DAVID SAMUEL CARASSO

Autor de una de las primeras obras que se interesó por la situación de los judíos de Yemen.


El apellido Carasso -a veces escrito con variantes-  es bien conocido en la judería de Salónica desde principios del S XVIII, que es cuando vivió el jajám David Ha´Levy Carasso El Viejo, presidente del tribunal rabínico -Av Beit Ha´Din- y padre también de dos jajamím, Samuel y David. Este último tuvo un hijo al que llamó como el abuelo, y es a este nieto al que conocen como jajám David HaLevy Carasso El Joven. Todavía habrá otro más: el que en 1867 publique la obra de Carasso El Viejo, jajá, YItzjak Ben Yehudá Carasso.

De todos ellos , pero no sabemos en qué grado, desciende David Samuel Carasso, que se dedicó en principio al comercio, pero a quien se le recuerda por sus escritos. En 1874 fue enviado al Yemen por cuestión de negocios -pocos años antes había estado allí YOSEF HA´LEVY. Carasso no se dedicó al estudio de la epigrafía hebrea, como hizo el de Adrianópolis, sino que se dedicó a la observación de la comunidad hebrea de entonces en Saná.

Al año siguiente, ya de vuelta en Salónica, publicó un libro en judeo-español con título en hebreo: Zijron Teimán, Recuerdo del Yemen.  Las lenguas occidentales lo mal traducen como Viaje al Yemen.

Y de subtítulo, en caracteres rashi, como procede para escribir en ladino, «historia de los judíos de la parte de Teimán t otras naciones». Una obra de 195 páginas y de indudable valor antropológico que sólo fue traducido al hebreo en 1976.

La edición príncipe está guardada en la Biblioteca Nacional de Dinamarca desde 1984,  en la colección de S. Heimann, Die Ladino-Litteratur mit hebräischen.

En la obra, podemos seguir el periplo de Carasso por todo el interior de Arabia, incluidos Sada, Aseer, Sanaa, etc., y comprobar que estaba especialmente interesado en la última comunidad nombrada, pues se recrea en su descripción.  Para mejorar la condición de los judíos de Yemen, escribió a la Asociación Anglo-Judía y al rabino jefe de Constantinopla, entonces r. Moses Halévy,  quien envió a  r Isaac Saul, rabino de Constantinopla, a Sanaa como rabino jefe para que pudiera ayudar a aquellos judíos yemenitas cuyo aislamiento les envolvía en pureza.

Existe una segunda edición publicada en el periódico ladino El Tiempo, en 1880. Así mismo, en hebreo, existen varias obras homónimas que no tienen nada que ver con la obra de Carasso, aunque obviamente sí con la comunidad judía de los yemenitas.

Una de las primeras fotografías de los judíos yemenitas