LA JUDERÍA DE ARÉVALO

Sobre el hallazgo de un documento que cambia lo que se sabía de la judería de Arévalo.


La localidad de Arévalo,  en la comarca de La Moraña -a unos 50 kms. al norte de Avila- fue fundada en el S XI, en el contexto de La Reconquista, cuando fue repoblada con mozárabes, muladíes y judíos. Dada su posición estratégica entre Avila, Medina del Campo, Coca o Segovia, la llamada Villa de los Cinco Linajes creció rápidamente;  en ella gobernaron cinco familias reconqusitadoras: los Tapia, Sedeño, Montalvo, Briceño y Berdugo (que como sabemos es apellido abundante entre los sefardíes de Marruecos) Estas familias, en el S XV, cuando la guerra civil castellana, se decantaron por los Trastamara, y de hecho la villa va a estar muy ligada a esta dinastía : en su castillo se encerró hasta enloquecer y morir la reina Isabel de Portugal cuando enviudó de Juan II;  y allí vivieron  su infancia sus hijos, el infante Alfonso y  la que sería Isabel La Católica.

Castillo de Arévalo, palacio de Juan II e Isabel de Portugal, hogar de la reina Isabel desde los 3 años.

El mayor cronista de Arévalo fue Juan José de Montalvo,  fallecido en Arevalo en 1933, y autor de De la historia de Arévalo e sus sexmos. Por esta obra sabemos que la primera mención de la judería arevaliana es en el famoso Padrón de Huete, ordenado por Sancho IV en 1290 , y en el que consta que los judíos de Arévalo pagaban unos impuestos anuales por valor de 13.237 maravedíes; esto permite calcular  el número de judíos que allí vivía  a fines del S XIII : unos 400.  A principios del S XIV , concretamente en 1313 , los judíos de la localidad debían ser bastantes, pues si no no habrían mandado al Arcediano de Arévalo,  Gil Pérez, al Concilio de Zamora, donde redactó medidas contra los «porfiosos judíos».  Para el año de 1492, a Montalvo  se le va la mano y dice que de Arévalo fueron expulsados 4000. Una cifra a todas luces imposible.

Al hablar de la judería, este historiador dice que se situaba junto al río Adaja, «(…) en las plazas y avenidas del Arrabal, Salvador y S. Juan de Dios, donde tendrían sus sinagogas»  No queda nada. Tan sólo dos laudas funerarias recuperadas en 2004, tras su identificación en un vertedero municipal, al que habían llegado tras su reutilización en un pilón de la huerta del convento de Franciscanos Descalzos. Una es la que se expone en el museo de Avila,  y la otra se encuentra -en depósito-  en el Museo de Historia de Arévalo. En esta está escrito, según J.R. Ayaso, de la universidad de Granada,

AQUÍ ESTÁ ENTERRADO EL ILUSTRE RABÍ NISSIM  [—–] IBN ROSH. DESCANSE SU ALMA EN EL PARAÍSO.

Montalvo no supo dar cuenta de dónde estaba la sinagoga , pero sí dijo en dónde estaba la judería, dando por sobreentendido que allí estaría , por lógica, la sinagoga.  Pero esto era en los años´20 del siglo anterior, con datos que había recopilado su padre y basados en la obra de Amador de los Ríos (quien escribe la historia de los judíos para realzar el cristianismo, no para honrar a los hebreos)

Hasta que el año pasado, de pronto,  cambiaron las cosas de forma sustancial con las investigaciones de David de Soto Pascual.

Este historiador publicó en la revista Meah, de la Universidad de Granada, (Volúmen 67, año 2019) un documento sumamente elocuente, aun en su parquedad, al respecto. El documento en cuestión fue encontrado en el magnífico archivo de Simancas, sección Cancillería, y nos ofrece datos sobre la ubicación de la sinagoga de Arévalo. El texto publicado es bien claro:

En este caso, la mención a la situación de la sinagoga como edificio situado dentro de la villa amurallada de Arévalo permite estrechar el cerco en torno a su emplazamiento, que hasta hoy día se suponía en el arrabal sur. Este dato también sirve para romper el antiguo y desfasado esquema de una judería centrada en el arrabal y próxima al río Adaja, como si de un gueto se tratara, talcomo los planos de L. Cervera Vera marcaron en su obra Arévalo (Ávila). Desarrollourbano y monumental hasta mediados del siglo xvi (1992), junto a la morería

Es decir, quedaban defasadas las menciones de Montalvo en su obra y de J.L. Lacave en su célebre «Juderías y sinagogas españolas». El documento encontrado no es referente a la judería ern sí, sino a un problema que tenía un convento de monjas  que se quejaba de que su vida espiritual y contemplativa se veía afectadísima por haberles puesto al lado un hospital donde la gente iba y venía profiriendo gritos de dolor y llantos. En el documento se especifica que el origen de la implementación de ese hospital perturbador es de cuando los Reyes Católicos usaron la sinagoga de la villa de Arévalo para usarlo como hospital. Es decir, la judería de Arévalo estaba intramuros, no junto al río Adaja, separadamente de los cristianos. O que había dos juderías y una sola sinagoga.

En esa sinagoga sin duda rezó r Yosef ben Tsadik de Arévalo, autor de una obra titulada Kitsur Zéjer Tsadik, Resúmen de Justa Memoria, que es una crónica de los notables judíos de la Península Ibérica y de sus reyes desde Fernando I de Castilla hasta la reconquista de Málaga en 1487, es to es , complemento de la que hiciera Abraham Ibn Daud, que termina en la época de Fernando I (fallecido en 1066)

Y quizás en esa sinagoga rezara  Moisés de León, el autor (o no ) del Zohar, que falleció en Arévalo en el año 1305, alav ha´shalóm, cuando iba de camino para Avila.