Nota biográfica del rabino de Zaragoza que se enfrentó intelectualmente a las posturas filosóficas de Ha´Rambám.
Jasday Crescas (y no Hasday porque en español la /h/ es muda) nació en la judería de Barcelona en 1340, el año en el que, paralelamente a la peste negra, tras la Batalla de Salado, Cádiz, Alfonso XI vence a los benimerines de Al Andalus; en Aragón reina, con apenas 20 años, Pedro IV, que apoyó a Alfonso en la conquista de Gibraltar.
Su padre, patriarca de una familia con medios, fue el rabino Abraham ben rabí Jasday Crescas ; además de con él, Jasday estudió con Nisim bar Reuvén, alias Ha´Ran. esto es, con lo mejor de lo mejor del momento en Barcelona.
Desde muy joven se convirtió en una autoridad halájica que era consultado no sólo por rabinos de la Península Ibérica sino también de lugares lejanos. Fue Juez y presidente del tribunal rabínico de Barcelona.
En 1383 fue protagonista de una conversaciones con el rey de Aragón, Pedro IV El Ceremonioso, para pactar los derechos de los judíos de Aragón en aquel tiempo. Parece ser que causó muy buena impresión al rey y, tiempo después, ya en tiempos de Juan I, se le dio el honor de ser reconocido como cercano a la casa real, pudiendo aprovechar tal situación para estar al tanto de las últimas novedades de los saberes profanos de su época.
Aun así, esto es, a pesar de disfrutar del favor del rey, o precisamente por eso, fue encarcelado en 1378 por unas calumnias, pero su gran dolor vendría unos años después, cuando, en las matanzas de 1391, su hijo único fue asesinado. Los detalles de la matanza y la profundidad de su dolor nos son conocidos por una carta que escribió a la comunidad francesa de Avignon. De su cercanía a la casa real surge que la aljama de Zaragoza no sufriera destrucción en 1391.
Rehizo su vida casándose con una tal Yamila que le dio cuatro hijos más.
Su pensamiento filosófico, como el de muchos de su época, es eminentemente religioso, esto es, irracional, opuesto por lo tanto al racionalismo aristotélico de Ha´Rambám. Su obra principal lleva el nombre de «Or Ha´Shem» (La Luz de El Nombre) que es una obra en la que -tras quince años de redacción- refuta al mismísimo Maimónides, como uno más de los muchos que se opusieron al sistema de conciliación filosófica de El Aguila, en quien converge el neoplatonismo aristotélico , típico de la Edad Media, con la idiosincrasia propia del judaísmo . Una modernidad ante la cual no todo el mundo estaba preparado. Crescas admiraba a Maimónides por su inteligencia, pero se sintió obligado a rebatir sus argumentos, porque pensaba que así salvaba al judaísmo de la asimilación y, por tanto, a la herejía. Su obra trata de dilucidar el lugar del judaísmo entre el determinismo y el libre albedrío. Su obra fue especialmente influyente en Spinoza. E incluso en Isaac Newton.
También escribió sobre los dogmas de los cristianos , «Abolición de los Principios del cristianismo» que será una obra que usen los rabinos cuando la Disputa de Tortosa.
Su proto-sionismo era tan profundo que ayudó a muchos a ir a Sión, incluso aprovechó sus contactos para ponerse en contacto con los mamelucos de Egipto con el objetivo de conseguir que Palestina fuera un refugio para los judíos de toda la diáspora de entonces.
Una calle del barrio de Shapira, en Tel Aviv, lleva su nombre.
