LOS JUDÍOS DE OCAÑA

Notas sobre la que un día fue una de las más populosas juderías castellanas y de la cual no queda sino algún registro archivístico.


 Ocaña -capital de la comarca de la Mesa de Ocaña, en la provincia de Toledo- según la leyenda, fue una de las fortificaciones con que  el emir de Sevilla -Ibn Abed-  dotó a su hermosa  hija Zaida en 1082, cuando la dio en matrimonio a Alfonso VI,  a cambio de una alianza militar. Luego, en 1173, el rey Alfonso VIII donó Ocaña a Tello Pérez de Meneses en calidad de prestimonio (disfrute del usufructo pero no en calidad de propietario) Fue entonces repoblada con gentes de la tierra de Oca, en Burgos, de donde surge el nombre de Ocannia, luego con la  reforma  ortográfica  del rey Alfonso X , Ocaña.

La primera noticia historiográfica de la aljama olcadense -o botijera, popularmente hablando- es de 1296 y aparece en el Fuero Juzgo. Este documento , de 1241, es la traducción que Fernando III ordenó verter  al romance (castellano incipiente) del Liber Iudiciorum, El Libro de los Juicios, código legal del rey visigodo Recesvinto (año 654) Fue el código civil de los municipios de la Reconquista hasta el S XIX. Pues bien, en ese código hay unas leyes concretas sobre la condonación de deudas que los cristianos hubieran contraído con los prestamistas judíos. En el caso de la villa de Ocaña , y por decreto real de Fernando IV,  no aplicaba la condonación: había que saldar la deuda sí o sí. Además también especificaba cómo dirimir las querellas presentadas por los judíos contra los cristianos (Las querellas intersemitas eran sólo asunto del Beit Din) No obstante, legajos del Archivo Histórico Nacional muestran que estas disposiciones no acababan de cumplirse y provocaban pleitos reclamando las deudas a principios ya del S XIV. También hay papeles que atestiguan ventas de casas y tierras por parte de  algunos judíos potentados, como Don Abraham Abzaradiel, recaudador de impuestos de la villa de La Guardia, a media jornada al sur de Ocaña, donde residía.

 En el Libro del Rapartimento de Huete -anuario fiscal de 1290 donde se constatan los tributos de las aljamas castellanas- la de Ocaña no aparece, pero eso no quiere decir que no existiera para esa fecha , sino que tributaba con la cercana aljama de Toledo – a diez leguas, es decir, una jornada (unos 50 kms)

 Los judíos de Ocaña, según «Shebet Yehudá», La Vara de Judá, de Shlomo ben Verga, -que en 1492 se fue a Portugal y luego a Adrianópolis- también fueron víctimas de la masacre general de 1391, pero parece ser que no de una forma muy violenta, pues en ella se refugiaron judíos de los aledaños y a principios del S XV aparecen tributos que rondan los diez mil maravedíes. Y es más, en 1491, cuando hubo que pagar impuestos especiales para sufragar la toma del reino nazarí de Granada -el servicio de los castellanos de oro (los castellanos son un tipo de moneda)- los judíos de Ocaña fueron los terceros que más aportaron, es decir, eran la cuarta  aljama de Castilla, tras Toledo , Segovia y Guadalajara. José Luis Lacave explica esto con una presunta llegada en masa de judíos desde Sevilla, Córdoba y Cádiz, refugiados de la expulsión de Sevilla de 1484.

Un ejemplo de este movimiento migratorio judío hacia Castilla a fines del S XV lo tenemos en Yehudá ibn Verga -más que posible pariente del autor de «Shebet Yehudá». Después de haber defendido a los judíos de Jerez de la Frontera (Cádiz) , acosados por el Duque de Medina Sidionia, este astronómo y cabalista aparece en Ocaña en 1487  como recaudador de lso tributos de la Catedral de Toledo. En 1492 la población judía de Ocaña rondaba las mil  quinientas almas, lo cual es para la época una cifra considerablemente alta.

S Juan Bautista, Ocaña

Lacave sitúa la judería botijera en las inmediaciones de la actual iglesia de S. Juan. La memoria popular reconoce que la mayor parte de la nave central del templo está construida sobre la sinagoga mayor. Otro dato para situarla en esta zona es el que apoprta Pilar León en su obra, Judíos de Toledo, donde menciona que Yugé Qarfati Yosef Tsarfati- vivía en la calle Chamorro (aún hoy vigente en el callejero de la villa) Y en el proceso inquisitorial abierto contra Alfonso Núñez de Sevilla se le hace constar como residente en la calle de S Juan. Gonzalo Viñuales sin embargo aporta una apreciación importante: si eran 1500 judíos en Ocaña vivirían repartidos por toda la ciudad o de lo contrario vivirían unos encima de otros. Y también tenemos que inferir que ante ese número de habitantes hebreos habría unas cuantas sinagogas, no sólo la que recuerdan en S Juan. También hubo el importante Beit Midrash de Yitsjak de León, uno de los últimos grandes rabinos de Castilla en tiempos de la expulsión.

 Parte de esos judíos optaron por el bautizo y la doble vida. Así, el primer judío al que por eso se le abrió proceso inquisitorial en 1487 fue Ruy González, de profesión escribano, que había fallecido en 1473.  Tres años más tarde fueron condenados a la hoguera veinte judíos más, de los cuales 17 ya hacía también  años que habían muerto y fueron sacados de sus tumbas para quemar sus huesos.  Es el caso de Leonor Gòmez. En 1492 se condenaba a Blanca, la mujer de Sancho de Ribera, mientras que en 1494 eran rela-jados Diego Pérez y Diego Ramírez.

 

Bibliografía básica :

מגן אבות, שבט יהודה
La población judeoconversa de Ocaña (Toledo) a principios del siglo XVI, Gonzalo Viñueles Ferreiro,  Espacio, Tiempo y Forma, Serie III, H.» Medieval, t. 12, 1999,