LOS HAMÓN

Una dinastía de médicos entre la nobleza de la  Granada zirí  y de la  Constantinopla de la Sublime Puerta.


 La filología, en su apartado de la etimología onomástica, no consigue dar con el origen del nombre Hamon, que no es exclusivo del mundo judío, sino que aparece también en el mundo cristiano. Sea cual sea ese origen, nosotros hablaremos aquí de la dinastía judía  de los Hamon en el mundo musulmán.

  En muchas fuentes de dudosas aguas y escrúpulos, se tiene por fundador de la estirpe  a Isaac Hamon,  médico personal del último gobernante nazarí de Granada -a quien en español se denomina Boabdil. Pero no lo fue sino de su padre, el Mulay Hacén, el penúltimo sultán de Granada, fallecido en octubre de 1485. No consta que Isaac Hamon pasara a ser también médico de Boabdil. Pero lo que sí está claro es que tras la caída del reino nazarí de Granada, el 2 de enero de 1492, los Hamon se encuentran, al llegar la primavera, con el Edicto de la Alhambra, que les impele a escoger entre la conversión al cristianismo o la deportación. Y escogen el abandono de la Península Ibérica para refugiarse en el Imperio Otomano.

 Samuel de Medina, el famoso gran rabino de los sefardíes, entonces recién llegados  a Tesalónica, cuenta que en la ciudad de Adrianópolis había un médico  judío tan bueno que Mehmet II lo nombró su físico particular en cuanto se hizo con el trono. Pero esto fue en 1451, cuando ni siquiera aún había caído Constantinopla. Aun así, Graetz sostiene que ese médico es Isaac Hamon. Pero como demostró Henri Gross en 1908, en un artículo para la Revue des etudes Juives, ese médico es Hakim  Jacob, que luego abandonará la medicina para pasar a ser , tras una más que probable conversión al islam, el desterdar, el ministro de hacienda de la Sublime Puerta. Inmanuel Aboab (Amsterdam, 1629) es quien dice que Joseph Hamon fue nombrado médico por el sultán Selim I en el primer cuarto del S XVI.

 Más información sobre Yosef Hamon se tienen a través de unos documentos que tenía en su propiedad el erudito inglés M. Gaster, que en un viaje por oriente se hizo con una colección de manuscritos de gran valor. El numerado como 792 es un texto de r.  Yosef ben Meir Garzon, sefardí de Damasco, en el que aparece un rezo por el alma de Yosef Hamon. En ese texto se menciona que durante los 25 años de servicio a la Sublime Puerta Hamón sufrió en silencio las fatigas y peligros de ser un judío tan cercano al máximo poder del Imperio Otomano , donde podías ser ahorcado o decapitado ante la fatalidad de haber cometido la más mínima falta de respeto…en las cortes de Beyazid II (1481-1512) y de su hijo Selim I (1512-1520). Es decir, si Beyazid imperó durante 31 años y Selim durante 8, y Hamon  estuvo 25 a su servicio, entonces  comenzó a estar en la corte de Beyazid en el año décimo-séptimo de su sultanato, que es el año de 1498. En el texto también se menciona que Hamon usó su ascendencia con los sultanes para interceder por el bien de los judíos cuando hubo necesidad de ello.

También ese texto relata que,  una vez, Beyazid le dio un plazo de tres días para reflexionar sobre la conversión al islam, diciéndole  que esperaba volver a verle con un turbante blanco en su cabeza. Hamon se presentó ante el sultán a los tres días. Y en vez de l llevar el turbante blanco,  llevaba un puñal. Pidiéndole que le escuchara con clemencia,  Hamón explicó que el sultán disfrutaba del favor que los judíos aportaban al imperio por el mero hecho de haber permanecido fieles al judaísmo, de lo contrario, si se hubieran convertido al catolicismo hispánico nunca habrían llegado a Constantinopla y se habrían quedado en lo que ellos consideraban que era su patria, disfrutando de sus amplias haciendas y rezando junto a las tumbas de sus ancestros, pero era tal su amor por su fe que sacrificaron todo para no abjurar del judaísmo, así que , si insistía en pedirles la conversión, aquí tenía un puñal para que,  si así lo consideraba,  se lo clavara en el corazón. El sultán quedó mudo durante unos instantes, sin que en su rostro se transparentara emoción alguna. Tras reflexionar sobre lo que acababa de oir, el sultán le dijo que admiraba su fidelidad a su fe y que podría seguir siendo su médico personal sin tener que convertirse.

