
Nota biográfica de un rabino que llegó a Jerusalén de muy niño y que ocupó no sólo importantes cargos dentro de la comunidad sefardí sino también un gran lugar en los afectos de sus alumnos y amigos.
R. Yosef Yitsjak Shelush nació el 17 de enero de 1891, en Marraquesh, donde era rabino su padre, David Sheloush, era director de una importante yeshivá. David, y su esposa Sultana, habían tenido una serie de hijos que habían muerto a la edad de dos años. Cuando el pequeño Yosef llegó a esa edad, enfermó, y el padre, desesperado, fue hasta el Hejal de la sinagoga a rezar, entregando su propia vida a cambio de la del niño. A las dos semanas, el niño estaba sano y el padre pereció.
Puesto que quedó huérfano a temprana edad, de la educación del niño se encargó la propia comunidad. A los doce años, Sultana tuvo un sueño en donde se le aparecía su difunto esposo, que le decía que sería mejor irse a Israel. No le dio importancia. Pero lo soñó otras dos veces más. En el judaísmo soñar tres veces seguidas el mismo sueño indica asunto de gravedad e importancia, así que fue a consultar al Beit Din, pues no quería irse de Marrquesh, pues entonces no podría ir a visitar la tumba de su difunto esposo. Entonces tuvo un cuarto sueño donde David le indicó en qué tumba rezar por él Sultana partió con su hijo hacia Jerusalén.
A los 22 años, fundó un Talmud Torá , pero al estallar la Primera Guerra Mundial, puesto que a la sazón era ciudadano francés, tuvo que abandonar el territorio del Imperio Otomano, no pudiendo regresar a Jerusalén hasta 1920. Ese año fue padre de su hijo David. Dos años después, la comunidad de los sefardíes occidentales le encomendó ser emisario en los países del norte de Africa. Cuando regresó a la Ciudad Santa comenzó a dedicarse a la venta de libros litúrgicos, que será su ocupación laboral hasta el día de su fallecimiento.

En 1929 Jerusalén tiene un punto de inflexión tras la masacre de Jebrón – que hizo que muchas familias de generaciones en ese lugar pasaran a vivir en Jerusalén. Esto implica reorganizaciones administrativas y en ese marco es cuando r Yosef pasa a formar parte del Consejo de los Occidentales. Al año siguiente será nombrado juez del tribunal rabínico de esa misma institución, junto con otros dos rabinos. Aunque estuvo profundamente implicado en todos los asuntos de la comunidad, especialmente se involucró en la Jebrá Kadishá, la sociedad de voluntariado para el tratamiento halájico de los cadávares . Paralalemente , impartió clases en la yeshivá de PORAT YOSEF Entre sus alumnos más destacados están r Ovadia Yosef, el rabino sefardí principal hasta 1983. O su propio hijo, que como es habitual, se llamaba como el abuelo, David, y que fue el rabino sefardí de Netania durante 63 años. Sus hijos, los nietos de r Yosef, son hoy rabinos de diferentes barrios de Netania, y su yerno es el rabino principal de Tsfat.
En 1938 dejó la Ciudad Vieja para pasar a vivir en el barrio de Majané Yehudá , donde vivió como rabino principal de la Comunidad Occidental ´los maaravím- hasta su fallecimiento, zt´l, en el último día de sivám del año 1960. Fue enterrado en Har Ha´Menujot, pues en esos años, el Monte de los Olivos estaba en manos de los jordanos. A su nombre va una calle en el barrio de Najalaot, epicentro del sefardismo en Jerusalén después de que la comunidad abandonara la Ciudad Vieja.
Tuvo tres hijos, todos ellos dedicados al rabinato en localidades israelíes como Netania o Kafar Saba. También tuvo una hija, Abigail, que se casó con un rabino.