YOSEF HA´NAGUID Y LA MASACRE DE 1066

Hijo y sucesor del principal de la judería andalusí, fue asesinado un 30 de diciembre en la gran masacre de Granada.


Rabí Yosef ben Shmuel Ha´Levi Ha´Naguid -llamado por los árabes Yusuf ibn Nagrela- nació en la ciudad de  Granada el quince de septiembre de 1031 o de 1035, que en esto no hay acuerdo. Si nació en septiembre de 1031, lo hizo dos meses antes de la abolición formal del Califato de Córdoba, que se desfragmenta en 25 circunscripciones administrativas independientes llamadas «taifas». El fin del poder de los omeyas en Al Andalus y el principio de la dinastía de los bereberes ziries. Estos, venidos desde lo que hoy llamamos Argelia, habían tomado la plaza de Elvira en 1013 y pasaron la capital a Granada. El fundador de la dinastía zirí en Granada fue envenenado por su sobrino, Jabús Ben Maksán, que se hace con el poder entre 1019 y 1038. En 1030, Shamuel Ha´Naguid, principal de la comunidad hebrea, es nombrado visir de Ben Maksán.

Yosef, el hijo del visir y el  primogénito del mandamás de los judíos, fue educado con esmero en árabe y en hebreo, heredando de su padre el gusto por el arte de la poesía y el conocimiento en general. Tras recuperarse de una enfermedad con la mejor famacopea que había entonces en el mundo, fue enviado a estudiar a Kairuán -hoy en Túnez- donde ya entonces se había levantado una de las más importantes yeshivot del momento, la de r. Nisim bar Yaakov. Cuando regresó a Granada, lo hizo casado con la hija de este rabino.

Una de las primeras cosas que hizo en Granada fue reunir en un «diwan» (una antología) todos los escritos de su progenitor; el objetivo,  publicarlos con un prólogo en el que ensalza la figura de su padre ausente desde 1056. En este prólogo también nos ofrece mucha información sobre sí mismo; por ejemplo, que con tan sólo 9 años de edad había acompañado a su padre en campañas militares contra las taifas de Sevilla, Málaga, Almería y Carmona. De hecho, Shmuel Ha´Naguid recibió el cargo de visir por haber ayudado a Jabush ibn Maksan en la disputa por el poder con su primo, Yaddair ben Jubasa. Jabush tenía dos hijos: el primogénito, Badis, y el otro, Bulukim; éste era el que los bereberes querían que sucediera a su padre. El resto, incluídos los judíos, querían que lo fuera Badis.

 Yosef  sucedió a su padre en el cargo de presidir la comunidad judía. Este cargo lo ostentó  durante nueve años;  y no sólo eso,  sino que también le sucedió como visir cuando sólo contaba con 21 años (que aunque no son los 21 años de hoy en día no deja de ser una edad muy temprana para ostentar tantísimo poder como el que un visir podía tener. Por eso se baraja que naciera en 1035 y sucediera a su padre en 1056)

Quizás la inexperiencia de la vida en tiempos de juventud fuera uno de los factores de su ruina.

A diferencia del padre,  que consta fue una persona de gran humildad -aun dentro de su gran riqueza- y de gran simpatía y afabilidad, el hijo tenía un carácter altivo y prepotente. Además de estos defectos de carácter, incurrió en el detestable error de abusar de su poder como visir,  favoreciendo a determinados judíos cercanos a su persona para que, como él,  disfrutaran de las delicias y prebendas inherentes a los  altos cargos dentro de la corte  granadina. Por si fuera poco, también se le censuraba por hacer gala de cierto nivel de despotismo y violencia.  Todos estos factores y hechos de su biografía generaron, día a día, una gran animadversión hacia su persona, especialmente por parte de los bereberes, que eran la mayoría de la ciudad, y que dentro de su interpretación rigorista de EL Korán, consideraban a Yosef como inmoral, además de infiel (dimi) Corría el rumor de que Yosef había ordenado envenenar al hijo pequeño del rey Jabush, Bulukim, al cual su padre había puesto como gobernador de la taifa de Almería. Quitado de en medio, al rey Jabush sólo le podría suceder Badis, el primogénito (que era a quien apoyaban los judíos.)

