YAKUB SANU, EL MOLIÈRE EGIPCIO

 Reseña sobre un sefardí  que fue padre del teatro egipcio en el S XIX para luego ser foco de una polémica que perdura hasta nuestros días.


Ya´akov Tsanúa, (discreto, en hebreo) conocido en Egipto como Yakub Sanu y en Francia como James Sanua, -a la vez que muy poco conocido por el público en general- forma parte importante de la Historia de la Literatura egipcia como dramaturgo y periodista, poeta,  maestro de la sátira y mito polémico y político.

Nació en El Cairo el 9 de enero de 1839 -que es El Cairo de los encantadores cuadros de David Roberts. Su padre , Rafael,  judío italiano para unos pero de Constantinopla para otros, trabajaba para el valí  otomano de Egipto, el príncipe Jequen, nieto  Mehmed Alí, quien es tomado como el gobernador que lleva a Egipto a la modernidad:  en 1798, Napoleón había comenzado la Campaña de Egipto para cortar las rutas de comunicación británicas con la India. Los británicos destruyeron la flota gala y en 1799 Mehmet Alí , aprovechando un motín de las tropas, tomó el mando de todo el ejército turco, logrando expulsar a los franceses tras la toma de El Cairo en 1803.

Después de estudiar en el Talmud Torá y en una escuela pública, a los 13 años leyó un poema ante el príncipe, que quedó encantado con las dotes del muchacho y le sufragó estudios en el puerto franco de Livorno. Allí será donde conozca la literatura occidental del momento, así como las ideas nacionalistas de los Carbonari italianos, ocupados en la unificación de los muchos estados italianos. Al regresar a El Cairo se le nombra preceptor privado de los hijos del sultán de Egipto y además, profesor en la Escuela de Artes y Oficios. Con dieciséis años.

Mucho tiempo después, en 1869,  siendo ya un famoso periodista muy mordaz tanto contra el británico como contra el egipcio, comenzó a escribir teatro ( en principio interpretaciones egipcias de obras que el conocía en inglés,  francés e italiano) pero con importantes novedades en los escenarios egipcios, como subir a ellos actrices. Su fama fue tal que hasta el mismo pachá le invitó a representar en su palacio y sufragarle una compañía de teatro. Fue quien le apodó el Molière de Egipto. Pero cuando sacó a la luz un drama satírico titulado «Patria y Libertad» cayó en desgracia por sus gracias contra el abuso de poder. Le cerraron el teatro.

El 21 de marzo de 1877  fundó la revista satírica Abu-Naddara Zarqa, que gustaba tanto a los que la podían leer como quien tenía que escuchar que se la leyeran en voz alta.  En uno de sus quince números publicó una caricatura satírica de Ismael El Magnífico, a quien atribuía la bancarrota del país. Ismail, que no apreciaba el sentido del humor de Sanu, ordenó  su arresto.  El 22 de junio de 1878, desde el puerto de  Alejandría, comenzó su exilio en Marsella.

En París re-editó la revista, eso sí con diversos nombres pero el mismo estilo caricaturesco, con subtítulos en francés y en árabe egipcio, no en árabe literario, pues la revista era introducida de contrabando en el desbordado país del Nilo, devorado por unas langostas rojas de origen británico. Ese era el tipo de caricatura habitual. Todos los personajes de color rojo, para Sanu, eran británicos de pieles lívidas abrasadas por los ardientes soles egipcios. También los caracterizaba como incompetentes para hablar francés. Francia estaba rendida a su pluma. Contra la afirmación hecha por funcionarios británicos como Lord Cromer, que afirmó que la ocupación británica de Egipto era necesaria para proteger a las minorías judías y cristianas de Egipto de la mayoría musulmana, Sanu escribió que, como judío egipcio, no se sentía amenazado por la mayoría musulmana. Sin embargo no podía vivir en Egipto sino en Francia. Y mientras criticó el imperialismo británico, nunca lo hizo con el francés.

Fue un prolífico conferenciante en Francia, y para sus ponencias se vestía a la egipcia, con su galabía, no con el traje occidental que vestía habitualmente.

Shimon Ballas, novelista  israelí que hizo aliá desde Irak en 1951 ,  profesor de Literatura Arabe en la Universidad de Jaifa , se basó en la vida de Sanu  para una de sus novelas, titulada «Solo»  (sic)

En 2001, se publicó un libro en Egipto que intentaba desmitificar al padre del teatro egipcio; el  libro creó una gran controversia, que continúa hasta el día de hoy, porque para muchos egipcios actuales no es fácil admitir que judíos  puedan ser pioneros de facetas culturales de ese país.

Yakub murió en París en el año 1912.