¿CÓMO LLEGARON LOS SEFARDÍES A MARRUECOS?

Evidentemente, en barco. ¿Pero cómo fue exactamente el viaje? ¿Era Marruecos su destino? ¿Qué se encontraron al llegar? La odisea de la diáspora sefardí desde el sur de la Península Ibérica.

Movimientos migratorios hispano-judíos al norte de Africa ha habido siempre; para muestras muy notables, por ejemplo,  en el S IX, con las revueltas cordobesas del califato, hubo migración masiva al norte de Africa; conocemos incluso casos privados, como el de  la familia del Rambám,  ya en el S XII, que al abandonar  la Península Ibérica, cuando Maimónides ni ha tenido su bar mitzvá, se radicó en  la ciudad de Fez; la judería sevillana en pleno, tras las matanzas de 1391, se asentó principalmente en  USHDA Y YERADA. Aquí nos vamos a referir sólo a los hispano-judíos expulsos en 1492.

La tierra ancestral de los bereberes -los imazigen- entra en la Historia (es decir, hay constancia escrita) en el S VI aec, con los fenicios ; después del mandato cartaginés, los propios imazigen se autogobernaron hasta el s I, con la llegada de los romanos. Luego, los vándalos, en el IV, y los bizantinos en el S VI. En el S VIII, llegaron los omeyas pero la dinastía idrisi  se separa de ellos y funda el estado de Marruecos. Bajo las dinastías almorávide y almohade Marruecos dominaron el Magreb y la España musulmana.  Y lo watasíes,   tribu de bereberes Zenatas, emparentados con los  benimerines. Los visires tomaron poco a poco el poder, hasta que el último sultán lo perdió completamente en 1465. Siguió un período caótico que duró hasta 1472: Marruecos se encontró dividido en dos, con una dinastía que surgía al sur, los saadíes, hasta 1658,  y al norte el sultanato watasí. Mientras tanto, aprovechando el caos, Portugal toma Tánger  y  Arcila en 1471. Y Castilla reconquista las últimas posesiones  musulmanas con la toma del reino de Granada.

Los hispano-judíos que optaron por la diáspora -y no por la conversión- salieron de la Península Ibérica por distintos puertos. Uno de ellos fue el Puerto de Santa María, en Cádiz, desde donde zarparon unas veinte naos a las que esperaba una auténtica odisea que bien pudo haber pasado a la epopeya.

Pedro Hdz Cabrón

Pedro Hernández Cabrón, pirata gaditano y mercenario -de quien parte el insulto tras las ignominias que vivió su familia- era el patrón de los barcos. Orán, en la costa mediterránea de lo que hoy es Argelia, donde estaban ya asentados los judíos de   MALLORCA tras lo de 1391, era el destino. El pasaje, los judíos de la cuenca del Guadalquivir y los manchegos de Ciudad Real.

Pero la singladura no fue fácil. Tres barcos naufragaron , dice Paloma Díez Mas en su libro  «Los Sefardíes» , a pesar de que el viaje se hizo en verano y las aguas mediterráneas no sufren tempestades en esa época. El resto dio la vuelta hasta el puerto de Cartagena, donde una gran parte del pasaje decidió convertirse para bajar a tierra y salvar la vida.

Andrés Bernáldez, cura e historiador fallecido a principios del S XVI, es quien más minuciosa crónica hizo de estos hispano- judíos.  Se regocijó en narrar sus penurias.  Sencillamente los odiaba hasta hablar así de los conversos:

«E comúnmente por la mayor parte eran gente logrera e de muchas artes e engaños, porque todos vivían de oficios holgados, e en comprar e vender no tenían conciencia para con los cristianos. Nunca quisieron tomar oficios de arar ni cavar, ni andar por los campos criando ganados, ni lo enseñavan a sus fijos; salvo oficios de poblado, e de estar asentados ganando de comer con poco trabajo»

Busto de Bernáldez en Sevilla

Bernáldez, abandonado al regusto del resarcimiento propio de su época y condición,  sin duda alguna exagera mucho  cuando dice que los judíos de los barcos de Pedro Cabrón eran ocho mil casas. Serían, si acaso, ocho mil personas, de todas las edades. Nunca se ha podido determinar de forma exacta el número de judíos que fueron expulsados de la Península Ibérica.

