R. YAAKOV NINIO

Nota biográfica de un rabino del S XIX con una dura y corta vida.


El fonema /ñ/ -nacido de lo que en latín eran dos /n/- no se puede reproducir ortográficamene en el sistema del alefato hebreo (incluso quien no tiene el español como lengua madre no llega a pronunciarlo de modo correcto), así que apellidos que en origen fueron «Niño», no quedó más remedio que transliterarlos en hebreo como si pronunciaras «Ninio».

En Israel es un apellido sefardí bastante prolífico, llevado por muchas personalidades de cierta fama. Por ejemplo, el actor y dramaturgo de Ha´Bima, Abraham Ninio, nacido en Alejandría en 1918 y en Tel Aviv desde 1928. O su hijo, Roni Ninio, director de teatro, cine y televisión; o la profesora emérita de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Anat Ninio, especializada en lingüística y psicología. O la joven actriz Tuti Ninio, de Ashdod.

Si hoy el linaje tiende a los escenarios y los focos, antes tenían una clara ocupación rabínica.

Yaakov Shaltiel Ninio, hijo de r. Yehudá Nininio y su esposa Luna,  nació en Jerusalén en 1800. Sus estudios los cursó en la yeshivá de Bet El (cuando obviamente su sede aún estaba en la Ciudad Vieja) Y se casó con la hija del rabino de Tiberia, Esther Sarah bat rabí Jaím Shmuel Ha´Kohén (que sólo era diez años mayor que el yerno) Dada la carestía de la vida en Jerusalén, el matrimonio pasó a vivir en casa del suegro en Tiberia. Podían haber ido a vivir a casa del abuelo, Yaakov Ninio, que vivía en Tsfat , de cuyo terremoto salió ileso. Su primer libro lo escribió en agradecimiento a haber salvado su vida.

En 1833, le enviaron como emisario a Esmirna, pero regresó a Tiberia y conoció la revuelta campesina contra el pachá egipcio que pretendía quitar el poder al otomano. 33 días de masacre en Lag ba´Omer (por eso estaba en Tsfat)

Toda su vida la pasó en la estrechez económica. Tuvo dos hijos, también dedicados a la tarea rabínica, r. Meir y r. Ava, que murió en plena juventud. La hija que tuvo se casó en el rabino de Tiberia, r Alhadef. r Ninio murió muy joven, a los 49 años de edad, y pidió que en lápida de su tumba no escribieran nada de sus libros: «Emet Le´Yaakov», sobre los misterios de La Kabalá,  y una colección de sermones titulada Zera Yaakov, De la Simiente de Yaakov.