
Hª del injusto olvido de la vasca que salvó la vida de 39 judíos
En vasco, «frontera» se dice y escibre «muga», que en realidad no es palabra vascuence, sino muy castellana: según el Drae, señal clavada en el suelo, un mojón, generalmente un poste de piedra, que sirve para marcar el límite de un territorio o de una propiedad, o para indicar las distancias o la dirección en un camino. Los vascos que viven junto a la frontera con Francia reciben el nombre de mugalari. Luego pasa a designar también a quien ayudaba a cruzar la frontera franco-española a personas perseguidas por motivos políticos. También fue el término que en el último cuarto del s XX la banda terrorista E.T.A usó para designar a quien se encargaba de la logística del paso fronterizo con personas o materiales para la fabricación de bombas.
Maritxu, diminutivo vasco de María, era como conocían a la mugalari de Irún que se llamaba María Anatol Aristegi . Nació el 24 de enero de 1909 en el seno de una familia que se dedicaba a la gestión de una aduna. Para cuando acabó la Primera Guerra Mundial se hizo muy conocida en Irún porque trabajaba en la aduna de su padre y se consideraba que no era labor propia de señorita. Pero ella iba a seguir siempre su propio rumbo y su propio estilo. Cuando estalló la Guerra Civil Española, la familia pasó al otro lado del río Bidasoa, frontera natural franco-francesa en Irún. Maritxu no tenía filiación política alguna. En 1940, cuando los nazis invaden Francia, la Gestapo confisca su casa y en ella pasan a vivir, con los Anatol, 15 oficiales del mundo de la esvástica. En esas circunstancias ella comienza a colaborar con la Resistencia, contándoles lo que oye en casa. Le proponen inmiscuirse con la Resistencia de forma comprometida y ella no duda en aceptar. Pasa así a formar parte de la Red Comète, una organización franco-belga cuyo primer objetivo era ayudar a que pilotos británicos consiguieran regresar al Reino Unido eludiendo a los nazis. Es decir, de forma muy peligrosa, pasaban gente desde la frontera belga y atravesaban la España franquista hasta Gibraltar, a la sazón colonia británica. Maritxu ayudó a pasar a 113 pilotos la frontera española. Y además, de la misma forma, 39 judíos que recogía en París; viajaba con ellos en un tren con documentación falsa, contó ella en el diario Deia en 1978.

Pero la Red Comète desconfiaba de sus capacidades por su estilo, muy personal, dentro del mundo del pequeño contrabando de Irún. Un mundo lleno de delatores. Un amigo de ella fue visto saliendo de una comisaría. Era todo un peligro. Alojaba a los judíos en una casa donde vivía la amante de un oficial de la Gestapo. La Red Comète decidió prescindir de ella y le encargó tan sólo el cambio de moneda a pesetas. Tal se presagiaba, el grupo de Maritxu fue detenido por los nazis el 13 de julio de 1943, pero ella logró salvarse. Su hermano fue deportado a Alemania pero a ella sólo la metieron presa en la cárcel de Biarritz, de donde logró salir sin problemas. Luego abrió su propia agencia de aduanas. Condecorada con la orden del general británico Marshall, Dwigh Eisenhower, Cruz de Guerra, Legión de Honor, etc. Pero no fue hasta 2016 que la Red Cométe le rindió un homenaje. Pero por alguna razón, pese a salvar a 39 judíos, no es Justa entre las Naciones.
El collar de perlas de la foto principal fue regalo del piloto 68, en agradecimiento a salvarle la vida.
Falleció el 27 de agosto de 1981 en Irún.