YOSEF AMOZIG

La tremebunda historia de un judío marroquí al que la Primera Guerra Mundial sorprendió en la Jerusalén otomana.


Durante la Primera Guerra Mundial, del lado del Imperio Otomano detentaron el poder militar tres pachás:  İsmail Enver y Talat Bajá  y Ahmad Djemal. Este último, gobernador de Bagdad, ascendió a teniente coronel cuando la Guerra de los Balcanes (antes de la Gran Guerra) Tras el Golpe de Estado de los Jóvenes Turcos, el nuevo gobierno de İsmail Enver le nombró comandante del 1.er Ejército que defendía Estambul y ministro de Marina. Es responsable del genocidio armenio. Luego fue quien firmó la alianza con Alemania y fue nombrado gobernador de la provincia de Siria.

A comienzos de verano de 1916 -a dos años del estallido de la Primera Guerra Mundial- las autoridades del Imperio Otomano se encontraron con que tenían que enfrentarse a una ola de deserciones que dificultaban mucho su papel en la contienda.  Todos los desertores fueron condenados a muerte, pero eso no solucionó nada. Así que decidió hacer un deleznable acto ejemplarizante para detener las deserciones. Ordenó a sus hombres que buscaran a cinco hombres -dos cristianos,dos judíos y un musulmán- para que fueran ahorcados en la mayor  plaza pública de Jerusalén  y  sirvieran como ejemplo ante los demás. Por aquel entonces la mayor plaza de la Ciudad Vieja era la que hay junto a la Torre de David, frente a cuya entrada aún funciona como comisaría de policía lo que entonces se llamaba en turco la Kishle.

Las personas que allí fueron ahorcadas fueron las siguientes: Ibrahim Andelft  y Musa Sous, cristianos,  ; Ahmad Alozu, musulmán; y Moshe Melal, junto a Yosef Amozig, ambos judíos.

La kishle

Amozig era natural de Fez , Marruecos. Junto a su padre, era uno de los más famosos sastres de la ciudad. Incluso cortaba trajes para la corte real. Sus padres se divorciaron y entonces, él y su hermana, con la madre, decidieron irse a Jerusalén. La maestría adquirida en Marruecos con el tratamiento de la tela le granjeó la más distinguida clientela de Eretz Israel. Tenía una sastrería a medias con un musulmán en la Ciudad Vieja. Pero entonces apareció la tijera llamada Guerra Mundial y se cortó la bonanza, pues le cerraron el negocio y lo mandaron a reclutar en el ejército otomano. Dada laprobabilidad de que no pudiera regresar jamás a casa, se divorció de su esposa, no fuera que una vez desaparecido ella quedara sin posibilidad de rehacer su vida por ser halájicamente considerada «aguná».

Fue enviado, como sastre, a la guarnición de Beer Sheva. Un día, su comandante le encargó ir a Jerusalén para confeccionarle unos trajes. Las autoridades otomanas le encontraron en el taller trabajando y le tomaron por desertor, ya que debía estar en Beer Sheva. Inmediatamente fue detenido y llevado preso a la Kishle. Allí pasó dos semanas, tratando de explicarse. Pero no le sirvió de nada. Antes de que llegara una confirmación de su comandante , fue uno de los cinco que fueron ahorcados frente a la puerta de la hoy llamada Torre de David.

Yosef Amozig es el primero por la izquierda, según su hermana Esther. El siguiente es Moshé Melal.

 A los condenados se les permitió una última voluntad. Amozig pidió beber un poco de agua. Seguidamente fue asesinado, junto a los demás, a manos de un verdugo judío llamado Mordejai Sassoon, relata el diario hebreo Ha´Jerut. Sasson era amigo íntimo de Amozig y ejecutó su labor llorando.  Luego, según la hermana, que lo vio todo, fue sepultado en el Monte de los Olivos. La fotografía no es una ilustración para la prensa, sino una tarjeta postal para que todo el Imperio Otomano supiera lo que pasaba con los desertores.

 Todas las copias de las fotografíasque tomó Jalil Rad fueron luego confiscadas por los británicos, que prohibieron su difusión. Pero quedaron en los archivos, como ejemplo de para qué sirve un archivo histórico.

Bibliografía:

  • Biblioteca Nacional de Israel, Djemal Pasha’s Revenge on the People of Jerusalem, Shir Aharon Bram
  • Foto: Bidsprit Audictions