LA JUDERÍA DE CABEZUELA DEL VALLE

 Algunas notas sobre la que fuera importante judería cacereña .


 La población de Cabezuela del Valle se encuentra en  la comarca del Valle del Jerte, Cáceres (Extremadura) y antaño fue  cabeza de una populosa  aljama castellana de no poca enjundia económica. Tal es así que la judería se les quedó estrecha -parece ser porque fue refugio de judíos que huyeron de las violencias anti-judías  de 1391 en  Córdoba,  Lucena, Sevilla y otras; muchas familias hebreas se mudaron luego  de Cabezuela  a localidades cercanas, como Jerte o Tornavacas.

  Luego, en 1491, los Reyes Católicos concedieron el no habitual privilegio para ampliar la judería más allá del río; y se llevaron a efecto;  sin embargo, como sabemos, en 1492,  víctimas del decreto de Granada, quien no optó por la conversión partió hacia Portugual. La judería vendría a coincidir con lo que hoy es el barrio del Portal Viejo. Y la sinagoga pasó a ser una iglesia advocada a San Miguel. (En algunas páginas sobre sefardíes se equivocan y dicen que el solar sinagogal hoy es la iglesia de San Esteban) Ver foto principal del artículo.

El casco antiguo de la localidad está declarado  conjunto histórico-artístico.

De que la judería de Cabezuela era numerosa hay huellas en la literatura oral.  En las Coplas de Peropalo, que los folcloristas dicen que probablemente tengan que ver con los ajusticiamientos de la Inquisición -se cantan en Carnaval en Villanueva de Vera- se canta

De Cuacos salían diez, / de Jaraíz salen veinte, / trescientos de Cabezuela /

con veinticinco de Jerte.

Y no hay duda de que están hablando de judíos desde el principio de las Coplas. A los habitantes de Cabezuela se les ha dado el mote de “rabúos” y “cabezoleños rabúos”, lo que equivale a llamarles “judíos” a los que se les suponía dotados de rabo demoníaco.:

 

“El Peropalo de hogaño

lo queremos pa quemarle,

que es un Judas que hacemos

pa afrenta de su linaje.”

“A ese que le llaman Judas,

y de nombre Peropalo,

le ha salido la sentencia

que tiene que ser quemado.

“Si se acabara la casta,

mejor para el mundo fuera,

mejor fuera para Dios,

que de esta casta no hubiera”.

 

 Declarado conjunto histórico-artístico en el año de 1997, la judería de Cabezuela decidió recuperar su huella judaica en la localidad y la Escuela Taller del pueblo se embarcó en el proyectode rehabilitar siete fachadas de lo que ellos llaman «barrio sefardí» pero que en todo caso es «barrio hispano-hebreo» (lo sefardí es una cultura que surge tras la expulsión.) De igual manera se explota el recurso turístico de la llamada Ruta de las Juderías (o de los carboneros) : un sendero que une la localidad  de Cabezuela del Valle con la de Gargantilla , en el Ambroz,  atravesando la sierra de Gredos por el Puerto de Honduras. Por esta ruta arriera se supone que los comerciantes judíos de Cabezuela y Hervás transportaban sus mercancías. Forma parte del GR10 (Gran ruta nº10) que une Puzol, en Valencia, con Lisboa.

 No conocemos «personalmente» a aquellos mercaderes , pero en los Documentos sobre los judíos de Plasencia, en el Archivo Catedralicio de esta localidad, datados entre 1411 y 1492, Marciano de Hervás –do judeos los más– menciona a Abraham Abenataf , natural de Cabezuela, interviniendo en la subasta de las alcabalas de la localidad de Ojalve.  (La alcabala -de Kabalá- era un  tributo que el vendedor pagaba al fisco en una compraventa)

 También son nombrados en la obra «Retrato de la Lozana Andaluza», de Francisco Delicado, converso al cristianismo pero que siempre estuvo en contacto con los sefardíes de la Península Itálica, viviendo con ellos en Roma y en Venecia. La tal andaluza y lozana en realidad es una judía en sí misma, llamada Vellida en aquella Roma de neo-cristianos de origen hispano. En 1492, muchos cargos eclesiásticos pasaron a Roma y uno de ellos fue el vicario de Cabezuela, narrador de la obra, que es quien nos describe la vida de aquellos sefardíes en la Roma del Renacimiento.