Nota biográfica de uno de los mayores hombres de letras del universo hebreo en la Edad de Oro de Sfarad.
(…) Los sabios de todas las lenguas están de acuerdo en que no se puede traducir un libro si el traductor no conoce tres cosas: el secreto de la lengua de cuyo dominio traduce, el secreto de la lengua a la que lo traduce y el secreto de la ciencia cuyas palabras interpreta»
Yehudá ben Shlomó Aljarizi (El rimador: Jarizá significa, en hebreo, «rima») fue un poeta nacido en el año de 1165 pero no está claro si en Toledo (Reino de Castilla) o en Barcelona (Reino de Aragón) Criado en una familia culta y adinerada -de origen en Jerez de la Frontera, Cádiz, (otros dicen que de Sevilla) y huidos de la crueldad de la invasión almohade hacia los reinos cristianos- Al´Jarizi tuvo una educación exquisita y una juventud placentera; él mismo nos lo cuenta en la obra monumental que fue uno de los grandes hitos medievales de la poesía en hebreo , «Tajkemoni» : llena de felicidad y riquezas en los jardines de azucenas del placer.
Y también de disciplina en el estudio, pues su erudición versaba sobre Medicina, Torá, Talmud, Filosofía, Gramática, dominando el árabe, el hebreo, el arameo, el latín y el griego.
Compongo en lengua hebrea, árabe y aramea porque las tres me están sometidas.
Y rodeado de lo más granado de la intelectualidad que reunió en su corte Alfonso VII por consejo de r Yehudá ben Yosef, nasí (principal) de la aljama toledana , que convenció al Emperador para que los judíos pudieran asentarse en Toledo y allí vivir en paz: la época dorada de la Escuela de Traductores de Toledo
Ibn al-Sha’ar al-Mawsili, su biógrafo, es quien nos da incluso datos sobre su aspecto físico: alto, canoso y de rostro dulce.
También sabemos que viajó muchísimo de aljama en aljama, no sólo por la Península Ibérica -Sfarad- componiendo versos por encargo de potentados que le acogían en sus casas, sino también por distintas plazas del Mediterráneo, tanto occidental como oriental. De todo su periplo hay una conclusión general: estaba asombrado de la poca soltura que los judíos tenían en lengua hebrea.
Sus grandes viajes -no contamos entre ellos sus eventuales periplos por el continente europeo- comienzan en 1215 y, según sus poemas, se entiende que visitó más de cincuenta lugares -quizás imitando a su predecesor, BENJAMÍN DE TUDELA.
Alejandría, El Cairo, Jerusalén, Tsfat, Damasco, Baalbec , Jalab (que es Alepo, en italiano) Jarán (patria chica de los hermanos de Abraham) Mosul, Bagdad, Basora y desde allí a Teimán, que es Yemen.
En aquella época la lengua vehicular en Sfarad era el árabe hispánico clásico, pero él, avezado en un dulzor intelectual sin límite, tradujo muchas obras del árabe al hebreo. Por eso tradujo , de HA´RAMBÁM, su «Moré nebujím» (mal traducido como «La Guía de los Perplejos» en castellano contemporáneo; Moré Nebujím, literalmente, es el Maestro de los Avergonzados) Para muchos, la traducción al hebreo de «Moré Nebujím» es mejor que la de Ibn Tibón, quizás más conocida, más provenzal.
No sólo se dedicó a la traducción -el arte de escribir en una lengua lo que otro escribió en otra- sino que también tuvo su propia producción personal , tanto en árabe como en hebreo.
Sobre todo, pasa a la historia de la literatura hebrea por componer en prosa rimada el ya mencionado Tajkemoni, una obra cuya macro-estructura está formada por 50 episodios en las que un narrador cuenta distintos relatos de los que es protagonista un curioso personaje, mezcla de pícaro y sabio, que sólo se identifica o es reconocido al final de cada escena. Literatura de exempla. Pero hebraica exemplum.
Las ediciones de la obra comienzan en Constantine, Argelia, en 1571. La última es de 2010. En español, Las asambleas de los Sabios (Tahkĕmoní) (Universidad de Murcia, 1988), edición preparada por Carlos del Valle Rodríguez.
Es una obra no exenta de humor picaresco (como en El Libro del Buen Amor, casi un siglo posterior, pues el Tajkemoni es de 1220 y la obra de Juan Ruiz es de 1330)
Entre sus traducciones al hebreo medieval destaca la que hizo de Al Jariri, poeta de Basora, puerto hoy de Irak en el Golfo Pérsico, que había vivido un siglo antes que Al´Jarizi y que era leído en todo el orbe de la cultura de entonces.
Al´Jarisi está considerado como uno de los grandes poetas de la Edad de Oro de la Lengua Hebrea en Sfarad, a la altura de Ibn Gabirol o Yehuda Ha´Leví.
Falleció la noche del 3 de diciembre de 1225 en Arám Tsobá ,que es como los judíos llaman a Alepo. era la primera vela de la fiesta de Januká.
En los días de mi juventud, cuando la fortuna era todavía mi sierva, y cuando la suerte sacaba sus huestes en plan de batalla a mi servicio, los vaivenes de la fortuna eran dirigidos por las bridas de mi deseo.
Como es habitual en el barrio de Rejavia (Jerusalén) en el que sus calles están dedicadas a todos los grandes de la edad de oro de Sfarad, también allí hay una calle para él, paralela a Abrabanel y Ha´Rambám.