Uno de los grandes nombres del judaísmo, tanto como por su obra escrita como por su actividad internacional como emisario.
RABI ABRAHAM BEN MORDEJAI AZULAI, tras las duras condiciones de la vida judía en la segunda mitad del S XVI en Fez, Marruecos, puso rumbo a Eretz Israel en 1605. Allí, una de sus hijas casó con r David Yitzjaqui, rabino principal de Jerusalén, y concibieron, en 1661, a r. Abraham ben David Yitsjaki, que en 1715 fue Rishon Le´Tsión. Hijo de éste fue r Rafael Yitzjak Azulai, asentado en Jebrón y que será, el padre de Jaím Yosef David Azulai, más conocido por su acrónimo : Ha´Jidá. Generaciones de generaciones de sefardíes entre las dos puntas del Mar Mediterráneo. El padre era quinta generación de anusím.
Ha´Jidá nació en Jerusalén , el mes de siván del año 5484 , que fue el de 1724
Su maestro en la yeshivá fue R YONA NAVÓN y , en la yeshivá de «Keneset Israel», R. JAIM BEN ATAR, mientras que en «Beit Yaakov», estudió con r Yitzjak Hacohen Rapaport y en «Bet El», con r Jaim Algazi. Cuatro grandes rabinos -como las cuatro esquinas de la tienda de Abraham- que convergen en los fundamentos de un rabino que será enorme hasta nuestros días.
Su primera esposa se llamó Rajel y era hija del rabino Nissim Braja -uno de los más reconocidos sabios de Jerusalén. Concibieron dos hijos, el rabino Raphael Isaiah, que fue presidente de la corte rabínica de Ancona, Italia, y el rabino Abraham, uno de los sabios de Jerusalén; también fueron padres de tres hijas: Sarah, casada con un residente de Livorno; Simja, esposa del rabino Avraham, hijo a su vez del rabino David Pardo; y Clara, que murió en su niñez.
Viajó muchísimo y tuvo a bien registrar sus peripecias en un diario que escribió para sí mismo, llamado «Círculo del Bien». Estando en Túnez para cumplir una misión de la comunidad judía de Jebrón, recibió el mensaje de que su esposa había fallecido hacía siete meses antes. El no dijo nada para no verse en el compromiso de que la comunidad de Túnez le ofreciera como esposa a una de sus hijas. Cuando pasó a Livorno, sí se casó con la hija del rabino de Pisa.
Las campañas de recaudación de fondos en beneficio del desarrollo de la comunidad de Jebrón comenzaron el 16 de enero de 1752 y duró ni más ni menos que seis años (regresó a Jerusalén un miércoles de Nissan de 1758, para celebrar Pesaj) Dos años después, fue designado rabino de la comunidad hispano-portuguesa en Amsterdam, la más importante y rica de las comunidades españolas del mundo entonces, pero rechazó la propuesta y permaneció en Jerusalén durante varios años.
Para el desarrollo de la comunidad jebronita también fue enviado a Constantinopla con el objetivo de tratar de convencer a las autoridades otomanas de la cancelación de un nombramiento inadecuado de un líder de la comunidad, pero fracasó en su misión y esa persona fue nombrada.
El 5 de enero de 1764, se mudó a Egipto para ejercer durante cinco años como presidente del tribunal rabínico de Alejandría, que abandonó por eventos políticos de Egipto. Fue entonces cuando se radicó en la ciudad santa de Jebrón definitvamente. No obstante, el 16 de octubre de 1772 se embarcó en su último viaje en beneficio de la comunidad jebronita; y de éste viaje no regresó, pues el 18 de septiembre de 1778, completó su misión en Livorno y, a pedido de la comunidad judía local, se estableció en la ciudad hasta su muerte, el once de adar del año 1808. Ha Jidá aceptó ser el líder espirtitual de Livorno con la condición de que pudiera dedicar su tiempo a escribir e imprimir sus ensayos; de hecho es en las imprentas livorninas donde se publicaron la mayoría de ellos; y como hemos dicho, allí también murió y fue enterrado por primera vez.
En 1956, cuando habían pasado ciento cincuenta años desde su fallecimiento, el rabino mayor de Israel Yitzhak Nissim inició una campaña de reivindicación especial por Ha´Jidá: trasladar los huesos desde su tumba en Itali hasta un cementerio en Israel con la aprobación de la comunidad livornesa. El martes 20 de Iyar de 5720 (17 de mayo de 1960) el último deseo escrito de Hida de regresar a Israel «se hizo realidad» y fue enterrado en el cementerio de Har Ha´Nemujot. Para este inusual evento de la Historia del Mundo Rabínico tenemos una entrada: HA´JIDA EN EL MONTE DE LOS REPOSOS
Su obra escrita es profusa y variada, además de reputada e indispensable. Escribió un Sidur, titulado «Tefilat Yesharim», La Oración de los Rectos, y por supuesto nos dejó un vasto espectro de literatura halájica, incluido un importante comentario sobre el «SHULJÁN ARÚJ», titulado ‘Birkei Yosef’ ; este comentario es tan importante para comprender el Shulján que aparece en la mayoría de las ediciones de la obra magna de Yosef Caro (que es la que marca el inicio de nuestra era rabínica)
Su obra más famosa es Shem Ha´Gdolim, «El Nombre de los Grandes» , que se compone de una miscelánea biográfica de jajamím desde la época de los últimos gaones, antes del S X , que es cuando empieza la de los rishonim en Sfarad, hasta los de su propia generación. La segunda parte es una bibliografía de 2200 rabinos. Una llave de estudio inmensa para poner orden en el proceloso océano de la sabiduría rabínica en el mundo de las yeshivot.