Aprobado en la Kneset el presupuesto millonario para realizar un programa de reconocimiento cultural y político de quien fuera el quinto presidente de Israel, el primero de origen sefardí, y gran embajador de la cultura sefardí por todo el mundo.
Naftalí Bennet, actual ministro de educación del gobierno israelí, anunció ayer que el Estado ha tenido a bien aprobar una propuesta del diputado Shuli Muallen Rapaheli para recordar , agradecer y difundir el gran legado cultural y político de quien fue quinto presidente del Estado de Israel.
El proyecto incluirá una serie de actividades diferentes, como eventos y conferencias ,además de la promoción de nuevas iniciativas en aspectos culturales, tecnológicas y educativas: el proyecto incluirá el desarrollo de exposiciones didácticas y exposiciones dentro del sistema educativo isarelí, así como para el público en general, poniendo énfasis en la vida, el trabajo y el patrimonio realtivo a Navon. Para promover el proyecto, se asignarán 32 millones de shéquel… En el próximo mes, se establecerá un comité directivo interministerial para determinar la forma de implementación de las acciones, dentro y fuera del sistema educativo.
Yitzhak Navon, el quinto presidente del Estado de Israel, dejó una marca importante en el sistema educativo como ministro de Educación. En su legado, Navon promovió valores educativos importantes como la unidad, la solidaridad y la cohesión social. El objetivo de este proyecto es cultivar estos valores.
Nacido en Jerusalén (1921) Navón tenía un padre sefardita de Marruecos y una madre sefardita de Turquía, emigrados a Israel en 1884. Los descendientes maternos provienen de una de las más antiguas familias actuales en Jerusalén, los Beni Baruj, todos ellos descendeintes de David baruj Mizraji, que se instaló en Jerusalén en 1643. No se sabe si vino directamente de Venecia, donde se habían instalado los sefarditas tras la expulsión, o de Estambúl.
Durante la Guerra de Independencia sirvió en las fuerzas de inteligencia de la Haganá por saber árabe . Luego se diplomaría en Literatura Arabe por la Universidad de Jerusalén. Sirvió como diplomático en Argentina y Uruguay para luego en el gobierno de David Ben Gurion ser ministro de cultura. Después de varios cargos políticos fue el primer presidente sefardí que tuvo Israel, y el que firmó las relaciones diplomáticas con España.
Para muchos israelíes será siempre conocido como el autor del libreto del Jardín español, Bustan Sfaradí, musical de 1970 que aún se sigue montando en el Teatro Habima de Tel Aviv . Sus canciones , en ladino y en hebreo, describen la vida de la comunidad sefardí en la Ciudad Santa
Apartado de política activa en las dos últimas décadas, siguió al frente de actividades culturales y hasta hace pocos meses fue director de la Autoridad del Ladino en Israel. Fue un gran estudioso de la Inquisición española, pero con sus obras más conocidas contribuyó a revivir las tradiciones sefardíes y el uso del ladino, el idioma que llevaron consigo los judíos expulsados de España. Tras publicar el Romancero sefardí, asentó su celebridad como asesor y narrador en documentales para televisión sobre el legado judío en España
En su discurso fúnebre de despedida, el actual presidente, Reuven Ruvlin, rindió homenaje a “un hombre del pueblo”. El anterior jefe del Estado, Simón Peres, alabó su contribución para erradicar el analfabetismo en Israel. Y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, elogió al líder que salvaguardó “el legado de las comunidades sefardíes judías”.
