LOS SEFARDÍES DE TRANSILVANIA

De cómo y por qué se crea una comunidad judía en la ciudad de Alba Iulia.


 El 29 de agosto de 1526, en la batalla de Mohács, Luis II de Hungría es derrotado por el sultán otomano Solimán I. El rey húngaro murió sin designar herederos y, entonces, el país se enzarzó en una guerra civil durante doce años. A su término, la mayor parte de Hungría fue absorbida por el Imperio Otomano hasta el S XVII (lo cual hizo que prosperan los judíos de Buda); solo el tercio oriental del reino,  mantuvo cierta autonomía, transformándose en el Principado de Transilvania. La alta nobleza húngara gobernaba, aunque con cierto nivel de vasallaje al sultán.

Abraham Sasa, que era un conocido médico de Constantinopla, era el físico personal y consejero del  príncipe Gabriel Bethlen de Transilvania. Este político tenía dos objetivos: reunificar el reino de Hungría y hacer de Transilvania un principado próspero y culto. Para el segundo fin, Sasa le aconsejó que fomentara el asentamiento de judíos en sus tierras. Así, el 18 de junio de 1623, Bethlem hizo público un edicto en el cual se otorgaban todo tipo de privilegios a los sefardíes del Imperio Otomano que quisieran establecerse en sus dominios. Aunque con una condición ineludible: sólo en la ciudad de Alba Iulia. (Carlisburg en ladino) Pero por otro lado, tendrían una total libertad de movimientos, así como poder dedicarse a todo tipo de labores, especialmente las comerciales, y la posibilidad de practicar el judaísmo abiertamente. No está claro cuántos judíos se establecieron en Alba Iulia después del decreto emitido por Gabriel Bethlen. Según el censo general de 1753 había 31 familias judías en la ciudad en ese momento. Más las que sin duda habría «de paso», sin censar.

Tras las victorias de los Habsburgo contra los otomanos, Transilvania se integró en el sistema estatal austriaco, lo cual tuvo importantes consecuencias para todos los habitantes del principado, incluido el sector hebreo.  Fue entonces cuando los judíos asquenazíes comenzaron a establecerse en la provincia, procedentes en su mayoría del Imperio Habsburgo. En Transilvania, los Habsburgo sólo reconocieron formalmente a la comunidad judía de Alba Iulia. Como tal, el rabino principal, máxima figura administrativa y judicial sobre los judíos del principado, era elegido por la comunidad de Alba Iulia. El primer rabino principal conocido fue el sefardí Abraham Isaac Russo (m. 1738).

A finales del siglo XVIII, los judíos se habían asentado en otras partes de Transilvania a pesar de las restricciones legales existentes. En 1779, la emperatriz María Teresa ordenó una vez más que todos los judíos que vivían en Transilvania se concentraran en Alba Iulia; pero este plan, sin embargo, fue suspendido por su hijo, el emperador José II, quien también permitió la construcción de una sinagoga sefardí, un proyecto que se había propuesto ya en 1774. La construcción tardó más de un siglo en completarse, ya que La sinagoga no se abrió hasta 1886. Funcionó hasta aproximadamente 1980, cuando el gobierno comunista la demolió.

El cementerio de la calle Vasile Alecsandri es el más antiguo de Transilvania y uno de los más antiguos de Rumania. Un registro del cementerio sugiere que existe desde hace casi 300 años y que fue utilizado tanto por la comunidad judía sefardí  como por los judíos asquenazíes de la zona de influencia alemana. No en vano la sinagoga de Alba Iulia también acogía a las dos comunidades. Es posible que entre las dos comunidades se llegara a un punto de disensión, porque hubo dos sinagogas. La nueva fue demolida en 1983, ya que la población hebrea de la ciudad en 1945 decidió emigrar, principalmente a Israel.

En 1938 explotó una bomba en una de las sinagogas. Todas las propiedades de la comunidad fueron confiscadas en 1941 y los hombres fueron detenidos y obligados a realizar trabajos forzados. Sin embargo, la población judía de Alba Iulia aumentó durante la Segunda Guerra Mundial, ya que las autoridades enviaron judíos allí desde las zonas circundantes. Los intensos combates de 1944 provocaron una afluencia adicional. La cifra máxima fue de 2.070 en 1947.