
ART SPIEGELMAN, IMPORTANTE NOMBRE DEL NOVENO ARTE -LA NOVELA GRÁFICA- RECOPILÓ TODAS LAS HISTORIETAS QUE DIBUJÓ DURANTE UNA DÉCADA PARA HABLAR DE LA HISTORIA DE SU PADRE EN EL HOLOCAUSTO. PREMIO PULITZER POR ELLO.
“Maus” rata (en alemán) Ese es el título de la recopilación de historietas gráficas que el artista estadounidense Art Spiegelman publicó en la revista de vanguardia -fanzine- “Rawl” entre los años 1980 y 1991. Y todo basado en hechos reales, pues cuenta la historia de su padre como superviviente del Holocausto nazi.
Art Spiegelman nació en Estocolmo, Suecia, en 1948. Allí, habían recalado -antes de emigrar a EE.UU- sus padres, judíos polacos, supervivientes de Auschwitz; habían perdido a su hijo primogénito: enviado con una tía para zafarse del nazismo, la tía y otros cuantos familiares cometieron un suicidio colectivo cuando supieron que serían deportados a campos de concentración.
La historia que cuenta Art Spiegelman no es ninguna idealización victimista, fabuladora o con objetivos programados por el arte utilitario: es la historia real de su padre, Vladek, hablando con su hijo de cuando vivía en Częstochowa, de su boda con su madre, Anja, quien al dar a luz sufre una crisis nerviosa, por lo que la pareja acude a un centro de salud mental en Checoslovaquia, al mismo tiempo que Vladek es reclutado para luchar contra los nazis, capturado y condenado a trabajos forzados con el resto de prisioneros ; luego escapa y posteriormente, en 1943, le trasladan, como al resto de judíos, al gueto de Srodula. Es entonces cuando envían al niño a casa de su tía.
En Srodula, los judíos son asesinados en las calles o deportados cada día a Auschwitz. Para escapar, lo que queda de la familia construye un búnker donde permanece hasta que los alemanes abandonan la ciudad, creyéndola vacía.
Vladek y Anja inician a partir de aquel momento un largo y peligroso camino huyendo de los nazis. Pero finalmente son capturados y llevados a Auschwitz. Vladek relata la miseria y las penuria en el campo, sus estrategias para evitar ser ejecutado y para comunicarse con su mujer.

Todas las ilustraciones de esta historia de paraliteratura son en blanco y negro; quizás más negro que blanco. Trazos agresivos y rápidos, que recuerdan esa tendencia artística tan judía que es el expresionismo. Todos los personajes sonantropomórficos. Spiegelman retrata a los judíos como ratones, a los nazis como gatos, a los polacos como cerdos, a los americanos como perros, a los suizos como ciervos, a los franceses como ranas y a los británicos como peces. Como una pérdida de identidad humana. Como una forma de alarmar sobre la deshumanización de tan oscura etapa de la historia europea.
El autor dio este miércoles una conferencia en el Museo Reina Sofía, coincidiendo con la primera exposición del centro de arte contemporáneo dedicada al cómic, concretamente a uno de sus pioneros, George Herriman, y su célebre tira Krazy Kat