EL MORABITO DE SAADIA DATI

Un emblemático y antiguo  lugar de peregrinación  para los judíos melillenses en la cercana villa de Nador.


Nador, habitada por bereberes desde tiempos inmemoriales, conocida por los fenicios de Cartago , pero  levantada por los españoles a fines del XIX  a diez kms al este de Melilla, fue en algún momento del pasado una nada despreciable plaza judía del Reino de Marruecos. Hoy sólo queda -y en unas condiciones lamentables- el morabito de Saadia Ha´Daty (o Edaty, que aquí no hay acuerdo y las dos cosas pueden ser)

Morabito: en todo el Magreb,  persona muy piadosa y, por extensión  etimológica del árabe clásico -el que mora en una rábida, una fotaleza- el santuario donde se le venera como santón por peregrinos que no lo olvidan. Saadia Ha´Dati fue un morabito hebreo y su morabito en Nador, donde murió, es lugar de veneración para los judíos que quedan hoy en la vecina Melilla, algunos turistas con gustos etnográficos más allá de la playa y , por desgracia, también de bandas de vándalos que destrozan el lugar y su mobiliario.

“Las obras de este recinto y de la carretera que hasta aquí conducen fueron hechas por el muy honorable señor D. Isaac Bendayan de Melilla, con residencia actual en Caracas, Venezuela, por su devoción a este sabio y santo Ribbi Saadia Edaty, aquí enterrado, cuya protección le acompañe siempre así como a todos sus familiares. Se terminaron las obras en el mes de Nissan del año 5712, abril de 1952, siendo gran Rabino de Melilla y Villa Nador, r  David Salomón Cohen”.

“Estas instalaciones así como sus accesos fueron ampliados y remodelados gracias a la generosidad de Don Saadia Cohen Zrihen, z´´ l,  y su esposa Dª Simi Bendayan, hija de Don Isaac Bendayan Z.L., primer promotor de las obras de este santo lugar. Su re-inauguración se efectuó el día 12 de marzo de 1995, que fue el 10 de adar  II en el año  5755, con el beneplácito de S.M. Hassan II Rey de Marruecos”.

Según L. Calderón y A. Ponce,  una leyenda narra que  con las matanzas de 1239 en la Judería de Sevilla,  de gran mortandad entre los hebreos, los denominados “siete santos varones” -un conocido grupo de cabalistas sevillanos- ante el temor que se volvieran a repetir los sucesos  partieron de Sfarad, cruzaron  el Mediterráneo  y se instalaron en estas tierras después de un naufragio por una tempestad. Salvados de la desgracia los “siete santos” no pudieron formar nunca más su cabalística comunidad, ya que cada uno apareció en una playa distinta. De hecho, según comentan Calderón y Ponce, los “siete santos varones” se encuentran en: Nemours (hoy Gazaouet) y Tlemcén, en Argelia; y, el resto, en Marruecos: Tetuán, Taza, David Do (Debdou), Sidi Yahía (Ouxda) y Sidi Yussef -el Sr. Iosef (Nador).

Otra leyenda cuenta que el morabito era tan Justo -tzadik-, un emisario de Eretz Israel recaudando fondos para revitalizar la vida judía en Israel; un día, para saciar su sed, viendo que de lo alto de la montaña discurría un arroyo, y para que tuviera alimento y sombra,  de la Tierra brotó un algarrobo (árbol  de profusión levantina al cual , cuando es macho -se sabe por la hoja- se le denomina “algarrobo judío” en todo el Mediterráneo)

Sobre su muerte corren distintas versiones, pero todas convergen en lo esencial:

Al ver que se moría, Saadia Ha´Edaty pidió a un joven musulmán que lo asistía de continuo llamar a los judíos de Melilla para que vinieran a enterrarlo. Por alguna razón esto no pudo ser y el mismo joven se ofreció como enterrados. Como agradecimiento Rebbi Saadia Edaty Z.L. escribió un pergamino  rogando  a los judíos melillenses  que cada año dieran una cantidad de dinero al joven  Los lugareños, al conocer la noticia, quisieron matar al muchacho por enterrar al judío. Milagrosamente, en esos momentos , de lo alto de la montaña bajó rodando  una gran roca  pasando por encima de todas las casas de la aldea, hasta posarse sobre la sepultura de R. Saadia Z.L., dejando a todos maravillados y convencidos de la grandeza del sabio hebreo.

En el año de 2004, el Rishon Le´Tsion peregrinó al lugar en compañía de autoridades marroquíes.