SIMJAT TORÁ

Nota general sobre la fiesta última que celebra el principio de un nuevo ciclo


Simjat Torá -literalmente «La Alegría de La Torá»- es la festividad que en el calendario hebreo celebra dos eventos: por un lado, celebramos que,  después de todo un año de lecturas de las porciones en que se divide La Torá, se ha completado una vez el ciclo anual de lecturas semanales, con la lectura de la última porción , la última parasha (perícopa, en castellano), que es Zot Ha´Brajá: esta es la bendición. (Final del Deuteronomio) Por otro lado, también celebramos que volvemos a empezar el ciclo y por eso se empieza a leer la primera porción, Be´reshit (En el principio)

En Israel esta fiesta cae siempre el 22 de tishré, mientras que en la diáspora se celebra el día 23 del mismo mes.

La fecha de la celebración actual se la debemos a los sabios (judíos) de Babilonia, que transformó la fecha antigua de Eretz Israel, pues entonces el ciclo de lecturas llevaba tres años y medio, y no como ahora, doce meses. También hay un calendario antiguo, de La Torá, donde los meses se nombran por el número que ocupan y un calendario moderno, talmúdico, con los nombres en acadio (la lengua franca de todo Mesopotamia)

En el Sidur de Amrám el  gaón la fiesta se llama «Segundo Día de Shminí Atseret» El segundo día de la Octava Asamblea. En otro sidur de la época también se llama «La última fiesta de guardar». El nombre Simjat Torá aparece por primera vez en el Sefer ha´Jilukím, obra menor de la época de los gaones (entre los siglos VI y X) en el que se tratan las diferencias cultuales entre los babilonios y los eretzisraelíes del S VIII. Obviamente, fue aprovechado por los karaítas para denostar la labor rabínica con El Talmud. Pero sólo será en el S XI en Sfarad, cuando se cierran para siempre las yeshivot de Sura y Pumbedita, cuando el sintagma en cuestión pasa a denominar la fiesta en sí bajo el dominio rabínico de la era de los Rishoním. Es más, la institucionalización del nombre se la debemos en concreto a r. Yitsjak Gayat, rabino nacido y crecido en Lucena, hoy en la provincia de Córdoba, y fallecido en la ciudad de mismo nombre en el año 1089 (tras ver con tristeza cómo la invasión del islamismo bereber acabó con los años de gloria hebrea en Al Andalus)

De todos modos, los orígenes de las instrucciones rabínicas para la celebración tienen su origen en el gran midrásh del Cantar de los Cantares. Del estudio de este texto sacaron los Rishoním en Sfarad el manual de comportamiento del día en cuestión. Y para sorpresa de muchos no estamos hablando de bailar en círculos con el Sefer Torá en brazos entonando apropiados poemas litúrgicos para acabar con un banquete festivo.

El servicio sinagogal de este día es más largo: todos los que acuden a la sinagoga, en especial, niños )menores de 13 años) tiene en esa jornada ocasión de subir a la tevá para leer un poco de Torá, lo cual obviamente alarga el culto. Además, una vez que leyeron los niños, sube el Jatán Ha´Torá, cuyo papel tiene un gran privilegio, pues será la voz que pone fin al ciclo de lecturas. Tras él, sube Jatán Be´Reshit, es decir, el que tendrá el privilegio de leer los primeros versículos de la primera parashá del ciclo anual. Por si fuera poco, en la mayoría de las comunidades sefardíes (es decir, excepto las occidentales) hay otro Jatán, el Jatán Ha´Mehuné, así llamado porque lee desde esa palabra en Deuteronomio , 33-27. en las comunidades de los Balcanes hay un cuarto Jatán, mientras que en el rito italiano sólo hay uno para todo porque sólo lee Be´reshit.

La haftará no es de Profeta alguno, sino que en está ocasión se lee El Libro de los Reyes I, capítulo 10, 22-24.

La celebración termina con las Hakafot ( 7 vueltas alrededor de la tevá) en las que todas las comunidades sacan tantos Sifrei Torá como tenga la congregación. Esta costumbre es del S XV. Los sefardíes, al terminar cada vuelta -en especial los de Marruecos- cantan un versículo de Hodú Le´A´, Agradeced a Adonay. Hay una segunda ronda de Hakafot al finalizar el día para acordarse de que es cuando hacen la primera ronda en la diaspora.