Con este peligrosísimo panorama, el  mayor enemigo de Yosef  fue un bereber, consejero del príncipe, llamado Abu Yitzjak de Elvira. Era éste un poeta con altas ambiciones que vio frustrados sus deseos de literato en la corte; usó entonces su arte para dar rienda suelta a su frustración componiendo unos ácidos versos contra el visir. Este tipo de propaganda circulaba por toda Granada como hoy lo harían los periódicos. Badish, no obstante, confiaba plenamente en la fidelidad de Yosef Ha´Naguid; pero pronto empezaron a crecer los problemas: los bereberes inventaron la calumnia de que Yosef pretendía asesinar a Badish para entregar el poder a su más acérrimo enemigo, Al Mutasim, rey  de la taifa de Almería.

Cuando esto se hizo público, Granada se estremeció en un clamor de indignación. El 30 de diciembre  de 1066, una iracunda turbamulta enturbantada asaltó el palacio de los ziríes granadinos. Yosef consiguió guarecerse en el pozo donde se guardaba el carbón, tiznándose la cara de negro para no ser reconocible. Pero la estratagema no resultó. Fue sacado del pozo y por orden del propio Badis fue crucificado en la Puerta de Elvira, que era el lugar junto al cual estaba la tumba de su padre, Shmuel Ha´Naguid.

La fuente de los leones (son leonas) reminiscencia del Mar de bronce del Templo de Jerusalén, estaba en la casa del visir  , y luego pasó a la Alhambra.

La violencia desatada en Granada aquel 30 de diciembre fue de una magnitud inusitada y marcó un punto de inflexión entre las relaciones del Islam andalusí y los judíos de la Península Ibérica:  muchos, en virtud a estos eventos, emigraron a Zaragoza o Toledo. De la familia  de Yosef sólo se salvó su esposa y sus hijos, que lograron huir hasta Lucena, hoy en la provincia de Córdoba; allí, el hijo primogénito , Abraham, perecería en su juventud, asesiando por no querer convertise al Islam,  con lo que se extinguió la dinastía; el otro hijo , Azarías, murió por enfermedad. No obstante, antes de eso,  fue rabino que creó yeshivot en muchas comunidades.

Tras el asesinato de Yosef, los rebeldes cargaron contra toda la judería. La masacre de judíos de Granada de 1066  – 9 de tevet de 4827 – se saldó con unas cuatro mil víctimas mortales; los que quedaron con vida por haber podido huir, tardarían unos años en tener el privilegio de poder regresar a Granada.  Fueron pocos los que lo hicieron. Estamos hablando de  la primera masacre de judíos en tierras de Sfarad; el hecho era de tal gravedad que  pronto fue conocido en toda Europa, así como en los territorios del califato abasí. Los historiadores  Lucien Gubbay y Norman Roth,  grandes conocedores del tema de los judíos en Al Andalus, convienen en que fue el primer pogromo de Europa (aunque nosotros no hablaríamos de pogromo, palabra rusa para las matanzas zaristas,  que no necesitamos  en español.)

Estos funestos hechos históricos de la judería andalusí ilustran una realidad a la que no conviene dar la espalda porque hacerlo tergiversa la historia. Recuérdenlo cuando les hablen de la convivencia idílica de las tres culturas y demás manipulaciones  ajenas a la historicidad, porque dejar caer en el olvido el pasado es también una forma de violencia -intelectual, pero violencia al fn y al cabo.

Bibliografía:

  •  A. M. Habermann, “Yehosef bar Shmuel ha-Nagid”, en Tesoro de los judíos sefardíes: Estudios sobre la historia de los judíos sefardíes y su cultura, vol. 4 (1961)
  • T. Beeri, “Yehosef ha-Nagid a la luz de los documentos de la Genizah de El Cairo”, en J. Targarona Borrás y Á. Sáenz-Badillos (eds.), Poesía hebrea en al- Andalus, Granada, Universidad, 2003