Hans Jacob Noeggerath, filólogo, para muchos es el mayor embajador de la isla pitiusa en la Europa de la primera mitad del S XX.
El traductor y filólogo indo-europeísta de origen judeo-alemán, Felix Noeggerath (N.Y.C., 1885) , en el primero de sus cuatro matrimonios, fue padre de un hijo, Hans Jacob (Berlín, 1908) Este seguirá los pasos lingüísticos de su progenitor, pero desde el punto de vista de la filología románica y, más concretamente, de las lenguas neolatinas habladas en las Islas Baleares. En especial la variante de los habitantes de Ibiza.
Felix Noeggerath conoció en 1915 en la universidad a Walter Benjamin, con quien retomará contacto según G. Scholem, en los felices años ´20. Cuando en 1932 Hans Jacob va a escribir su tesis doctoral sobre la lengua de los payeses en Ibiza, su padre -y la esposa de entonces- se instalan en un determinado lugar de la isla pitiusa: un pago llamado Casetes, en la Punta del Molino, término municipal de Sant Antonio de Portmany. En ese lugar se alojará poco después, con ellos, Walter Benjamin. Cuando tras un paréntesis parisino Benjamin regresa a Ibiza, los Noeggerath ya se han traslado a la calle Fors, en pleno pueblo.
Hans Jacob había llegado a Ibiza -y tras él su padre, Benjamin y demás judíos alemanes- por una recomendación de su director de tesis, que era amigo del lingüista Antoni Griera, un gran luchador del habla ibicenca. Hans se dedicó por completo a la tradición oral -trabajo de campo- recopilando canciones, cuentos, leyendas, refranes y glosas del mundo de los payeses. Muchas veces , acompañado de Walter Benjamin. Los payeses a Hans le llamaban Jaume el pagès, o el payés alemán, pues vestía y calzaba como ellos, comía como ellos y con ellos, y hablaba a la perfección su lengua, con el único interés de conocer su tradición oral milenaria. Traducía rondallas al alemán para publicarlas en la revista berlinesa «Atlantis» mientras en Berlín se hacía enorme y monstruoso el nazismo.
Pero de pronto, Hans contrajo unas fiebres tifoideas -algo extraño en Ibiza- y falleció a la edad de 28 años.
Su padre confió los papeles de su hijo al abogado y escritor catalán Josep Roure i Torrent , que en el exilio mexicano, allá por la emblemática fecha de 1948, publica el material con el nombre «Cuentos de Ibiza», especificando que eran textos que habían ganado los juegos florales de La Habana de 1944. Fueron reeditados en 1994 por la editorial Mediterranea Eivissa , en edición facsímil, con una edición que se agota de inmediato, por lo cual tiene que sacar un tiempo después, una segunda.
Muchos recuerdan aún a Hans, con su bicicleta, su capell -sombrero- y su senalló. -capazo.
Está enterrado en el cementerio de San Antoni.
´Contes d´Eivissa´ recoge 14 historias, alguna de ellas como ´Pere Bambo´ con vigencia todavía en la sociedad isleña actual. Los otros textos recogidos por el fallecido alemán son ´Es mariner burlat´, ´Sa història d´en Joanet´, ´Es conte de ses mentides´, ´ Ses tres comares´, ´Conte de sa serra´, ´Es pastoret i s´animal ferotge´, ´S´endevinador´, ´Es germà ric i es germà pobre´, ´Per a posar amb xuia´, ´Es ric que va casar-se amb s´al·lota més pobra´, ´Conte de sa botifarra´, ´En Joanet Sense-por´ y ´Sa filla del rei i es pastor de porcs´.