PARASHAT HA’ SHAVUA: «BALAK»

Parashá. «Balak», בָּלָק .  Números  22:2–25:9. Haftará: Miqueas  5:6–6:8. Darshán: Morenu veRabenu, Rabí David Janania Pinto shlita


El propósito principal del hombre en el mundo es el de aumentar el honor del Cielo y santificarlo en público. Encontramos que Moshé y Aharón redujeron involuntariamente el honor del Cielo, sin la menor
intención de hacerlo, cuando golpearon la roca para que saliera de ella agua, como dice el versículo (Bamidbar 20:12):

“Por cuanto no Me creyeron, en santificarme ante los ojos de los Hijos de Israel”,

recibieron por ello el duro castigo de no tener el mérito de introducir los Hijos de Israel a la Tierra Sagrada.

Y, obviamente, este reclamo contra Moshé fue demasiado detallista, ya que Hakadosh Baruj Hu es muy preciso con todos Sus piadosos, tanto como el grosor de un pelo. No obstante, no cabe duda de que Moshé Rabenu se preocupó durante toda su vida de engrandecer el Nombre de Hashem Yitbaraj, y fue celoso de Él. Moshé se había entregado totalmente al propósito de enaltecer el honor de Hashem Yitbaraj en el mundo.

Uno de los ejemplos de esta cualidad de Moshé Rabenu lo encontramos en la parashá que nos ocupa esta semana, cuando los Hijos de Israel pecaron y hablaron en contra de Hashem y de Moshé. Hakadosh Baruj Hu les envió a los Hijos de Israel las serpientes venenosas, las cuales los mordieron causando la muerte de muchos de Israel. Moshé clamó a Hashem para que detuviera aquella plaga, y Hakadosh Baruj Hu le dijo (Bamidbar 21:8):

“Haz, por ti, un saraf ( שרף : ‘víbora’ o ‘serafín, ángel’) y colócalo sobre un mástil”;

pero, en lugar de un saraf, Moshé hizo un najash ( נחש : ‘serpiente’). Así lo revela el versículo (ídem 21:9):

E hizo Moshé un najash de cobre y lo colocó sobre el mástil”.

A simple vista, hace falta comprender el motivo por el cual Moshé cambió la orden de Los .comentaristas responden que las serpientes habían venido como castigo debido a que los Hijos de Israel habían hablado lashón hará acerca de Hakadosh Baruj Hu, y ese mismo fue el pecado que cometió la serpiente de Adam Harishón. También las serpientes habían venido como castigo porque los Hijos de Israel habían hablado lashón hará contra Moshé Rabenu, quien es llamado mal-aj ( מלאך : ‘ángel’o ‘enviado’), como dice el versículo (Bamidbar 20:16):

 

“Y [Hashem] envió un mal-aj y nos sacó de Egipto”;

y un mal-aj (en su acepción de ‘ángel’) también es un saraf (en su acepción de ‘serafín’), como dice
el versículo (Yeshaiá 6:2):

“Serafim (‘ángeles’) encima de él”.

De aquí que el castigo para el que falta al honor de los Talmidé Jajamim es la mordedura de saraf, como dijo el Taná (Tratado de Avot 2:10): “y el susurro de ellos es como el susurro de un saraf”.

Cuando Moshé Rabenu clamó a Hashem, Hashem le dijo:

“Haz, por ti, un saraf”,

es decir, Hakadosh Baruj Hu Se apiadó más del honor de Moshé, al cual habían faltado, que de Su propio honor. Por eso, le ordenó a Moshé hacer un saraf, para insinuar la falta que hicieron del honor de Moshé. No obstante, Moshé Rabenu, por su gran humildad, se preocupó más del honor del Cielo, el honor de Hashem Yitbaraj, que de su propio honor, y por eso hizo un najash, que aludía a la falta al honor de Hashem Yitbaraj. En otras palabras, Moshé pasó por alto su propio honor, y se preocupó solo de la falta al honor de Hashem.

He aquí que vemos cuán cuidadoso fue Moshé Rabenu del honor de Hashem, y todo lo que él siempre quiso fue encontrar más y más formas de engrandecer Su honor y Su reinado a los ojos de las criaturas.
Lo que pasó fue que Moshé Rabenu cometió un error al golpear la roca; y, como hemos dicho, aquello había sido una falta de lo más ínfima en relación con la altura de Moshé Rabenu en cuanto a la reducción
del honor de Hashem, y por ello fue castigado.




Maftir y Haftará a cargo de Itamar Malka, nosaj Marruecos