R. ABRAHAM BENVENISTE

Breve nota biográfica del rabino y ministro que enlaza la dinastía davídica con la mujer que se adelantó quinientos años al sionismo.


La familia Benveniste desciende de la Casa De David, como demuestra que en Babilonia ostentara este linaje el título de Nasí (príncipe de la exilarquía) Al final de la época rabínica de los gaones -entre 589 y 1038- con el fin de las yeshivot de Sura y Pumbedita, la familia se trasladó a la Península Ibérica, donde ocuparán un aristocrático lugar en diferentes plazas de la Corona de Aragón, primero, y de Castilla, después. La estirpe de la que tratamos parte de un nieto del gran rabino de Gerona, r Zerajia Gerundi, que será llamado Yosef Benveniste de Montpellier, padre de Zag Benveniste, que fue quien se instaló en Aragón. Durante cuatrocientos años destacaran los miembros  de esta familia como líderes comunitarios de las aljamas, físicos -esto es, médicos-, almojarifes -ministros de economía y hacienda-, además de consejeros reales para varios monarcas y nobles de las más altas alcurnias. Por ejemplo, Samuel Benveniste, nacido en Tarragona en 1322, ejerció como médico en la corte aragonesa ya en 1356.

Pero antes que nada, debemos advertir que hay dos Abraham Benveniste y que, a veces, ambos se suelen confundir. Es tradición sefardí llamar al primogénito como al abuelo, así que, al primero se le suele apodar Abraham Benveniste «El Viejo», para distinguirlo de su nieto, que es de quien nosotros hablaremos. El abuelo fue un erudito talmúdico de la aljama de Soria  (en su Brit Milá dio un discurso el gran rabino Yosef Albo). Junto a su hermano Vidal, Benveniste difundió y promovió el estudio de La Torá en la judería de su tiempo. Otro hermano, Yehudá, va a jugar un importante papel en la fundación de la comunidad sefardí de Tesalónica.

Abraham Benveniste -el nieto- fue también  nacido en Soria, a principios del S XV (no se sabe a ciencia cierta, pero algunos dan la fecha de 1406). En su adultez, será famoso por ser rabino de la corte de Juan II (monarca que ascendió al trono a la edad de dos años y que tuvo como tutor,  por orden de su padre -y junto a otros- a Shmuel Ha´Leví, rabino convertido al catolicismo como Pablo de Santa María, obispo de Cartagena).

Antes de ser nombrado Rabino de la Corte -y junto a nombres de la talla de Diego Hurtado de Mendoza y Alvaro de Luna (tutelado por el Papa Luna) se dedicó a llevar las finanzas del reino castellano de Juan II- el rey que, con María de Aragón, fue padre de Enrique IV, y con Isabel de Portugal, de Isabel I de Castilla (Isabel la Católica)

Como Rabino de Corte que fue, la judería castellana estaba totalmente supeditada a él, tanto desde el punto de vista administrativo como del de la justicia según el Derecho Hebreo. Por eso fue el quien redactó y  sacó a la luz, en 1432, las Takanot de Valladolid, las ordenanzas rabínicas que funcionarían como los estatutos de las aljamas castellanas tras las matanzas antijudías de 1391.

Por ejemplo, en el primer capítulo de estas ordenanzas, se especifica que se obligaba a las aljamas a recaudar un impuesto en concepto de donación parra el estudio de la Torá, una especie de IVA gracias al que las comunidades se administraban económicamente con  las tasas de  la venta de la carne y vino casher. Cada aljama de “quinze cabezas de familia” estaba obligada a tener un maestro de Torá y Talmud; si eran más de cuarenta familias, debían tener un profesor suplementario, para enseñarles otras materias complementarias dentro del judaísmo.

De su labor jurídica conocemos su implicación en la defensa y demostración de falsedad en un libelo de sangre que se perpetró en la localidad sevillana de Ecija.

Su esposa fue Beatriz de Luna, descendiente de la noble dinastía de la Casa de Luna -pamplonesa en origen pero radicada en Aragón-, en la localidad zaragozana de Luna. Sus hijos fueron dos: Felipa y Juan. Felipa casó con Shmuel Nasí, que sufrieron la expulsión de Castilla y se radicaron en Portugal. Allí, en 1497, se convirtieron en cripto-judíos, adoptando el nombre de Alvaro Micas. Tendrán dos hijas: Brianda y Jana Nasí, Beatriz de Luna en su nombre de conversa. Jana, con el tiempo, traducirá su nombre hebreo al castellano Gracia (Jen: Jen es dar las gracias de forma culta en hebreo) convirtiéndose en judía retornada: la poderosísima Doña Gracia Nasi, la mujer que usó su dinero y sus contactos en el Imperio Otomano para reconstruir la vida judía en la ciudad santa de Tiberias.

Según el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia, basándose en  fuentes francesas, Abraham Benveniste creó una organización comunal que continuó funcionando hasta 1492. A la muerte de Abraham Benveniste  se encomendó su sucesión a un comité de altas personalidades: el rabino y filósofo Yosef ben Shem Tov; el hijo de Abraham, Isaac Yosef Benveniste e  Isaac Campantón, último gaón de Castilla.