Recuerdo de un poeta surrealista que después de ser salvado del nazismo por un policía murió en un taxi de Paris.
Salmon (Monny) de Boully, que pasará a la historia con su nombre artístico, Monny de Boully, nació en 1904 en una de las más antiguas y ricas familias judías de Belgrado. Su padre era banquero. Por lo que escribe en su autobiografía , que vio la luz en 1926: » Pasé mi infancia soñando despierto y leyendo mi infancia. En 18 años visité Viena 18 veces y viajé extensamente por Europa, excepto Rusia … ”
A los 15 años, en aquel Berlín del final de la Primera Guerra Mundial, conoció la literatura de vanguardia y, cuatro años después, publica ya con las figuras de la vanguardia serbia, poemas en la revista Hypnos, etc. Pero sus metas son más altas y se va a Paris, ese París de los locos años ´20 y ´30 donde bulle la cultura en todos los bistrot de Montparnasse.
En París conecta con los sumos pontífices del Surrealismo de entonces, André Breton y Paul Elouard, que han leído una novela suya recién traducida y que será publicada en el Periódico del Surrealismo. Luego regresa a Belgrado, donde tendrá una intensa actividad literaria en todos los sentidos y acaba la carrera de Derecho. Así que decide hacer el doctorado en París. Allí, aunque sólo sale un número a la luz, publica la revista » Discontinuité». Forma parte del grupo del Gran Juego, publicando en la revista de mismo nombre.
Mientras tanto, sin dejar su casa en París, pasa largas temporadas en La Haya, la ciudad natal de su esposa, Paulette Grobermann , madre de los autores Jacques y Claude Lauzmann y la actriz Eveline Ray. Es la época en la que sus padres perecen asesinados en la Shoá. En 1943, su esposa y él , detenidos por la Gestapo, son salvados gracias a Jean Rousselot, poeta y policía que usó su puesto como como comisario para hacer papeles falsos con los a salvar a muchos judíos.