EL PEOR PREMIO DE LOS GOYA 2019

El escándalo antisemita de la entrega de los Goya: «Gaza», premio al mejor documental, censurado la semana pasada en Madrid, sirve para pedir que Israel debiera ser expulsada de Eurovisión, de cuyo certamen de este año es anfitriona.


La  semana pasada, la consabida prensa antisemita de la izquierda de salón española publicó que el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, había  exigido al centro pastoral de San Carlos Borromeo la cancelación de la  proyección del documental «Gaza, una mirada a los ojos de la barbarie» 

Según un diario que se lee en todo el país,  la cancelación era debida a  «presiones de la comunidad judía». O eso dice el diario, aunque ambas informaciones sean de dudosa veracidad.

.El Arzobispado de Madrid, a quien aplaudimos por ello,  sí confirmó haber pedido no proyectar la cinta.  Como cabe esperar, pues de eso se trataba, las redes sociales echaban humo. Pero no porque los cristianos palestinos sufran el acoso del integrismo islámico de organizaciones terroristas como Hamas.

La película documental , dirigida por  el catalán Carles Bover Martínez y Julio Pérez del Campo, estaba nominado a un premio Goya 2019 -los Oscar del cine español- un certamen siempre polémico porque la industria cinematográfica , nadie entiende por qué, está subvencionada con dinero público y,  además de producir cintas en muchos casos ofensivas para gran parte de los españoles que les subvencionan,  utilizan la endogámica entrega de premios para emitir comunicados absolutamente ajenos al arte de la cinematografía.

El documental en cuestión fue premiado como mejor película en su categoría. Subieron a recogerlo los dos directores. El discurso de agradecimiento no fue para dar las gracias sino para manifestar soflamas de incitación al odio contra Israel.

El director  Careles  Bover, no es la primera vez que hace una película sobre este tema. Previamente realizó «Gas the Arabs», sobre la situación de la Franja de Gaza.

Es lamentable que el conflicto nunca se terminará porque gente como esta -y otras organizaciones y medios de prensa-  sacan provecho económico anualmente del mismo, cuadrando sus cuentas mientras mantienen a la gente ocupada en este conflicto y deliberadamente evitando así otros que irían en contra de sus ideales políticos o sus mecenas.