JUDERÍA DE VILLAVICIOSA

Ecos de la presencia judía en la costa asturiana al menos a finales del S XIV y principios del S XV,


Villaviciosa es una localidad costera del Principado de Asturias -a pocos kms al oriente de Gijón. Su nombre no tiene nada que ver con el adjetivo «vicioso», sino que -siendo villa antigua- su nombre proviene del latín Vitiosus, -a, -um, que significa vigoroso, y que hace referencia a la fertilidad de las tierras de este hermoso concejo asturiano a la vera del Mar Cantábrico. Ahora bien, en la Edad Media el lugar se llamaba Maliayo, del latín malum –manzana-  y de donde hoy el gentilicio de malayés;  no es hasta el S XIV cuando se cambia el nombre del municipio.

Villaviciosa, además de sus buenas tierras y espectaculares costas, también prosperó al calor del Camino de Santiago -no el primitivo, que partía de Oviedo, ni el francés, que es el más reciente- sino del Camino de la Costa. En Villaviciosa, desde el S XV, había un hospital para peregrinos -una hospedería- llamada de Spiritus Sancti, en el Barrio de La Oliva. No existe ya, pues fue demolido en 1925 para construir en su solar -entonces usado como cárcel-  las que se llamaron Escuelas Graduadas.

El sacerdote maliayés D. Agustín Hevia Ballina, académico correspondiente de la Real Academia Matriense de Heráldica, tuvo acceso a los archivos  familiares  de los Peón-Cavanilles,  de Villaviciosa, familia hidalga del concejo, cuyo más notable miembro fue Manuel Cavanilles, marino de la armada española en la Guerra de Cuba (1898) y  rival de la familia también asturiana de los Pidal. En los legajos que el archivo de esta familia aún guarda aparecen, como no podía ser de otra forma, datos sobre el Hospital de Sancti Spiritus. En concreto, estamos hablando del testamento de Dña. Teresa Pérez, firmado en Villaviciosa el 10 de febrero de 1403. (Por ese entonces hay una gran oleada de conversiones al cristianismo, después de las matanzas y destrucciones de 1391, y antes de las que sobrevinieron con la Disputa de Tortosa, en 1414)

El testamento de Teresa Pérez es larguísimo, porque se detalla hasta que le deja la ropa de cama de su casa a una sobrina; y así mismo, las deudas que en ese momento tiene contraídas y que pide se salden post mortem.

En la enumeración de deudas , no hay dudas:

“item debo a Sancho Martínez por una cinta de plata, en que hay un marco de plata y más cien maravedises de esa moneda. Más debo a García Rodríguez por dos onzas y media que son seis cruces con piedras engastadas, trescientos maravedises de esta moneda. Item debo a Aldonza Fernández de Gijón sesenta maravedises de esta moneda, por ocho cruces de los ángeles de plata dorada, a un marco. Item debo a don Yusaf veinticuatro maravedises por unos zarcillos dorados, a onza y media. Yem me debe el judío un cabezal y no le debo ninguna cosa. Item me debe don Yusef dos zarcillos dorados, por lo que le debo veintitrés maravedises”.

Es decir, aquí tenemos una prueba documental de que a principios del S XV, en Villaviciosa, vivía un orfebre judío llamado Yosef, cuya artesanía llegaba a fabricar en oro joyería femenina. Además, parece que hay otros plateros, que hacen Cruces de los Angeles de plata dorada o cruces con piedras engastadas. Y aunque sólo tengamos este dato, tenemos que inferir que habría -aun pequeña- cierta comunidad judía en la villa.

Así mismo, el editor del testamento dice que según sus pesquisas en Villaviciosa proliferan apellidos conversos, destacando del de Rosales: «(…) en Coro, además, con sus topónimos de “Cayado” y de “Moratín”, expresivos de raigambres judaicas; en la Magdalena de los Pandos, en San Vicente del Busto, en San Esteban de Miravalles, en San Pedro de Breceña y hasta en Lugás, fruto de la dispersión de aquellos conversos primeros, que llegaron desde (la comarca de)  las Alpujarras (Guadalajara)  y de ámbitos andalusíes a nuestra tierra norteña donde encontraron acogida y obtuvieron radicación.»

 No es el único que sostiene que los judíos conversos hallaron refugio detrás de las montañas de los Picos de Europa, mezclándose con una comunidad de gitanos en el concejo de Campo Caso, donde nace el río Nalón, en donde antaño había una poza llamada «de los judíos» (xudíu, en bable)  y que era obviamente su mikve. En Cabrales menciona el linaje judío de los Moradiellos y allí encontró a una señora que no sólo conocía el alefato hebreo sino que además sabía recitar de memoria en hebreo el primer versículo del Génesis.  Y en su niñez dice el  sr. Hevia Balbín,  que en Villaviciosa había una zapatería que popularmente era llamada «de los judíos» , la de la familia Rosales. En Magadalena de los Pandos, del mismo concejo de Villaviciosa,  los Solomon. Y en San Vicente del Busto, San Pedro de Breceña o Santo Tomás de Coro, los ya mencionados Rosales. También dice que Benjamín Rosales Bensiyon, de Tel Aviv, le escribió en judeo-español para buscar informacion de sus ancestros.

«Yo moro en Israel del anyo 1948. Arriví a Israel de Istanbul. Mis parientes son de los refujidos de Espanya (1492). Nosotros semos judíos. Yo kero conocer la famiya que se yama Rozales. Yo kero saber si ay en Espanya unos archivos que va a mostrarnos la historia judía. Ande vivió esta famiya de Rosales fin el anyo 1492. ¿En ke lugar de la Espanya? Yo sé ke oy ay muchas famiyas Rosales en la Espanya. ¿Puede ser ke ellos son conversos?. Con muchas gracias y saludes.»

Bibliografía:

  • Revista Memoria Ecclesiae X (1997) pp. 481-488: “Nuevos datos para la Historia del Hospital de Sancti Spiritus de Villaviciosa de Asturias”