SHOSHANA SABABO

Biografía de una escritora sefardí que fue defenestrada de las letras israelíes a pesar de su gran valor literario.


 Soshana Sababo, en contra de lo que a veces dicen  por ahí, no nació en Tsfat en 1910, sino que vio la intensa luz del mundo mediterr’aneo en Zijrón Yaakov; los que sí eran tsfatíes eran sus padres -Shlomo y Tova-  descendientes de los hispano-hebreos expulsos en el S XV. El sr. Sababo era profesor de árabe y Tanaj y, por eso,  el matrimonio dejó La Galilea  y se trasladó a El Cairo, donde el padre impartió clases en la universidad. Tras tres años allí, regresaron a Zijron Yaakov, para  ejercer la docencia  en el colegio que había financiado el Barón de Rothschild. Y entonces, mientras languidecía el Imperio Otomano en Palestina y se acercaba la Primera Guerra Mundial,  nació Soshana en Zijron Yaakov, el tercer moshav de la tercera aliá, a unos 35 ksm al sur de Jaifá.

Sus manuscritos

Su infancia estuvo rodeada de hermanos -cinco niñas y dos niños- y de refugiados de Tel Aviv expulsados por los otomanos de la recién fundada ciudad cuando la Primera Guerra Mundial. Por aquel entonces Soshana estudiaba en el colegio de Zijron Yaakov, dirigido por el gran escritor, también sefardí, Yehudá Burla (a quien en la guerra deportarán a Damasco) Burla escribió una carta de recomendación para que Soshana fuera admitida en la Escuela de Levinsky, la facultad de magisterio en Tel Aviv, donde se formó como maestra durante cuatro años. Es decir, no acabó los estudios, pues enfermó de artrosis y tuvo que regresar a su casa. Así pudo terminar una novela que había empezado a escribir con 16 años, «María», en la que relata las increíbles vicisitudes de una muchacha cristiana y palestina que es madre soltera. Fue publicada en 1932, cuando ella contaba con 22 años de edad.

Portada de «Amor en Tsfat»

Algunos años después de haber pasado a vivir en casa de sus padres , muere la madre: seguidamente ella viaja a París, primero, y luego pasa una temporada en casa de su hermana en Londres. Volverá a Eretz Israel en 1942, para publicar su segunda novela: «Amor en Tsfat». Hablando de Tsfat y de amor: ese año se casó con un pariente lejano, David Karsanti. Los recién casados pasaron a vivir en Hadar Ha´Karmel -uno de los más antiguos barrios de Jaifá- donde abrieron un comercio de lanas. No obstante al año siguiente se establecen en Zijron Yaakov, donde nace su hija Orna. Pero nace muerta y esto le provoca una gran depresión.

 Por este tiempo, a pesar de que las novelas y cuentos cortos que iba publicando cosechaban un gran éxito de público y eran muy populares, Soshana se encontró con un imprevisto: debido a motivos extra-literarios (es decir, políticos y sociolóigicos) recibió críticas muy aceradas. Cuando preguntaron por qué ya no escribía más, despuésde cinco años de silencio literario, dijo que la escritora había muerto. A esta situación, la depresión por la muerte de su bebé y las críticas a su obra, tenemos que sumarle la muerte de una hermana pequeña con tan sólo 22 años y un sobrino en la Guerra de la Independencia y dos abortos. Por si fuera poco, los últimos 25 años de su vida los pasó librando una batalla contra el cáncer.

Falleció el 4 de junio de 1992 y la ciudad de Jaifá la honró con una calle a su nombre.

Entre sus primeras obras se encuentran en el magazine  «Bustanai» (adjetivo de bustán, palabra persa que designa un huerto con árboles frutales y hierbas aromáticas) en donde escribió sobre un tema que para muchos era entonces un tabú indeseable. la situación de la mujer oriental y los abusos sexuales (que ella vivió en carne propia) De estos temas se nutrió su primera novela, «María» , relatando los amores prohibidos de aquella cristiana embarazada fuera del matrimonio. El tema sobrepasaba la capacidad de aceptación de cierto sector de los lectores, lo cual eleva Sababo a la categoría de escritora pionera en la denuncia de los problemas de la mujer en la sociedad de su época. Incluso su antaño mentor, Yehudá Burla, escribió una crítica nefasta (y muy injusta)  sobre esa obra.

En «Amor en Tsfat» continua la línea temática de su pluma, contando la historia de amor de la hija del rabino sefardí de Tsfat, que mantiene relaciones ilícitas -sin estar casada-  con un muchacho que la deja embarazada.

Las críticas que recibió por contar esta realidad sociológica de la rebelión femenina contra los preceptos de su padre fueron terribles para Soshana. No volvió a escribir nunca más durante 50 años. La destruyeron como escritora, acallaron su voz. Así describe los hechos el dr. Yosef Halevy en su obra «La nueva hija de Oriente»

No sería hasta la re-edición revisada de muchos años después cuando la obra recibirá un premio del Ministerio de Educación.