R. DAVID SAÚL SETAHÓN

Apunte biográfico del dayán de Alepo y el rabino principal de la comunidad siria en Buenos Aires hasta 193o.


Arám Tsobá, el lugar más emblemático de la judería siria, a mediados del s XIX: una década después del libelo de sangre de Damasco, que cambió toda la existencia de los judíos de toda Siria. El rabino David Setahon acaba de ser padre. Acaba de nacer David Saúl. Pero el padre dejará huérfano al niño muy pronto y será criado por un tío, rabí Moshé Setahón , autor de Kehilat Moshé, a quien educa tan apropiadamente que a la edad de 26 años, 1877, entra a formar parte del rabinato de Arám Tsobá. Tres años después fue designado rabino de la localidad de Antep, Turquía, donde la Península de Anatolia hace frontera con Siria ( y de donde proviene el apellido judío Antebi)

Los judíos sirios a mediados del S XIX se vieron obligados a emigrar, pues la creación del Canal de Suez, para que los británicos llegaran antes a sus colonias en la India, acabó con las tradicionales rutas comerciales de Oriente Medio y los judíos sirios, básicamente financieros y comerciantes, vieron muy mermada su actividad laboral, por no decir ya nada del punto de inflexión total que supuso lo del libelo de sangre de Damasco, que llegó a tener alcance internacional.

Uno de los primeros lugares a donde emigraron fue el Líbano y, por supuesto, Eretz ISrael. De Oriente Medio pasaron a Manchester , U.K.,  donde se especializan en la industria textil, origen de toda la riqueza de las comunidades sirias de Brasil, México y Argentina, con familias como los  Btesch, Parede,  Chami, Teubal. Estos últimos, los hermanos Teubal, fueron unos pioneros de la industria textil en Argentina, trayendo  técnicos ingleses para asegurar la calidad de la producción argentina. Nissim Teubal iba hasta Patagonia para comprar la lana directamente a los ganaderos. En torno a ellos, numerosos talleres textiles se crearon, y se dispersaron por todo el territorio argentino, creando algunos almacenes y tiendas de ropa, como Chemea y Tawil tanto en el Once como en Barracas. En el primer barrio se asentaron los alepinos y en el segundo los damasquinos.

Or Torá, la sinagoga sefardí de Buenos Aires

Rabí David llegó a Buenos Aires de casualidad. Tras pasar una década en Turquía,   regresó a Arám Tsobá para fundar una yeshivá en su ciudad natal. En 1912 hizo un viaje a Buenos Aires, donde habían emigrado sus hijos -el canal de Suez y el libelo habían hecho mucho daño a la vida económica judía en Siria. Y entonces se le propuso ser el rabino principal de la comunidad judía de los sirios porteños, tanto alepinos como damasquinos. Y aceptó. Se hizo cargo no sólo de las necesidades litúrgicas y espirituales, sino también del ritual de matarife kasher y , por si fuera poco, fundando algunas instituciones, como Ahavat Tsedek y la Jebrá Kadishá (funeraria) que llamaron Jesed ve´Emet, Caridad y Verdad.

Pronto fue conocido como un rabino involucrado en aplicar una gran observancia de la ortodoxia , modificando algunas ordenanzas para que la comunidad pudiera realizar conversiones y circuncisiones o a esposos de matrimonios mixtos. Junto a Abraham Pardés, Yosef Zahed y Meir Mitzri, en 1920 formó parte del consejo que levantaría el Talmud Torá «Sod ve´Dat».

También consiguió de las autoridades argentinas que los niños que estudiaban en escuelas profanas quedaran eximidos de asistir a clase en Shabat.

Falleció, alav ha´shalóm el 15 de junio de 1930.

Una de sus más famosas obras es Dvar Shaul, Cosas de Saul, una antología de responsa sobre el Shulján aruj,  que tuvo tanto éxito como para tener varias ediciones en distintas épocas, la última de ellas en 1990 en Jerusalén.