RAJEL IMENU, LOS MONTEFIORE Y ABRAHAM BEJAR

Historia de las conversaciones con los dirigentes del Imperio Otomano para que los judíos no tuvieran problemas para rezar en lugares emblemáticos para el legado judío en la Tierra de Israel.


Aunque , por supuesto, hay arqueólogos que lo ponen en duda, en el camino de Efrata, que es Belén, al sur de Jerusalén, Rajel, la esposa de Ya´akov,  murió pariendo a Benyamín, el último hijo de Ya´akov Avinu. . Al contrario que su hermana, Lea, que dió a Ya´akov muchos hijos, Rajel sólo había conseguido darle, dieciséis años antes, a Yosef. Hoy, tantísimos siglos después, la recordamos como nuestra madre Rajel, Rajel Imenu, la única matriarca que no fue enterrada con los demás en la Cueva de  Majpelá, Jebrón.

La Tumba de Raquel se levantó en la antigüedad, no se sabe cuándo,  pero de ella dan cuenta testimonios de varias religiones. Quizás el más detallado sea el de aquel gran viajero sefardí que fue Benjamín de Tudela, que en el S XII redactó una especie de guía para comerciantes judíos en la cual da detalles de incalculable valor. Cuando estuvo en Jerusalén también estuvo en la Tumba de Raquel.

En algún momento indeterminado de principios del S.XIX, nació en Jerusalén Abraham Bejar Abraham, quien con el tiempo  se convertiría en uno de los principales de la comunidad sefardí de la Jerusalén de entonces; casado con Rajel Navón,  Abraham Bejar Abraham, nombre de quien dependió la reforma del complejo sinagogal de las cuatro sinagogas sefardíes de la Ciudad Vieja, fue tesorero del órgano representativo de los judíos sefardíes ante el Imperio Otomano, incluso delegado político  de la judería jerosolomitana ante los embajadores de otras naciones. Como tal, fue quien acompañó al joven matrimonio de sir  M. MONTEFIORE, y su esposa, Judith, Lady Montefiore, a visitar, en la segunda visita de los aristócratas ingleses a la Tierra de Israel, la Tumba de Raquel. Los Montefiore, muy devotos desde su primera estancia en Israel, no conseguían la bendición de concebir descendencia y visitaron la Tumba de Raquel teniendo fe de que como ella, al final, sería posible ser padres. De hecho, era tal la impresión de esta figura bíblica que la tumba de los Montefiore en Ramsgate, Kent, es una reproducción de la Tumba de Raquel. Sobre la tumba de Montefiore  esparcieron tierra de los alrededores del lugar.  Pero antes de eso, regaló unos objetos de judaica , todo en plata y diseño exclusivo, al Rishon Letzion vigente.

Por aquel entonces, en el año gregoriano de 1826, comenzaron a darse problemas con el acceso de los judíos a tan sagrado lugar para el judaísmo. Pero Abraham Bejar, que sabía muy bien mover los hilos del mundo diplomático, consiguió que los Montefiore se enamoraran del lugar haciendo que Lady Montefiori, se sintiera identificada con la propia Rajel Imenu. Su marido habló con las autoridades otomanas para asegurar el acceso a los judíos al lugar -dicen que concediendo una habitación anexa para los musulmanes, que enterraban en aquel entorno a sus muertos.

Abraham Behar Abraham, por su parte, cayó en desgracia por  las inestabilidades políticas derivadas de la sucesión en el gran rabinato sefardí. El rabino saliente era Moshé Navón y los oponentes eran, Yehudá Navón y rabí Gaguin; en el proceso, Abraham Bejar fue acusado de irregularidades, juzgado y desterrado durante dos años a Damasco; y después, se le prohibió entrar a Yafo, Jebrón o Jerusalén durante veinte años.

Copa de Kidush regalo de Montefiore.

Sus afectos, que los tenía, lucharon contra la injusticia y al final  consiguieron eximirle de la pena; Bejar entonces regresó a su amada  Jerusalén, pero sin olvidar que había una condición insoslayable:  debía mantener  sus manos apartadas de la vida pública de la ciudad . Por mediación de r Antebi , luego hizo las paces con r. Gaguin.

El 24 de Adar 5665,  que es el año de 1855, Abraham Bejar Abraham murió sin que su nombre volviera a aparecer en ningún registro de Kolelut Sfaradím; no obstante,   fue enterrado  en el Monte  de los Olivos. Tres años más tarde,  lo sería su esposa, Rajel, que  fue enterrada a su lado. En las tumbas de ambos  se erigieron las más grandes lápidas  de su época.