
Nota biográfica en recuerdo del injusto olvido de un rabino andariego y sabio por el cual el mundo conoció tribus de judíos bereberes ocultas en las profundidades del Sahara.
Al sur de Marruecos, y cerca de la frontera con Argelia, en la región de Sousse, hay un gran oasis salpicado de aldeas que formaron la población de Akka, que significa en dialecto bereber, «palmera». Y allí hubo antaño, como en otras localidades de la región, una importante comunidad judía dedicada, sobre todo, a la orfebrería y a su comercio. De los dátiles de la palmera producían el orujo de dátiles, majia. Y también el mundo intelectual: en 1598, Rabbi Moïse ben Mimun Elbaz terminó allí su obra kabalística ·Hejal Ha´Kodesh»
En esta plaza nació Mordechée Abisror , o r Mordejai Abi Serur, hijo de un orfebre que a los tres años le mandó a donde el rabino para que aprendiera a leer y a escribir. Se reveló que el niño tenía unas grandes aptitudes para el estudio. Y también por la independencia: a los nueves años, solo y sin dinero, se fue hasta Marraquesh para observar de cerca lo que había oído sobre su gran actividad judía. En 1839 le enviaron a Jerusalén, pasando por Gibraltar, Esmirna, Salónica, etc. Tras cuatro años de estudio en Jerusalén fue ordenado rabino y marchó a ejercer el rabinato en Arám Tsobá, donde ahorró el dinero suficiente para pagar el viaje de vuelta a su casa en Marruecos a través de las rutas de caravanas de Egipto y Libia. Fue parando de judería en judería y por algún tiempo fue rabino en Orán.
Luego fue a Tamantit (actual sur-este de Argelia) y llegó a la antigua capital judía de Touat. Allí estableció contactos comerciales con Salomon Ohayon, un comerciante de Mogador, así como con caravanistas que partieron en ese momento de Marrakech a Sudán, vía Akka, su patria chica , a la cual retornó en 1858…Su padre se había sumido en la pobreza y r Avi Serur se convirtió en el sostén de la familia porque las joyas y los plateros de la familia ya no eran de interés comercial para la época.
Luego se aventuró a un arriesgado viaje con su hermano Yitsjak por el Africa sub-sahariana. Su llegada como judío a Tombuctú fue un escándalo público a los ojos de los comerciantes moros, los eruditos y la población. Fue recibido por el soberano Ahmadou Ahmadou y de él logró que le concediera, así como a cualquier judío o cristiano que lo solicitara, la autorización para residir y comerciar en Tombuctú a cambio del pago de un impuesto. .
Fue así como dio cuenta de la existencia de la tribu judía nómada de los Dagatoun en el oasis de Touat, en medio del Sahara argelino, sometidos a los tuaregs del norte de Tumbuctú, que los consideraban inferiores por judíos y no se casaban con ellos jamás. Estos judíos del Sahara remontaban su origen al S VII dec, cuando huyeron de la opresión de los visigodos -los opresores pueblos germanos- en la Península Ibérica. El rabino francés Isidore Loeb recibió todos los escritos de Serur a finales del S XIX y loos tradujo del hebreo original -así consta en acta de l´Alliance Israelite Universelle, publicándolo en el diario estadounidense «The Jewish Mesenger» en 1881. Fue tal el éxito que luego apareció una edición a cargo de Ch. Maréchal. Se puede leer aquí
En 1863, tras haber hecho una considerable fortuna , regresó a Marruecos con idea de ver a sus parientes y entregarle todo a su padre: polvo de oro, plumas de avestruz, marfil. Luego hizo más incursiones a Tumbuctú, hasta que toda su hacienda fue confiscada e incluso en el camino de vuelta fue asaltado, pero consiguiendo escapar de la muerte.

Poco después, en 1883, su fama de valiente rabino explorador llegó a oídos de un militar francés que quería internarse en la Argelia profunda, Charles de Foucauld. El 10 mar. 1883, disfrazado de judío, bajo el nombre de Yosef Aleman, y en compañía del rabino Mardoqueo Abi Serur, viajaron de Tánger a Tetuán y de allí a Chauen, pasando por Alcazarquivir, Fez y Taza, llegando a Mequinez el 23 de agosto. Tras pasar el Atlas, se adentraron en el Sahara marroquí, que Serur, su guía , conocía perfectamente. E 18 de noviembre llegar a Tatta, punto más meridional alcanzado en su viaje, y de alli a Mogador, ciudad en la que permanecieron desde el 28 de enero hasta el 14 marzo de 1884; tras recibir más fondos de París, atravesaron de nuevo el Atlas y, finalmente, el día 23 de mayo penetraron en tierra argelina dando con ello fin a un viaje de once meses de duración y casi 3.000 Km. de un recorrido plagado de peligros y penalidades. Los resultados científicos obtenidos del periplo sucitaron gran interés en París y lla La Sociedad Geográfica de París lo publicó en su boletín. Luego, el francés tuvo una crisis religiosa y comenzó una actividad misionera en el Sahara, hasta que en 1916 fue asesinado.
Avi Serour falleció, z´´l, poco después de este gran viaje, en 1886.
En 2011, el escritor Kebir Mustapha Ammi escribió una novela titulada Mordechai, íntegramente escrita en primera persona y presentada como voluntad del rabino marroquí, pero que es un despropósito de fabulaciones contextualizadas en entornos reales.
