YITSJAK LEONINI AZULAY

Historia de un nieto de Ha´Jida en Berlín a fines del S XVIII y en Londres a principios del S XIX.


R. Jaím Yosef Azulay -más conocido como HA ´JIDÁ– tuvo dos esposas y ambas se llamaron Rajel. Hacia 1743, con Rajel Braja – la segunda esposa, natural de Pisa- fueron padres en Jebrón de un niño al que llamaron Refael. Este, a su debido tiempo, se casó con Simja Asco, también italiana, y fueron padres de un niño en cuya tumba dice que nació en Livorno en  1767, pero que en algunas fuentes  dicen que nació en Jerusalén. Ese niño pasa a la historia con el nombre de Yitsjak Yosef Leonini Azulay. (Y.L.A, en adelante)

 Un año antes de hacer su Bar Mitzvá, en 1779,  el adolescente pasó a cargo de su abuelo, que a la sazón era la máxima autoridad rabínica del mundo en aquel entonces. Ha´Jidá vivía entonces en el puerto franco de Livorno, en la Toscana. Refael, el padre del chico, transitaba de comunidad en comunidad por toda Europa, recaudando fondos para levantar y sostener la maltrecha congregación en Eretz Israel. Aunque después se radicó en los Países Bajos , donde se dedicó al comercio de los libros en hebreo.

 Tras el Bar Mitzvá, Y.L.A. fue enviado a estudiar a una yeshiva en la ciudad de Pressburg (hoy, Bratislava. Por aquel entonces era la ciudad más importante del Imperio Austro-Húngaro, bajo María Teresa de Austria.) El señor al que designaron para llevar al chico hasta la yeshiva de Pressburg le dejó solo en mitad del camino, huyendo con el dinero que le habían dado; no obstante, el chico pudo acabar sus estudios en 1784.

 Ya adulto, decidió no ir con sus padres a Holanda y, según se desprende de alguna  carta del abuelo, durante años no supieron ni en dónde paraba. Enviaron a un tío a buscarlo, pero nunca lo encontró en ningún sitio. Estaba en Viena , les dijeron. Pero no lo encontraron porque se había marchado.  Su destino había sido Berlín. Allí, como carecía de medios para subsistir, pidió un préstamo a un banquero que conocía a su abuelo. Se lo concedió a cambio de impartir clases de italiano para sus hijas. Fue así como se hizo famoso entre el círculo social del banquero, que pasó a ser su alumnado. Incluso redactó manuales de la lengua de Dante, además de una antología de literatura italiana. Y dejó de usar el nombre de Yitsjak para sólo usar el de Yosef. La vida le sonreía. Se puso tan de moda en Berlín estudiar  con él italiano  que hasta la princesa Augusta de Prusia -dada a la pintura al óleo-  quiso parlare l´italiano. (El S XVIII tiene como corriente estética el neo-clasicisimo, la rehabilitación de las formas clásicas del Re-Nacimiento italiano, herederas del clasicismo greo-latino)

 En 1797, Leonini se reconcilió con la familia -incluso con el abuelo, que todavía vivía, pues fallecerá en 1806. El motivo de este retorno al núcleo al familiar, al menos vía espístolar,  fueron los esponsales con Jitel Leonini,  miembro de una familia judía de la burguesía berlinesa, los Muhr. Pero por desgracia falleció al año. Sin descendencia. Y.L.A tomó de ella el nombre Leonini, suponemos que en homenaje a ella. Luego -el abuelo ya no conoció esto-  se enamoró de Bella, una mujer ya casada, pariente de la esposa difunta, con la que en 1813  tuvo un hijo, Bondy Yomtov Azulay. La familia pasó a vivir en Hamburgo. Por ese tiempo la ciudad acababa de liberarse de la invasión napoleónica y hubo una serie de inestabilidades políticas que degeneraron en antisimitismo. La familia decidió irse de allí y radicarse en Londres. Fueron una familia muy activa dentro de la comunidad sefardí de la calle Bevis Marks. Murió el 17 de julio de 1840, recitando parte del salmo 92.

En la Biblioteca del Principado de Asturias pueden encontrarse  una obra con el título de  «El Delincuente Honrado». Su autor,  Gaspar Melchor de Jovellanos, intelectual asturiano de la época de la Ilustración -falleció en 1811. En 1773, estando en Sevilla, redactó una obra de teatro que versa sobre la ejecución de un tal Torcuato, que mató al anterior marido de su esposa en un duelo, y es juzgado por un señor que resulta que es su propio padre. La obra no está en español, sino en alemán.  En 1794, Leonini,como era llamado en los círculos cultos, publicó en Berlín una traducción de esa obra, que en su tiempo llegó a tener 30 ediciones, de tanto éxito como cosechó en varios países europeos y alguno americano.

También en la época de Napoleón escribió un manual de etiqueta bélica – el ensayo es  género literario primordial   del S XVIII- y la obra impresionó mucho al zar Alejandro I, que le invitó a San Petersburgo para que trabjara en su corte.  Y.L.A , que odiaba el mundo ruso y su lengua, declinó amable y cortesmente la invitación.

 

Bibliografía:

Isaac Leonini Azulay R. D. Barnett, Gertrude Azulay, A. Schischa and Jacob JacobsonTransactions (Jewish Historical Society of England) Vol. 19 (1955-59), Jewish Historical Society of England