Nota sobre la primera judía escritora de la que se tiene noticia y de la errible historia de sus hijos
De todas las familias hispano-hebreas que se asentaron en Roma después de lo de 1492, una de las más prominentes fue la de los Corcos. Este linaje, cuyo nombre parece ser de origen toponímico, pero de un lugar no identificado, ya era conocido en la segunda mitad del S XIII, con Abraham Corcos, padre de Salomon Corcos, de Avila, autor de un comentario al Talmud. No obstante, el hijo de éste. Yom Tov Corcos fue rabino en la localidad aragonesa de Monzón (no en el Monzón de Campos, Castilla) ya que Ibn Verga lo menciona como uno de los rabinos de la Disputa de Tortosa (que si bien hoy es localidad tarraconense, entonces lo era de la Corona de Aragón) Su hijo, Salomon Corcos, también es conocido, y fue padre de David Corcos, que vivió la expulsión de 1492 y en Roma fue padre de un rabino, r Solomon Corcos. Este rabino tuvo tres hijos: Elijah, Yehoshúa y Efraím.
Elijah se dedicó florecientemente a las finanzas en asociación con su hermano Yehosúa, abriendo un banco el once de junio de 1537, pasando a ser un miembro prominente de la comunidad judía romana: abonaba, junto a otros dos judíos de la comunidad, los 3000 escudos que la comunidad debía pagar al año al papa. Tuvo dos hijos, Isaac y Moshé. Este último no tuvo descendencia, pero el primero tuvo tres hijos, Samuel, Elijah y Salomon. Este último, fallecido en 1578, tuvo también tres hijos. Uno de ellos, Abraham, fue el padre de Salomon Corcos, abuelo de Ezequias, rabino mayor de Roma a principios del S XVII y padre de cuatro hijos y de uno de estos nace una hija a la que llamaron Debora.
Lazaro Corcos, su hermano, seguía la tradición financiera de la familia, pero en un momento dado, abandonó el judaísmo y se hizo llamar Gregorio Boncompagni (el nombre del papa Gregorio XIII) El padre de Debora también seconritió tomando el nombre de Ugo Boncompagni. Pero Debora, no se convirtió jamás.
Primero estuvo casada con un tal Isaac Goioso, del que enviudó en 1592 , y luego se casó con Yosef Ascarelli, que era el líder de la comunidad judía de los catalanes en Roma. Será con él madre de nueve hijos, de los que parece ser que los cuatro más pequeños, en 1604, fueron secuestrados y convertidos por eclesiásticos.
De forma paulatina y casi por obligación, muchos de los Corcos se fueron convirtiendo. Su tía, Gemma Luzzatto Corcos, por ejemplo, había sido encarcelada en 1594 para obligarla a convertirse, pero no se convirtió hasta 1599, después de que lo hicieran dos de sus hermanas y sus hijos. Finalmente, la hija y el yerno de Devorà, Ricca y Salvatore, se convirtieron y tomaron los nombres de Giulia Boncampagni y Michele Angelo Boncompagni. En 1604, Ricca -que ahora se hacía llamar Giulia- escribió una carta al papa denunciando a su madre y preguntando a su santidad si, dado que su madre y sus cuatro hijos eran los únicos miembros de la familia que quedaban sin convertirse, él los encerraría para facilitar su bautismo. 50 soldados se presentaron en la casa de Debora y Yosef y se llevaron a la madre y a sus hijos (dos niñas, de doce y siete años, y dos niños, de cinco y tres años.) Postrado en cama, Joseph no pudo intervenir para detener la afrenta. Los niños fueron llevados primero a la casa de su traidora tía Ricca/Giulia y, luego, a una casa de los dominicos, donde permanecieron durante 43 días. Cuando Ascarelli se recuperó de su enfermedad , hizo un llamamiento al Papa solicitando el regreso de su esposa e hijos a su casa, con el apoyo de las comunidades judías de los Estados Pontificios. Sin embargo, en contra de las instrucciones del Papa, tres de sus hijos habían sido ya bautizados y el otro fue llevado a un lugar ignoto. Devorà sí fue liberada. Los padres apelaron al Papa Clemente VIII para que les devolviera a sus hijos. La Suprema Sagrada Congregación de la Inquisición Romana y Universal se hizo cargo del asunto. Un escrito que afirma la validez de la conversión de los niños Ascarelli se basa en un informe de que los padres habían expresado interés en convertirse y que José había escrito poemas en alabanza del Papa Clemente VIII. La muerte del papa, en marzo de 1605, seguida por la instalación de dos nuevos Papas en varios meses, interrumpió el proceso. Y aquí se pierde el hilo de la historia de esos niños.
Pero Debora pasó a la historia por ser la primera mujer judía a la que se le editó un libro, La Habitación de los Orantes (Venencia, 1601) Esta traducción de oraciones hebreas al italiano tuvo tanto éxito que hubo una segunda edición en 1609. Incluye , por ejemplo, la traducción de Barekhi Nafshi (Benedici il Signore o anima mia), de Ibn Pakuda, paytán de Zaragoza, o el Vidui de Yom Kipur. Pero también hay poemas suyos -dos sonetos, el metro entonces en boga-
Bibliografía:
- Ascarelli, Pellegrino. Devorà Ascarelli Poetessa. Rome: Sindacato Italiano arti grafiche, 1925.