JACOB DE CORDOVA

Historia de un linaje sefardí en tres continentes y sus aportes en la creación de los Estados Unidos.

El más remoto ancestro de la estirpe de los De Cordova -así se escribía en el S XIII-  es un judío del que sólo sabemos que nació en  Constantinopla en el año 1573; cabe suponer que fue nieto de uno de los judíos que, habitando en el reino nazarí de Granada, en 1492 subió a bordo del Göcke, buque insignia del Imperio Otomano, para buscar refugio en tierras de turcos.  En 1595, este De Cordova fue padre de un niño al que llamó Yitsjak, quien en 1621 engendró al rabino Moshé Rephael de Cordova. Casado con Clara, fueron padres de dos hijos, Moshé Jaím, nacido en 1621, y Yaakov Jaím, nacido en 1641. El nombre de Jaím en ambos hermanos debe ser, como era costumbre, en agradecimiento a la recuperación de una enfermedad que no fue mortal… El mismo padre murió muy joven, el dos de julio de 1649, a la tempranísima edad de 27 años. Pero no murió en Constantinopla, alav ha´shalóm,  sino en Amsterdam, a donde se había trasladado con toda la familia para ejercer allí su rabinato. Moshé Jaím también fue enterrado -en febrero de 1701- en el cementerio hispano-luso de Amsterdam, dejando tras de sí dos hijos, Isaac Ezequías (padre de Esther Palache) y Esther de Cordova, que murió soltera. R. Repahel de Cordova, aunque murió en Amsterdam, no pasó allí sino sus últimos tiempos, porque su segundo hijo, Yaakov Jaím, nació en Brasil en 1641. Es decir, casi toda seguridad, r. De Cordova partió de Amsterdam para ser rabino en la comunidad judía emergente de Recibe, en la provincia de Pernambuco, y cuando esta plaza holandesa es conquistada por los portugueses, el rabino regresa a Amsterdam, donde acaba muriendo. Por eso Yaakov Jaím, que llegó de niño a las Provincias Unidas de los Países Bajos, también muere en Amsterdam, en 1714 y está enterrado en el cementerio de la comunidad, Ouderkerk aan de Amstel. (Por eso tenemos tanto dato) Yaakov Jaím tuvo nueve hijos. La primogénita, Simja, se casó con un sefardí de Hamburgo, pero vivió toda la vida en Amsterdam con su marido y ocho hijos. Otro de sus hijos, llamado Abraham, no se quedó en Europa, sino que emigró a la isla de Jamaica -que había sido sede de una comunidad formada con parte de los judíos de Recife cuando huyeron de Brasil, los que no regresaron a Holanda ni siguieron, vía Cuba, hasta lo que hoy es New York. Abraham de Cordova emigró al Caribe con su esposa y prima, Simja, de la familia de los Palache (cuyo patriarca era pirata del puerto de Mogador  y embajador de Marruecos en Holanda.) Es decir, los De Córdova -al menos una rama- se asientan en Kingston, Jamaica, antes de 1740, que es el año en que muere Abraham. Su hijo, Yehoshúa Jizkiyahu, nacido en Amsterdam en 1720, fue rabino , primero en Holanda y luego en Curaçao, Antillas Holandesas, pero regresó a Jamaica en 1755 y murió y fue enterrado en Spanish Town en 1797. Tuvo dos esposas llamadas ambas Esther (y de cada una tuvo una hija llamadas las dos, Luna, y dos hijos llamados Abraham, aunque uno era Abraham Jaím… para transitar más fácilmente por las páginas de genealogía…)

