
Breve apunto biográfico de uno de los más importantes judíos que hubo en Granada
Al empezar el nuevo milenio -tras la masacre de 1061- en Granada se construyó un arrabal en la margen izquierda del río Darro, que llamaron Granata Al Yehud, la Granada Judía. Y allí, en las laderas de Torres Bermejas (actual entrada al Realejo y San Matías) nacería un importante hombre de letras en lengua hebrea, poco conocido por los propios granadinos y mucho menos aún del resto de españoles, incluso si son judíos.
En el año de 1987, llegó a la ciudad de Granada un judío nacido en Lombardía, Italia, pero desde los años ´40 radicado muy felizmente en en México. Se llamaba Gutierre; había llegado a la ciudad de Granada para hablar con las autoridades municipales y conseguir de ellas que aceptaran la estatua que él regalaba a la ciudad: una estatua que recordara al insigne patriarca de la dinastía de los Tibónidas: Yehudá Ibn Tibón. El nombre del donante lo dice todo : Gutierre ben Tibón. La propuesta fue aceptada sin dilación y rápidamente se erigió en una calle granadina el monumento del antepasado de aquel señor que, además, es el mayor biógrafo de esa figura histórica tan relevante para el estudio de la lengua hebrea de los hispano-hebreos, que la usaban, al menos literariamente, mucho antes de Ben Yehuda. Y también el ayuntamiento de Granada le puso una calle a su nombre, en agradecimiento por rescatar la memoria de tan insigne granadino medieval.
Yehudá ib Tibón nació en el año de 1120, cuando los musulmanes del final del califato abandonan Elvira y se trasladan a una nueva urbe del nuevo reino zirí bajo dominio de los almorávides. Pero a los 30 años de edad, con la invasión cruenta e integrista de los almohades, abandonó la ciudad -como muchos otros judíos que ya no podían alli serlo- para comenzar un viaje siempre hacia el norte, un periplo que le haría pasar, primero, por Toledo y Zaragoza, para acabar residiendo en Lunel, en la Provenza, Francia, muriendo en Marsella en 1190. Tuvo tres hijos, un varón, Samuel, también dado a las letras -fue traductor del Moré Nebujím del Rambám- y dos chicas, que al parecer le dieron muchos problemas a la hora de los esponsales.
Puesto que en Francia desconocían entonces el árabe, fue allí donde empezó a traducir al hebreo a los grandes nombres de la Edad de Oro de Sfarad: de Ibn Pakuda tradujo «Las Obligaciones del Corazón», Jobot Ha´Levavot, cuyos últimos tratados ya los tradujo Kimji. También tradujo a Yehudá Ha´Leví, EL KUZARÍ . De Ibn Gabirol, Tikún midot ha Nefes, La Corrección de las Cualidades del Alma, o los libros de Gramática Hebrea de Ibn Yoná, las opiniones de Sadia Ha´Gaón, etc. Por eso es considerado el padre de la traductología en hebreo.
El granadino escribió también varias obras originales, como un tratado de gramática y retórica hebreas titulado «El secreto de la pureza de la lengua» , que por desgracia se ha perdido; pero por suerte, la Biblioteca Bodleiana de Oxford conserva su «Testamento ético» que escribió para su hijo Samuel, quien habría de continuar notablemente la labor de su progenitor.
A lo largo de su vida fue acumulando una biblioteca legendaria por su exquisitez y amplitud, de la que él mismo nos habla en una carta que le escribió a su hijo Samuel, que se carteaba con Ha´rambám, y que es conocida como el Testamento Etico:
He reunido una gran biblioteca para tu beneficio y para que nunca necesites pedir prestado un libro a nadie. Como tú mismo has visto, la mayoría de los estudiantes no dejan de buscar libros que no son capaces de encontrar…revisa tus libros hebreos cada mes, los libros árabes cada dos meses, los demás cada tres meses. Mantén tu biblioteca ordenada, para que no necesites buscar un libro. Prepara un listado de los libros de cada estante, y coloca cada libro en su estante correcto. Ten cuidado con las hojas sueltas y separadas de tus libros, porque contienen cosas importantes que yo mismo he recogido y anotado. No pierdas ningún escrito ni ninguna carta de lo que te dejo…cubre los estantes con hermosas cortinas, protégelos del agua del techo, de los ratones y de todo daño, porque son tu mayor tesoro.
Samuel morirá en Marsella en 1230, después de haber tenido una vida muy culta y muy viajera, pues visitaba Toledo y Barcelona, incluso Alejandría, donde estaba aún Ha´Rambám.
Guiterre Tibón, el de la estatua, nació en Milán en 1905, pero se radicó en México en 1949, y murió en Cuernavaca en 1998. Además de inventor de la máquina de escribir portátil, fue un gran estudioso. Su viuda y sus hijas continúan la labor de difundir y estudiar la figura intelectual de toda la dinastía de los tibónidas.