisboeta,  fue padre de Moshé Aburdaham, que el 4 de octubre de 1892, fue el padre de nuestro Moisés Benshabat Amzalak. Ese mismo año el gobierno portugués reconoce oficialmente la existencia de la comunidad judía de Lisboa.

Shaar Ha´Tikvá, la sinagoga lisboeta, de 1904.

 Sus estudios superiores le llevaron por el campo de la economía, disciplina en la que se doctoró en 1921 y por los que accedió a obtener la cátedra de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Politécnica de Lisboa, de la que llegó a ser su decano, y en 1956, rector de la misma universidad. Es el responsable de muchas leyes financieras de Portugal y, en tanto que autor de muchas obras y artículos, posiblemente el mayor economista del S XX portugués-. También fue profesor invitado de universidades de tanto prestigio como la de Oxford o la Hebrea de Jerusalén, y doctor honoris causa de doce universidades por todo el mundo.

Moses B. Amzalak, Orovida Sequerra Amzalak, Helena Amzalak Levy y Abrahão Levy.

 Además de docente, marido de una descendiente de anusím, fue el presidente de la comunidad judía de Lisboa desde 1926 hasta 1978. Y de forma paralela, editor jefe del diario «O Seculo», órgano del neoliberalismo político de Portugal. Su línea editorial era, así pues, contraria a la expansión del comunismo. En el marco de esa actitud política, el 18 de febrero de 1935 -dos años después de que Hitler se hiciera con el poder en Alemania- el periódico O Seculo publicó un suplemento alabando las virtudes del nazional-socialismo alemán como erradicador de los comunistas. El embajador de Alemania en Portugal le condecoró por ello. No obstante, tardó poco tiempo en darse cuenta de cuáles eran las verdaderas intenciones del nazismo y cuando estalló la Segunda Guerra Mundial aprovechó su cercanía con el presidente del país, Salazar, para convencerlo de la necesidad de ayudar a los judíos a huir de la barbarie. Fue así como muchos salvaron sus vidas cruzando España, ayudados por ejemplo por la gallega LOLA TOUZA,

 Fue desde su juventud ferviente sionista y gran partidario del Estado de Israel desde su re-fundación en 1948. De hecho, hasta tradujo al portugués la obra de Herzl. También editó la primera revista judía de Portugal, Revista de Estudos Hebraicos, donde publicó infinidad de artículos sobre historia del pueblo judío, en especial sobre los hispano-hebreos medievales y también sobre los sefarditas y los anusím.

 Hombre cultísimo, que hablaba seis lenguas, escribió muchísimo sobre literatura española, hebrea, francesa, incluso sobre música, que era también uno de sus temas favoritos.

Falleció el 8 de junio de 1978, a los 86 años de edad. Alav Ha´Shalóm. En Lisboa se dio su nombre a una calle y se le rindieron múltiples homenajes. Fue enterrado, por voluntad propia, en un lugar abandonado del cementerio judío, donde se entierran los suicidas y los que no tienen identidad, para así estar con su esposa, a quien en el momento de fallecer la Jebrá Kadishá de Lisboa rehusó enterrar en el cemenerio judío.  Al final aceptaron enterrarla en aquella zona.

 Pero la cosa no quedó ahí: En 2007, el historiador António Louçã, en colaboración con Isabelle Paccaud, publicó un libro, «O Segredo da Rua D’O Século»,  en donde se trata sobre las conexiones y el apoyo de Amzalak al régimen nazi. Esther Mucznik, conocida periodista y escritora, una de las líderes de la comunidad lisboeta, defendió la reputación de Amzalak. Mucznik consideró que la aceptación de la medalla por parte de M. Amzalak constituye, sin duda,  una «mancha indeleble», pero destacó el notable trabajo realizado por Amzalak durante la guerra a favor de los judíos y también que las acciones de Amzalak de 1935 a 1937 no pueden evaluarse adecuadamente a la luz de lo que sucedió después y lo que sabemos hoy sobre el Holocausto.