
Breve apunte biográfico del rabino sefardí que tuvo el honor de ser el primer Rishon Le´Tzión de la historia, en el S XVII.
Antaño, cuando el agua corriente era un sueño del futuro, se almacenaba el agua de lluvia en pozos y aljibes para, además de beber y lavarse, poder regar los campos y asegurar las cosechas. La ausencia de agua suponía una contrariedad tan crítica para un municipio que podía devenir en un entuerto socio-político: la importante amenaza del hambre y la epidemia espoleaban el disturbio social; y eso fue lo que pasó en Jerusalén en las primeras décadas del año 5400, que es para los cristianos el año de 1640, cuando las consecuencias pluviométricas las tuvo que gestionar r. Moshé ben Yonatán Galante.
Este importante rabino -primer Rishon Le´Tsión- era descendiente de un sefardí nacido en Roma al que por sus maneras en la práctica de la galantería, apodaron Galante. Su hijo, Moshe, dejó Roma y se fue a vivir a Tsfat, a la vera de Ha´Mejaber -el redactor- sobrenombre de r. Yosef Caro, el toledano redactor de «Shulján Aruj». Moshé ben Mordejaia Galante fue ordenado rabino en Tzfat por el mismo Caro cuando sólo tenía veintidós años y fue conocido por dos obras: su Mafteaj Ha´Zohar, La llave del Zohar , un índice tanájico de todas las fuentes usadas en el libro fundamental de la ciencia mística de la Kabalá, El Zohar, y también por un comentario cabalístico del Sefer Kohelet, el Eclesiastés.

Este rabino, conocido como Moshé Galante el Viejo, fue el abuelo de Moshé Ben Yonatán Galante. El viejo tuvo tres hijos y todos fueron rabinos: Yedidiá Galante, editor de la obra de su padre, Abraham Galante y Yonatán Galante. Este último fue padre de Moshé -conocido como Ha´maguén (acrónimo que coincide con la palabra «escudo» y que, como veremos, de forma figurada va a ser un gran escudo de toda la comunidad sefardí de Jerusalén en un momento de inflexión.
Moshé llegó a Jerusalén cuando tenía 34 años, tras estudiar muy aplicadamete en Tzfat con los más profundos rabinos de su época, Rabí Baruj Barzilai y Rabí Gabriel Esperanza. Allí, al morir su yerno, el rabino Ya’akov Yisrael Hajiz -año 5764- el rabino Galante fue designado para ocupar el cargo de jefe de la «Yeshivat Beit Yaakov Vega», en Jerusalén, fundada por los hermanos Abraham, Yaakov y Diego, de Livorno.
En 1687, Galante fue emisario por Europa para recabar fondos con que desarrollar la vida judía en Jerusalén, encontrando gran apoyo, moral y económico con un descendiente de los anusim de Amsterdam, Abraham Pereira, con quien fundaron en Jebrón la yeshivá de Jesed Le´Abraham

Aunque reticente, en un principio a ser nombrado principal, en el año 5744 (1664) los Sabios de Jerusalén decidieron nombrarlo «Rishon LeZion» (el primero de Sión, el que está por encima de todos los de Sión) Este cargo no tenía entonces tan sólo la máxima dimensión rabínica a la que se puede aspirar, sino también tenía un aspecto político, pues implicaba la representación diplomática de la comunidad judía ante las autoridades otomanas. Y pronto tuvo que presentarse ante el diván del pashá.
En Jerusalén es costumbre que llueva entre Sukot y Pesaj -de moed a moed- pero la naturaleza tiene razones que el clima no comprende y la Ciudad Santa puede ser víctima de la sequía. Algunos de esos eventos climáticos dejaron huella en la historia de Jerusalén. Es el caso del año en el que los meses del invierno no daban a la ciudad ni una sola gota de agua y cristianos, musulmanes y judíos vivían desesperados por las consecuencias de esa irregularidad pluviométrica. Algunos judíos iban hasta la Tumba de Rajel Imenu a poner velas, otros iban a hacer plegarias en la Tumba del Rey David. Pero con cada rezo, más secos estaban los aljibes. En la desesperación, algunos musulmanes empezaron a culpar a los judíos por la escasez de lluvia. Y esta estupidez fue creciendo hasta hacerse tan popular que llegó a oídos del pachá. Entonces, fue llamado a palacio r Moshé Galante, cabeza principal de la judería. El pachá culpó a los judíos por la situación y lanzó una terrible amenaza: si en tres días los rezos de los judíos no consiguen que caiga lluvia de los cielos, expulsaré a todos y cada uno de vosotros de Jerusalén, le dijo. El rabino rápidamente se reunió con los Sabios para explicar cuál era la situación: no tenían bastante con la sed que ahora también tenían que sufrir el odio.
Lo primero que r Galante hizo fue declarar tres días de ayuno para que toda la comunidad se dedicara al rezo de tehilím con máxima kavaná junto al Kotel Ha´Maaraví. El primer día, el azul del cielo no desapareció. El segundo día fue igual al día anterior. El tercer día, ni una sola nube cubría el cielo de Jerusalén. Las horas corrían en su contra. Entonces, M. Galante tomó la decisión de pedir a todos que se concentraran en la Puerta de Shjém (la que los cristianos llaman de Damasco) para ir caminando en procesión devota hasta la Tumba de SHIMON HA´TZADIK(como a un km. de las murallas) Y además, Galante hizo una petición más: que fueran calzados con botas y que llevaran consigo sus paraguas.
El guardia otomano del orden, cuando los vió, se echó a reir. Pero la risa se convirtió de pronto en ira; se acercó al rabino y sin más, lo abofeteó fuertemente mientras le gritaba «¡La gente de la ciudad está sufriendo tanto y tú te atreves a perder su tiempo y su fuerza en semejante tontería!» Galante no le hizo caso y siguió caminando impertérrito , rezando, en dirección a la tumba del Sumo Sacerdote.
De pronto, ya rezando en la tumba del tsadik, surgió una ligera brisa sobre los orantes; y tras ella, un viento cada vez más intenso, que empujaba nubes para amontonarlas y hacerlas chocar entre sí. Empezaron a caer las primeras gotas de la esperada lluvia y los que allí estaban rezando corrieron a guarecerse bajo árboles; estupefactos y empapados pero agradecidos, contemplaron cómo caía un auténtico diluvio salvador. Y de pronto, bajo la recia lluvia, apareció el policía otomano, dirigiéndose al rabino; llorando, le pidió perdón público por no haberse dado cuenta de la grandeza del rabino. Seguidamente lo tomó con sus brazos, lo sentó sobre sus hombros y así la procesión de judíos con paraguas retornó a la ciudad, mientras llovía como si nunca hubiera llovido y como si jamás fuera a llover más.
R M Galante, zt´l, f alleció el 21 de Shevat de 1689, tras quince días enfermo. Y fue enterrado en la falda del Monte de los Olivos, muy cerca del manantial del Guijón, junto a otros rabinos de suma importancia (cuanto más cerca de la Puerta de la Misericordia, mayor importancia)
Su cuñado fue el que le sucedería en el cargo que inauguró él mismo: Primado de Sión.