Nota biográfica del último gran rabino del Imperio Otomano y de quien vio desaparecer la judería de Egipto por efecto del antisemitismo tras la re-fundación del Estado de Israel.
R. Jaím Nahúm Efendi fue a nacer en 1873 en Manisa -la ciudad de las uvas pasas, la antigua Magnesia- en la costa egea de la península de Anatolia, a pocos kms de Esmirna. No obstante, creció y se formó en Tiberias desde 1881,pues sus padres consideraron que, dada la tradición académica de esta santa ciudad, sería más conveniente que estudiara allí. Una vez terminados los estudios, en 1886, pasó a Esmirna, para estudiar la secundaria en l´Alliance Universelle; luego se mudó a Constantinopla, donde cursa Historia del Mundo Islámico y Diplomacia. Entonces recibe una beca de l´Alliance para trasladarse a París a estudiar en el Seminario Rabínico y allí recibe la smijá (la ordenación rabínica) en 1897. Además le quedó tiempo para sacarse otra licenciatura en lenguas semíticas por la Universidad de La Sorbonne.
Con este expediente y apenas 24 años de edad regresó a Constantinopla para dar clases en l´Alliance y ejercer como ayudante de la yeshivá de Abraham Danón, así como conferenciante en la Academia MIlitar Otomana, donde conoció al relevantes miembros del partido político de los Jóvenes Turcos, a punto de ascender al poder en 1909. Ese año fue elegido jajám bashi, la máxima autoridad rabinica de la judería otomana y primado hebreo del ya agonizante Imperio Otomano ante las naciones. En ese marco recibe el título honorífico de «efendi», literalmente «señor» , que se agrega a su nombre.
R. Najún sería el último rabino del Imperio Otomano -desintegrado como entidad política tras la Primera Guerra Mundial. No obstante representó a Turquía en la cumbre de Lausana y de manera no oficial en otra que se celebró en Washington.
El 25 de enero de 1925, tras ser invitado por la comunidad judía de Egipto, comienza a servir como Rabino Principal de la comunidad. Más tarde fue nombrado miembro del Consejo Legislativo de Egipto y fue, además, uno de los fundadores de la Academia de la Lengua Árabe en El Cairo, que él conocía de forma académica tras sus estudios de lingüística en París. Paralelamente a su tarea filológica se fue convirtiendo en un erudito prolífico; entre sus grandes obras se cuenta la traducción al francés de todos los firmán ( decretos otomanos) que fueron enviados a Egipto desde 1517 hasta finales del siglo XIX. Otro libro suyo, publicado en 1909, trata sobre la judería babilónica entre los siglos III y VIII, de gran valor académico, y otro libro en 1912 sobre la literatura judeo-karaíta en el Imperio Otomano. Su investigación sobre la comunidad judía en Egipto es de particular importancia. En 1944, ayudó a establecer la Sociedad para el Estudio de la Historia de los Judíos Egipcios (Société d’Etudes Historiques Juives d’Egypte).
Además también participó en asuntos internacionales, ayudando a crear conexiones entre varias comunidades judías de todo el mundo. Visitó Etiopía -de donde su libro al respecto- y ayudó a varios judíos etíopes para que estudiaran en Egipto. También, hasta la conquista de Rodas por la Alemania nazi, fue un gran defensor de la yeshiva española en la isla, enviando a muchos estudiantes a estudiar allí.
Había tanto que hacer que pidió ayuda, y le enviaron al r. Ovadia Yosef.
Tras la Guerra de Independencia de Israel, las autoridades egipcias con frecuencia acosaron a los judíos de Egipto, bien arrestándoles e interrogándoles por «actividad sionista», bien confiscando sus negocios, congelando sus cuentas bancarias y cesando las visas de salida del país. El rabino Najun Effendi intentó mejorar la vida de su comunidad hasta el inaudito extremo de aceptar la demanda del gobierno egipcio para emitir una débil declaración que condenaba al sionismo, pues pensaba que eso beneficiaría la estrechez de los judíos egipcios; por otro lado, rechazó la demanda del gobierno egipcio para agregar oraciones para propiciar la victoria de Egipto en la guerra.
En 1950, con 78 años, se quedó ciego. Pero siguió siendo el primado hebreo de Egipto hasta 1960, año en que se reunió con sus padre, alav ha´shalóm. Fue enterrado en El Cairo.