SOLOMON MOLJO

 Hª de un criptojudío del S XVI que es considerado uno de los primeros proto-sionistas, además de un gran mekubal y mártir.


Moljo (del hebreo Melej, rey, en referencia al Rey Salomón) es apellido de honda raigambre hispano-hebrea, pues se cree venido desde Babilonia en algún momento dado del S X para aposentarse sobre todo en las poblaciones de Cáceres y Hervás, do djudios los más (y los Moljo, por demás) Sin embargo, a día de hoy, donde a mucha gente se le cercena el conocimiento de las raíces de lo sefardí, mucha gente relaciona el apellido con la judería de Salónica, concreta y precisamente en el Kahal de Kaseres (Cáceres). Pero mucho antes de que los los hispano-hebreos llegaran, en parte, a las tierras del Imperio Otomano, ya en la Península Balcánica había judíos famosos con este apellido. Y uno de ellos es Salomon Moljo -literalmente, el rey Salomón…..

Aunque no hay certidumbre completa de su origen, sí sabemos que Solomon Moljo nació en Portugal hacia el año de 1500 y que fue bautizado con el nombre de Diego Pires. Veinticinco años más tarde, esto es, tras la matanza de judíos de 1506 en Lisboa -reinando ya  Juan III- Pires se desempeñaba como secretario de la Corte de Apelación del Reino de Portugal. Pero ese año de 1525 su vida a experimentar un profundo punto de inflexión que lo cambiará todo.

  Ese año llegó a  Portugal DAVID REUBENI, EL PRIMER SIONISTA DE LA HISTORIA.

Originario del Estado judío de Jaybar, en la costa del Mar Rojo de Arabia Saudita, Reubeni decidió pasearse por Europa buscando la forma de implementar un alianza internacional para expulsar de Jerusalén al IMperio Otomano, que había llegado a hacerse con Judea cuando e 1517 se la habían arrebatado a los mamelucos. Según él predicaba en su continuo vagar por ciudades europeas, expulsar al otomano de la Ciudad Santa de Jerusalén era signo inequívoco de la redención del Pueblo de Israel. Tras entrevistarse infructuosamente con el papa de turno, Clemente VII le dio una carta de recomendación para verse con el rey  Juan III de Portugal, diciéndole que lo del ejército anti-otomano a cambio de un estado judío con capital en Jerusalén era asunto para tratarlo con líderes políticos y no con líderes espirituales (como si en el principio del S XVI Roma no fuera un factor político preponderante en tiempos de la ya cercana Reforma Protestante).

Una obra del escritor checo , editor y amigo de Kafka

Pues bien: Diego Pires, ese alma judía en el mundo de las apariencias del neocristiano por obligación, quedó fascinado con David Reubeni y su misión de tikún olám. (Reubeni había experimentado una especie de visión donde se firmaba una alianza entre el Emperador del Sacro Imperio Germano -Carlos V de Alemania y I de España- con el rey de Francia –Francisco I– más el Prester John –alias occidental del emperador de Etiopía- y el hermano de Reubeni, que reinaba entonces en el reino judío de Jaibar. Hasta tal punto quedó Moljo fascinado con el programa político-místico de Reubeni que decidió retornar públicamente al judaísmo -con el riesgo que esa temeridad implicaba en Lisboa en esos momentos. Así que en un fervoroso arrebato de emuná, se circuncidó a sí mismo para sellar el Pacto; y cambió su nombre por el de Solomon Moljo. Inmediatamente fue expulsado del reino. Y milagro de que no se le apresara y confinara en alguna mazmorra infrahumana como las de aquellos tiempos eran. (La Inquisición aún no estaba establecida en Portugal, pero poco faltaba).

Expulsado de Portugal, vagó por el mundo y entonces llegó hasta la ciudad de Monastir, hoy Bitola, capital de la República de Macedonia del Norte. Allí escribió su primer obra, Ha´Sefer Ha´Mefoar, «El Gran Libro», en el que anunciaba que hacia 1530 habría de producirse el advenimiento del Mesías. Fue tal el impacto que Monastir experimentó una oleada migratoria para asistir al evento. Luego fue a Salónica, donde se encontró con r. Yosef Taitatzek, entrando en contacto con su círculo de mekubalím. Fue en estas circunstancias donde se encontró con r Yosef Caro, que se sintió profundamente influido por la ciencia mística de Moljo. Seguidamente partió para Roma, donde por alguna razón que desconocemos se ganó el favor de Clemente VII  -el pontífice intercedió para no ser ejecutado por la Inquisición. La fama de Moljo se acrecentó previniendo al papa de una inundación y, al rey de Portugal, de un terremoto, cosas que ocurrieron el 8 de marzo en Roma y el 26 de enero de 1531 en Lisboa. El mundo estaba atónito. La judería, estupefacta. Fue entonces, en el punto álgido de su nombre, cuando cometieron el gran error.

Su firma, con su bandera

Al año siguiente, él y Reubeni se fueron a la ciudad de Ratisbona para tener una audiencia con el emperador Carlos I de España y V de Alemania. Moljo no dudó en  presentarse ante el emperador  ondeando una bandera en la que se había bordado, en hebreo, la palabra Macabi, en clara referencia a los héroes jasmoneos del milagro de Januká cuando la expulsión de los helenistas de Jerusalén… Tras un encuentro que duró dos horas -mucho tiempo para alguien que tenía mucho territorio que gobernar- el nieto de Fernando El Católico, que también era un espadachín empedernido del catolicismo,  hizo caso omiso a la idea de una fuerza militar internacional para contener los ataques de los otomanos, a pesar de que el frente otomano le daba muchísimos quebraderos de cabeza. Pero aquellos dos judíos le presentaban unos planes que no le merecían crédito y en vez de dejarlo pasar, los arrestó. Luego,  los hizo mandar a Mantua, donde se les juzgó y condenó. Moljo fue quemado en la hoguera, dicen -de forma tradicional, pero verificada- el cinco de tevet del año 5293. También se dice que el emperador le ofreció salvarse de la hoguera proponiéndole convertirse al catolicismo. Pero parece ser que Moljo dijo que quería ser ejecutado antes que abjurar del judaísmo. Y así murió como mártir del proto-sionismo.

Reubeni fue deportado a LLerena, población hoy en la provincia extremeña de Badajoz, donde estaba un tremebundo tribunal de la Inquisición, de los más famosos de todos los que hubo en Castilla. Y allí lo quemaron en Auto de Fe.

Los escritos de Moljo continuaron perviviendo. Sus Drashot -los sermones en base a las parashot de la semana en la lectura sinagogal-  y  también sus cartas,  fueron editadas en Amsterdam en el S XVII a pesar de estar prohibido. Todavía se reeditó su obra completa en Jerusalén en 2019 con el título de KItvei Moljo, «Los escritos de Moljo» .

En el barrio de Tel Aviv de Nevé Tsedek hay una calle a su nombre.