Sultanato mameluco

Selim I, alias El Severo (destronó a su padre y mató a todos sus hermanos) decidió en 1517 atacar y destruir el sultanato mameluco de Egipto, con lo que Palestina, Siria y Egipto quedaban inegradas en el Imperio Otomano. Yosef Hamon estuvo junto al sultán en esta campaña, pero en el camino de vuelta a Constantinopla, Hamon enferma y,  después de tres semanas de agonía, muere en Damasco ese mismo 1517 o comienzos del 1518.

 Su hijo, Moshé Hamon, también llegó a ocupar el puesto de médico particular de la corte, pero no de Beyazid II, sino de Suleymán El Magnífico (1520 – 1566) No obstante, Moshé, aunque debía ser muy joven, acompañó a su padre en la campaña contra los mamelucos de Egipto, pues en Shevet Yehudá, Ibn Verga se hace eco de una anécdota suya en El Cairo: Moshé se percató de que en Shabat, muchos comercios cairiotas cerraban sus puertas; cuando preguntó por qué,  le dijeron que así habían visto hacer a sus antepasados.

 Moshé Hamon también cuidó del bienestar de los judíos. En Amasia, localidad de Asia Menor, la población griega acusó a los judíos de haber cometido un asesinato ritual ; entre los acusados de este libelo de sangre estaba  un médico judío llamado Yaakov ben Yosef Abiub, que fue quemado vivo. Suleymán ordenó buscar a los calumniadores y cuando les encontraron fueron castigados; pero Moshé Hamon le convenció para ir más allá: decretar que de ahora en adelante, quien fuera acusado de un liberlo de sangre, no sería juzgado por jueces locales, sino por el Tribunal Supremo, que sería mucho más duro en cuanto a las penas impuestas.

Selim II el borracho

Por otra parte, Samuel Usque, en una obra publicada en Ferrara en 1552, las Tribulaciones de Israel, cuenta que Moshé Hamon salió en defensa de un judío que, al ver que su esposa era insultada por ser judía, mató al insultador.

 Su ascendencia a la vera del sultán hizo que muchos embajadores tuvieran gran respeto por Hamon, a quien colmaban sin reparo  de regalos y prebendas para procurar su favor. Por ejemplo, la Serenísima República de Venecia, cuando venció el plazo de libre comercio con la Sublime Puerta, entregó a Hamon 1900 ducados. Al año siguiente, los Nasi, Doña Gracia, su hija y su sobrino-yerno, se instalaron en Venecia, de donde pasarán al Imperio Otomano (una vez que Doña Gracia fuera denunciada por su propia hermana al haberle quitado la herencia) Cuando D. José Nasí pidió amparo a Suleyman, Hamon tuvo mucho que ver en la respuesta positiva. En 1566, Selim II El Borracho se hizo con la Puerta; tenía una amistad íntima con el yerno de doña Gracia y nombró al señor Nasí Duque de Naxos. Según Graetz, Hamon aprovechó la coyuntura para tratar de seducir a Reyna, la esposa del duque.

 Cuando r. Moshe Almosnino encabezó la delegación de los hebreos tesalonicenses para mejorar las condiciones de los impuestos que los judíos tenían que pagar por el monopolio del negocio de la lana, tuvo que pasar un año en Constantinopla. Cuando regresó a Tesalónica, hizo un sermón de agradecimiento a todos los judíos que de alguna u otra forma ayudaron al éxito. Es entonces cuando nos habla de Moshé ben Yosef Hamon, a quien trata casi como a un príncipe y a quien retrata como gran conocedor de la poesía hebrea. Zarko , por ejemplo, le canta muy elogiosamente, pues no en vano debía ser su mecenas y protector.

Bibliografía:

  • Revue des études juives, tome 56, n°111, juillet-septembre 1908.
    La famille juive des Hamon. Contribution à l’histoire des Juifs en Turquie . Henri Gros