Literatura hispánica, medieval , teológica, en hebreo, de alcance universal -tanto en el espacio como en el tiempo- que debería ser de conocimiento general y orgullo para la judería española. El inconmensurable legado cultural sefardí es incorpóreo.
A finales del S XIII -probablemente en el año 1258 -57- aparece una obra esencial para el estudio de la Halajá: El Sefer ha´Jinuj, El Libro de la Educación. Aún hoy es un recurrente manual de estudio y consulta, clásico en las bibliotecas de las yeshivot de todo el mundo.
Su autor prefirió permanecer en el anonimato y sólo sabemos de él lo que él mismo nos cuenta: que era un judío barcelonés de la Casa de Leví en Sfarad.
Su primera impresión -en hebreo- se realizó en Venecia, el año de 5283 -1523- y en su prólogo se presenta como escrito por R. Aaron Ha´Leví (Ha´Ra’a) talmudista gerundense con cinco generaciones de rabinos tras de sí, pero la mayoría duda mucho que éste fuera el autor, porque se estaría contradiciendo con otras cuestiones halájicas que escribiera en otros libros. Israel Ta´Shma, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, sostiene desde 1980 que la obra es del hermano de Aaron Ha´Levy, Pínjas ha´Levy, que habría escrito la obra ex profeso para la instrucción de la Bar Mitzva de su hijo Yehosúa, y no para ser publicada, por lo que no le hizo falta firmar su autoría.
Esta edición, impresa en el entonces recién creado gueto nuevo de Venecia, no es el primer libro impreso en hebreo (como se ha dicho) -ese honor es para el tratado talmúdico de Brajot de la estirpe de impresores de los Soncino- pero sí pone de manifiesto que el mundo hebreo, a tan sólo 70 años de la aparición de la imprenta, tiene un especial interés en el invento de Gutemberg y en la producción bibliográfica de material de estudio.
Esta edición príncipe,- en la imprenta de Daniel Bomberg- como el manuscrito original del S XIII, analiza escrupulosamente todos y cada uno de los 613 preceptos de La Torá y lo hace no por categorías, como hizo Ha´Rambám, sino por orden de aparición en el Jumash, esto es, parashá a parashá, con un método de estudio analítico digno de un filólogo de última generación: empezando por la cita tanájica que le corresponde a cada mitzvá, el esclarecimiento de las raíces de las palabras a comentar, sus correspondencias halájicas, filosóficas, con sus beneficios para quien las cumpla y sus penas para quien las trasgreda. Por semejante cualidad estructural es hoy – aún- un manual práctico de referencia ineludible y de valor inestimable.