Una evidencia de la nada pequeña presencia judía en Galicia.
En Galicia, provincia de Orense, hay un pequeño pueblo -cercano a la frontera con Portugal- llamado Quintanela de Cabanelas; está en el municipio de Carballino (así llamado en honor de un roble, árbol de suma importancia en la mitología celta) El pueblo está a orillas de un afluente del río Avia, el que pasa por la localidad de Ribadavia, donde se encuentra una de las mayores juderías de la provincia En esta comarca, durante la Edad Media, RIBADAVIA fue una ciudad próspera, y su relevancia política y económica indujo a muchos comerciantes judíos a vivir allí, viviendo del comercio del vino de Ribeiro, que exportaban a Italia, Países Bajos, Alemania, Irlanda e Inglaterra.
Cabanelas -topónimo gallego que en castellano es Cabañuelas, diminutivo como el nombre judeo-español para la fiesta de Sukot- debe ser pueblo antiguo: tiene una fuente romana pues en el S XVI ya daba al mundo personajes ilustres, como por ejemplo el obispo de Cretona y Agrigento (Italia) o el arzobispo, en el S XVII, de Pamplona y Valencia.
En el pueblo hay una zona de casas abandonadas muy antiguas, a la cual se puede aún acceder por una escalera empedrada cubierta de musgos.
En una de esas construcciones abandonadas a la intemperie gallega, entre la maleza y el paso inexorable del tiempo, nos encontramos con un portalón con arco de carpanel y apuntalado por unos hierros .
El arco parece ser la entrada a una casa que tenía un patio anterior. Pero no es el arco en sí lo que llama la atención.
En el dintel de ese arco aparece un relieve en forma de Estrella de David, por lo cual la ruina se conoce con el nombre de la Casa do Xudeus.
Y en los extremos del arco, figuras humanas, representando a un hombre y una mujer