Nota biográfica del más decisivo rabino tunecino en la segunda mitad del S XX.
R. Rafael Kadir Tsabán fue a nacer el Rosh Jodesh de tevet del año 5670 (13/12/1909) en la isla tunecina de Djerba, (llamada en español -desde el S XIII, cuando es tomada por la Corona de Aragón, Los Gelves. ) Su pade, Yaakov, era rabino en la isla y al nacer en un entorno rabínico fue formado por los principales rabinos del momento en la Djerba, además de mantener correspondencia con importantes rabinos en Jerusalén, como r. Ovadia Hadaya, director de Beit El.
El mismo fue -en 1933- director de una yeshivá durante doce años. Además, dos años más tarde fue elegido como uno de los tres jueces del rabinato de la isla. En 1943 pasó a ser el rabino principal de la ciudad de Túnez. Además de todas estas tareas, también editó una revista mensual titulada Ha´Yarej (La Luna) Yarjón, de la misma palabra que Yareaj, es el nombre dado en hebreo a las publicaciones mensuales. La revista estaba destinada a publicar los escritos de los mejores alumnos de las yeshivot de Túnez.
En 1950, dejó la ciudad de Túnez para pasar a ser rabino de la ciudad de Medenine, al sudeste de Túnez, donde permaneció un lustro. Paralelamente, puesto que era el delegado de la federación de comunidades judías de Túnez, formó parte del comité de rabinos que representaban a los judíos tunecinos ante las autoridades civiles del país. También era presidente de instituciones judías dedicadas a la beneficencia, como Bikur Jolím, o Jatán Ve´Kalá, que sufragaba gastos de matrimonios sin medios para grandes celebraciones. También presidía el instituto llamado Comité de Sinagogas, del cual dependían siete casas de oración. Podemos decir que era el rabino más importante de Túnez a mediados del S XX.
Pero en 1956, un año después de que Túnez obtuviera su independencia de Francia, r Rafael Kadir Tsabán -como tantos otros judíos tunecinos- dejó el país en el que había nacido y se dispuso a ascender a Israel. Con la independencia había llegado la prohibición de la federación de comunidades judías, así como prohibieron todas las actividades de las numerosas instituciones judías, culturales o deportivas; en 1958, el asunto iría más lejos, prohibiendo el Gran Rabinato de Túnez, destruyendo el barrio judío y declarando el cementerio hebreo como bien público. Para 1967, con la Guerra de los Seis Días, el antisemitismo campaba a sus anchas en las calles de Túnez. Pero para ese entonces la mayoría ya se había ido a Francia o a Israel. Sólo quedó un remanente en Djerba, que hoy tiene unos mil judíos de forma continua viviendo allí.
Kadir Tsabán fue testigo de todo ese proceso de desmantelamiento de la antiquísima comunidad judía que le vio nacer. Y no sólo fue testigo, sino también víctima de esas políticas nacionalistas musulmanas que no toleraban en pleno S XX religiones de infieles. Y cuando los judíos se fueron a Israel, también se les reprochó, además de haber sido expulsados de sus países, habitar en la Casa de sus Padres. El odio a veces es tan fuerte como la luz de mediodía en el Mediterráneo.
El día duodécimo del mes de Adar Bet del año 1956, r. Rafael pasó a ser el rabino principal de la localidad israelí de Azata, que luego, cuando se desarrolló en ciudad, cambió su nombre a Netivot. Kadir Tsabán fue rabino de este lugar durante 38 años, y fue, en tanto que rabino, quien fundó su comité rabínico para la provisión de servicios religiosos de la localidad, desde sus mikvaot a sus batei kneset, pasando por la fundación de centros para el estudio de La Torá. Fue el mediador con las autoridades estatales para fundar las dos grandes yeshivot de la comarca del Neguev, en especial Yeshivat Ha´Neguev, con institutos para el estudio talmúdico de chicas en régimen de pensionado, por ejemplo. Una vez a la semana mantenía reuniones con los rabinos de la zona para tratar todos los asuntos de forma conjunta y conocer todas sus necesidades y logros.
Para todos los judíos tunecinos en Israel -y por supuesto los de la diáspora- se convirtió en el rabino principal de la comunidad, pues eran conscientes de la trascendencia de su total entrega e incesante trabajo rabínico; entre sus numerosas labores hay que incluir que no descuidó el mundo de la pedagogía hebrea, ocupándose de la edición, publicación y difusión de toda la literatura escrita por los grandes rabinos tunecinos a lo largo de su dilatada historia, reivindicando su sitio dentro de la construcción general del judaísmo de la Edad Contemporánea.
En este contexto, en el año de 1971 se le designó como presidente de la yeshivá de Kisé Rajamím, traspasada desde Túnez a Beni Brak. Dos años más tarde fue elegido como miembro del Gran Rabinato de Israel.
Por todo esto, a un barrio de Netivot se le llamó Ha¨rab Tsabán.
Falleció , alav ha´shalóm, a los 84 años de edad, el cuarto día de kislev del año 1994. Está enterrado junto a su esposa a la entrada del cementerio de Netivot. Tuvo el honor de haber sido el padrino de su nieto.
Sus libros trataron en profundidad los preceptos para la celebración de Pesaj, pero también trató, en una serie de volúmenes, la muy importante exégesis del «Shulján Aruj», base de la Halajá para la era rabínica de nuestro tiempo.