En Kingston, donde la familia se dedicaba al blancor del azúcar con la mano de obra de los negros de Africa -eso era lo habitual y es lo que debemos mirar con perspectiva histórica- nació Raphael de Cordova II. Era un 25 de mayo de 1770. Casó dos veces: primero, con Judith, jamaiquina de 1768 que falleció joven, en 1808, tras alumbrar cuatro hijos; luego se esposó con Lea Martin, que le dio dos hijos. Hijo de Judith fue Yaakov Rephael Jaim de Cordova, nacido el sexto día de junio de 1808 en Spanish Town (como sus otros tres hermanos y dos hermanastros, sin contar posibles ilegítimos)

Yeikob -Yaakov- era el benjamín nacido del vientre de Judith, que murió trayéndole al mundo bajo la canícula de Jamaica y en los tiempos del cólera. Recibió la esmerada educación que la alta clase social de su familia podía darle. Dominaba, además de la lengua de la metrópoli colonizadora, Inglaterra, el francés, el alemán, el español y el hebreo. De esta pasión por la palabra y la comunicación partirá su pasión por la letra escrita, a la que dedicará su vida.

Su padre no debía estar cómodo bajo los calores caribeños, así que la familia se mudó a Philadelphia, Pensilvania, donde el cabeza de familia se convirtió en presidente de la congregación sefardí de Mikve Israel, especie de sucursal de Shearit Israel, en Manhatan, N.Y. Otro clima, otro ambiente, otras oportunidades y otra mujer: Rebeca. Pero el pequeño Yaakov no se quedó en los Estados Unidos -al menos de momento- y regresó a Jamaica, donde junto a un hermano, fundó un periódico, the Kingston Daily Gleaner, que sobrevive hoy como The Gleaner…Hay que decir que aunque la familia fuera terrateniente del mundo del azúcar, en casa había tradiciones con la cultura y la impresión: un De Córdova fue quien publicó las aventuras del S XVI de Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Tras dos años en Kingston, esto es, en 1836, regresó a EE.UU, concretamente a New Orleans, donde se dedicó a enviar grapas a Texas, que luchaba por su independencia de México. Por esta época participó también en las actividades de la Orden independiente de Odd Fellows, una asociación apolítica de beneficencia y caridad.

En su memoria, en Wako.

En 1836, tras la decisiva  Batalla de San Jacinto, cuando se consigue que Texas sea independiente -hasta 1845, que se anexiona a EE.UU- De Cordova se establece en la localidad de Galveston, Tx, hasta 1839. Luego pasó a Houston, donde fue elegido diputado de la segunda legislatura (1847) No fue re-elegido en 1849.

Entonces se dedicó a viajar por todo el estado y a comprar grandes lotes de tierra par venderlos después a los colonos… Llegó a tener en propiedad un millón de acres (1 acre= 0.5 hectáreas) Una inmensidad. Para venderlos, daba conferencias sobre Texas en Nueva York y en Philadelfia, hasta incluso en Manchester, Inglaterra. Y además, esas conferencias luego eran publicadas en diferentes medios para llegar a más clientes potenciales sin saber que estaba vendiendo, a 5 dólares el acre,  una tierra que escondía en sus entrañas el oro negro: el  petróleo. La agencia de ventas de tierras, a medias con su hermano Pinjas, nunca tuvo rival en la historia de los EE.UU.  Y son los responsables del establecimiento de la ciudad de Wako.

Pero el olor de la tinta negra les llamaba. Así que fundaron un periódico,  el Texas Herald, en Austin, pero luego la familia se mudó a Seguin, donde a las afueras construyó una magnífica casa de campo texano, en la ribera del río Brazos, que llamó, en inglés, el retiro del (judío) errante. Allí murió, alav ha´shalóm, el 26 de enero de 1868.  Fue enterrado en Kimball, pero en 1935 su cuerpo y el de su esposa fueron trasladados al cementerio estatal en el condado de Travis. Le sobrevivieron cinco hijos

Bibliografía: 

  • Malcolm H. Stern, First American Jewish Families: 600 Genealogies, 1654-1988, 3rd edn (Baltimore: Ottenheimer, 1991). Vertical Files, Barker Texas History Center, University of Texas at Austin.