Historia de la sinagoga neoyorquina de la comunidad siria, que recientemente ha cambiado su nombre y nosotros te contamos el porqué.
La más nueva de todas las sinagogas de la Gran Manzana – inaugurada en 2003- se ubica en el nº 11 de la calle 63 East, a pocos ms. de Central Park; lleva por nombre el inusitado nombre de Beit Edmond. Pero eso es desde el año pasado. Anteriormente se llamaba the Edmond Safra Synagogue. ¿Por qué cambió su nombre?
Empezemos por el nombre: Safra -de donde azafrán, amarillo- es el nombre de una conocida y multimillonaria dinastía de banqueros sirios que, en el S XIX, comerciaban con oro entre Alepo, Istanbul y Alejandría. Cuando el Imperio Otomano sucumbió a la Primera Guerra Mundial, uno de los Safra, Jacob, abrió un banco propio en Beirut, Líbano. En 1952, la sede de este banco sefardí se trasladó al Brasil, y por supuesto, se trasladó también Jacob Safra, con su prima y esposa, Esther, y sus hijos: Elie, Edmond, Joseph y Mois. La plaza del ayuntamiento de Jerusalén, Kikar Safra, lleva ese nombre en su honor. (Sus aposentos, en la calle Emek Refaím)
En 1956, Edmond Safra abrió en Ginebra, Suiza, su propio banco. Le fue tan bien que en 1966 abrió otro en Nueva York. El banco ginebrino se lo vendió a American Express por 450 millones de dólares. Y entonces abrió un holding bancario en Luxemburgo. En los años ´80 era el mayor filántropo del mundo, a través de su propia fundación y a lo largo de todo el mundo, incluso en España. Vivía con su esposa Lily Safra en Mónaco, en un ático belle epoque de 250 millones de euros; a pocos kms tenían Villa Leopolda, donde dicen que se dieron las mejores fiestas de los años ´80.
Pero a Edmond le esperaba el Parkinson y tuvieron que ponerle en manos de un equipo de enfermeros y cuidadores; una noche de diciembre de 1997 , uno de esos cuidadores provocó un incendio en el ático monaguesco y Edmond Safra, junto a su cuidadora Vivian Torrente, ardieron vivos en el siniestro. El cuidador fue condenado en 2002 tras admitir los hechos que se le imputaron.
Lily Safra, askenazí brasileña, conoció a Safra cuando era la viuda de Monteverde; necesitaba asesorameinto financiero para la gran fortuna que había heredado cuando su marido se suicidó. Comenzaron a salir juntos, pero la familia Safra no aprobaba la relación. La relación se consolidó a caballo entre Villa Leopolda y Nueva York. Fue entonces, 1997, cuando decidieron juntos construir una sinagoga sefardí en la Gran Manzana. Pero Edmond no llegó a verla terminada. Hay que decir que la fundación Edmond Safra ha construido además otras veinte sinagogas por todo el mundo: la de Madrid en la calle Balmes, por ejemplo.
Para ver fotos de la sinagoga, en el siguiente vídeo.
La sinagoga de la calle 63 en N.Y. fue construida , por dentro y por fuera, con Piedra de Jerusalén (maliji) y sus espectaculares portones de bronce, con relieves del Arbol de la Vida, diseñados por el escultor Mark Beard. El estilo arquitectónico del templo pertenece a la escuela de Beaux Arts, o academicismo francés, que enorgullece a los vecinos del distrito histórico de Upper East Side.
Su primer rabino fue R. Elie Abadie. Fue despedido de su puesto en enero del año pasado. Su contrato, de hecho, había acabado en 2008, pero después de eso, la Fundación Edmond Safra llegó a un acuerdo con él para seguir pagándole unos honorarios cercanos a los 700.000 dólares anuales a condición de un determinado número de horas lectivas en la sinagoga. Y el rabino se negó a enseñar Torá. La fundación y el rabino comenzaron en 2015 a negociar su partida. La carta que hizo pública la Fundación afirma que en los últimos dos años, el rabino rechazó una generosa oferta de compra y demandó a la fundación por 20 millones de dólares en pagos. También comenta la carta que incluso rechazó una oferta del Gran Rabino de Jerusalén, Shlomo Amar, para que el asunto fuera resuelto por un beit din ( tribunal religioso)
El rabino Abadie, en respuesta del 30 de diciembre de 2016, se dirigió por escrito a «la gran comunidad sefardí de Nueva York», afirmando que lo estaban presionando para irse . Negó «la acusación de extorsión de la fundación» y despreció la «narrativa falsa» que le presentaba como una persona con sus propios intereses financieros por encima de las necesidades e intereses de la comunidad. Abadie acusó a la fundación de «tácticas intimidatorias» y de elegir públicamente avergonzarlo a él y a su familia.
Según una fuente anónima de la comunidad sefardí citada en el New York Post, Lily Safra descubrió que Abadie había estado haciendo trabajo de consultoría para el centro religioso de su sobrino, el Centro Comunitario Moise Safra. Lily no se llevaba bien con el fallecido Moise Safra y consideró que la decisión del rabino de ayudar era una traición, según la fuente.
En enero de 2017, el rabino abandonó la sinagoga. Fue entonces cuando se hizo el cambio de nombre y pasó a llamarse Beit Edmond, y su rabino, Rabbi Shlomo Farhi, de origen sirio, aunque nacido en Nueva York.