R. SHMUEL MARCIANO

Nota biográfica de un rabino del S XX con orígenes en la comunidad de Sevilla del S XIV:


 Como sabemos, la comunidad judía de Sevilla y alrededores, tras las masacres de 1391, se refugiaron en la localidad marroquí de Debdú. Allí, a través de los siglos, se configuraron diferentes linajes rabínicos de peso. Uno de ellos fue el de los Marciano.

Jajám Shmuel Marciano, hijo de r Moshé Marciano y su esposa Esther, nacio en Debdú en 1880. Estudió sus primeras lecciones de judaísmo con su pariente, David Marciano, y en la juventud, en la yeshivá de r. David Ha´Cohén Skali, que luego dejó Debdú para ser rabino de Orán, Argelia.

  Se casó a los diez años de edad con Esther,  la hija del jajám en cuya yeshivá estudiaba, R. ABRAHAM HAKOHÉN TSABÁN, que luego partió para ejercer el rabinato de la cercana  ciudad de Melilla. Fue entonces cuando pasó a formar parte de la yeshivá de su pariente, r Shlomo Marciano.

  En el año 5678 (1917) se le ofreció ser el rabino de Taurit, al norte de Debdú, y cuya comunidad  judía era practicamente toda natural de la misma Debdú. En este lugar se encontró con una polémica halájica porque no había mikve -usaban un arroyo- y él amenazó con abandonar su puesto si no se construía una mikve en toda regla, aun a costa del presupuesto para el cementerio. En 1940 pasó a ser rabino de la ciudad de Mazagán, en paralelo a escriba en el beit din de Casablanca, donde acabaría residiendo con su familia.

En 1954 enfermó de gravedad y la familia recaudó fondos para pagar una cara operación quirúrgica. Al año, falleció su esposa. Fue entonces cuando decició abandonar Marruecos para radicarse en Israel, donde a la sazón ya vivía uno de sus hijos desde 1937. Se asentó en la ciudad de Lod. Poco después salió a la luz en Jerusalén su obra sobre temas halájicos, que fue un éxito entre todos los rabinos sefardíes de la época.

 Se reunió con sus padres en Lod el 27 de nisán de 1962.  Enterrado en el Monte de los Olivos. Atrás dejó siete hijos. El ayuntamiento de Jerusalén le dedicó el honor de poner su nombre a una plaza.