DAVID NIETO, UN RABINO MODERNO EN LONDRES

Notas esenciales sobre el controvertido  rabino, filósofo, astrónomo  y médico de la primera  comunidad sefardí de Londres.


David Nieto fue a nacer  el 10 de enero de 1654, o  lo que es lo mismo, el 29 de tevet, en la aún entonces Serenísima República de Venecia -el primer gueto del mundo- donde su padre, Pinjas, nacido en Portugal, era mercader. Luego, con su esposa Sarah, se dedicó a la fabricación de medias en Roma. El nacimiento de Pinjas en Portugal debió ser algo circunstancial, pues el abuelo de David, el padre de Pinjas, también nació en Venecia. Y si remontamos una generación más nos encontramos con Diego Isaaco Rodriguez Nieto, nacido en Ferrara, y muerto muy joven en México en 1601. El padre de éste, también nació en Ferrara, y era hijo de Juan De Ahumada de Avila (los mismos apellidos que Teresa de Avila, que se apellidaba Cepeda y Ahumada) Juan de Ahumada nació en Avila en 1434, de cuyo ayuntamiento había sido alcalde su padre, Juan Blasquez Dávila de Cordovilla en 1430.

A la vida intelectual, rabí Nieto nace  tras haber estudiado medicina en la universidad de Padua y  tras haberse formado  -desde el punto de vista del judaísmo-   con el  prestigioso rabino Abohav  en el puerto franco de Livorno, en  la Toscana -donde había una gran comunidad sefardí desde que la familia Médeci convirtiera el lugar en puerto franco de libre asentamiento para los judíos.

Allí fue donde   escribió su primera obra, «Paschologia» (Colonia, 1702), en la que explica ni más ni menos que las diferencias de cálculo entre los calendarios de las iglesias griega y romana frente al calendario hebreo, demostrando  los errores que se habían deslizado en el calendario desde el Primer Concilio de Nicea hasta 1692. Maestro en el arte de contar el tiempo -algo fundamental desde tiempos del Saneedrín- fue el primer rabino en determinar los horarios de la comunidad de Londres.

En 1702, Nieto sucedió a Salomón Ayllón como presidente de la comunidad sefardita  del Kahal Kadosh de Shaar Ha´Shamayím, la sinagoga de la calle de  Bevis Marks,  la primer  sinagoga construida en  Londres tras el decreto  de expulsión de los judíos en el Reino Unido;  rabí Ayllon dejó Londres  para irse a  Amsterdam -entonces esto era el camino contrario a lo habitual- y la vacante londinense se adjudicó a Nieto, que dejó libre la de Livorno.

Al poco tiempo de comenzar su rabinato londinense pronunció  una drashá -un sermón-  en la sinagoga de Bevis Marks que  suscitó  una gran polémica con la modernidad de sus puntos de vista, ya que para la audiencia de entonces aquellas palabras le acercaban peligrosamente al mismo lugar  en el que se encontraba BARUJ ESPINOSA,  el hereje judío por excelencia (después del falso mesías Shabtay Tzví)

No obstante, la cosa, si bien dejó claras las intenciones del rabinato de r Nieto,  no fue a mayores; pero sin embargo,  dos años después de haber llegado a Londres, esto es, en 1794, publicó un impactante tratado teológico titulado Della Divina Providencia, ó sea Naturalezza Universal, ó Natura Naturante.

Esta obra le provocó mucha oposición entre todos los jajamím y miembros veteranos que pululaban entonces entorno a Bevis Marks; pero lo que es peor, serviría a sus más enconados enemigos como base para acusarlo ya abiertamente de spinozismo, que en ese período era equivalente al ateísmo, una especie de carcoma que comía desde dentro la solidez de la comunidad, sino del judaísmo en sí. (Entonces no existía el movimiento masortí ni el reformismo ni mucho menos, claro está, el reconstructuvismo) El caso de David Nieto era tan innovador que fue la gran polémica y gran escándalo del sefardismo occidental en el S XVIII.

Sin embargo, Tzvi Ashkenazi, jajám de Amsterdam de los más furibundos contra los seguidores del sabateísmo, fue llamado como árbitro en la polémica y, para sorpresa de muchos,  decidió a  favor de Nieto. Sin embargo, sus detractores, en silencio, continuaban sintiendo que Nieto no era el rabino que merecían los judíos londinenses, y que no era un rabino a la altura de las circunstancias de la ortodoxia. Otros grandes nombres, como Ha´Jidá, en su gran enciclopedia de grandes nombres del rabanismo,  lo encomia sin problema. La polémica parece tener unos tintes comparables a los que suscitaron las polémicas de las obras del Rambám en algunos rabinos escandalizados por la evolución del pensamiento.

Nieto fue  siempre una figura muy controvertida. En su Matteh Dan, o Kuzari  Jelek Sheni  (Segunda Parte de El Kuzarí) escrito en hebreo y español sobre el modelo del EL KUZARÍ de Yehudá HaLevi, defendió la Torá Oral contra los caraítas -que no admiten el Talmud, sólo La Torá-  sacando a relucir las contradicciones en lo esencial del Talmud. Terreno peligroso pero tarea de gran enjundia intelectual. También libró, por contra,  una gran batalla contra  los partidarios de las herejías de SHABTAI TZVÍ, EL MÁS FAMOSO DE LOS FALSOS MESÍAS, como realta en El fuego de la Religión, Esh Dat (Londres, 1715) contra Hayyun, que apoyaba a Shabtai TZevi.

Nieto fue uno de los judíos más conspicuos de su tiempo y se distinguió igualmente como filósofo, médico, poeta, matemático, astrónomo y teólogo. Escritor prolífico, su relación con eruditos cristianos fue extensa, especialmente con Ungar, el bibliógrafo.

Su rabinato pasa a la historia, además de por su erudición científica, talmúdica y astronómica, como conciliador de la fe judía con las teorías de Newton -la naturaleza del mundo no cambia” (Zohar 140a), conmo hizo el Rambám con el aristotelismo en la Edad Media, que todo “el mundo sigue su curso” (Avodá Zará 54b), ver De la Naturaleza Universal o Divina Providencia- a pesar de ser criticado por los sectores más inamovibles de la ortodoxia y por ende convertirse en una de las personalidades judías más controvertidas del S XVIII, el siglo que prepara la emancipación de los judíos que llamaremos luego La Haskalá (La Ilustración, literalmente)

Jajám David Nieto  se reunió con sus padres el 28 de tevet  de 1728, en Londres,  y le sucedió en la nesiut de la comunidad, la presidencia de la comunidad sefardí de Londres, su hijo Isaac.