No obstante, son interesantes los datos  de Bernaldez  ,que nos cuentan que  los judíos, en un principio,  no querían ir a Fez  y  que es el propio Cabrón el que decide cambiar el rumbo y en vez de navegar al levante argelino lo hace a poniente, hacia la costa atlántica del continente africano (que el pirata conoce bien porque fundó pueblos incluso en las Islas Canarias)

El texto en cuestión, prosigue en estos términos:

 

«El corsario se aseguró, é volvió el Rabí a la flota y al capitán Pero
Cabrón. En tanto anocheció, é habido su consejo, dieron la vuelta para
Arcilla, é ovieron fortuna, é fueron los diez y siete navios a parar al puerto
de Cartajena, donde salieron ciento y cinqüenta ánimas demandando bastimento, é se lo dieron, é se volvieron en Castilla hechos christianos; é
dende la flota volvió á Málaga, donde asimismo demandaron baptismo
quatrocientas personas, hombres y mujeres, é los sacaron de los navios
e fueron baptizados, é se volvieron en Castilla; todos los otros llevaron
fasta Arcilla é allí los echaron á tierra, é dende se fueron a Fez» «.

Arcila/ Asilah

Sí, se fueron a Fez desde Arcila, donde gobernaba el portugués intransigente y  no quisieron estar; pero no fueron a Fez porque quisieran,  sino por querer  llegar a pie a Orán. Nunca llegaron. Por el camino fueron asaltados por bandas de salteadores de caminos, dice Paloma Díez Mas, y que cuando  la mitad de los partidos – unos cuatro mil seres- consiguieron llegar a Fez se encontraron con hacinamiento, epidemias y hasta un devastador incendio que asoló la judería en 1493. Lo cuenta la crónica de Avner Ha´Tsarfatí, que si bien no fue testigo, maneja datos de la época.

Los judíos de Fez se llamaban a sí mismos toshabím (en hebreo, residentes) y a los nuevos judíos de Fez, castellanos, aljamíes y hasta persas, por no hablar árabe. Pero el término más usado era el de megurashím, expulsos. Con el tiempo, quedan divididas dos grandes comunidades: la arabófona y berberófona,  y la judeo-española, que se desplaza al norte , a Alcazarquivir y tetuán en 1530 por intervención del rabino de Fez, Jaím Bibás. (no confundir con el actual político israelí)

Sigamos leyendo la crónica de Bernaldez, cortesía de Enrique Gozalves Cabrioto, Doctor en Historia Antigua por la Universidadde Granada  y Profesor Titular de Historia Antigua de la Universidad de Castilla-LaMancha.:

«fueron á desembarcar en Arcilla, é de allí los llevaron por sus conciertos en guarda ciertas capitanías de moros, por sus dineros á Fez, por
mandado al Rey de Fez, donde en el viaje eran robados por diversas
maneras, é les tomaban las mozas, é las mujeres, é los lios de la hacienda, é echábanse con las mujeres á la vista de sus padres é de sus
maridos, faciéndoles mil plagas é mil desventuras; de manera que también
los que estaban en Fez, puesto caso que también allá había muchos
judíos moriscos, también eran muy mal tratados, y estaban desesperados;
y sabido esto por los que iban, unos y otros no facían sino desembarcar,
y estarse en el campo allí en Arcilla, como quien está en feria, donde se
allegó un gran real de gente; é estando allí aquella muchedumbre, habían
su consejo, é muchos se venían á la villa y se hacian baptizar; e muchos
se volvían a Fez, viendo la mala andanza de allá, de donde los del real
sabían como los trataban. Allí, habido su acuerdo, se ficieron dos partes,
la una se fue su vía por el reino de Fez, la otra demandaron al Conde
de Borva, que estaba por Capitán general en Arcilla, que por amor de
Jesuchristo, en el qual ellos creían, que los ficiese baptizar, é los ficiese
volver á España; el qual los recibió é fizo mucha caridad; y los clérigos
los baptizaban echándoles agua con un hisopo por encima, que eran
muchos, lo qual después acá supimos los curas y los clérigos por donde
vinieron, los quales despedidos de Arcilla por todo el año de 1493, desque
comenzaron á dar vuelta á Castilla, fasta el año 1496, no cesaron  de pasar de allende acá en Castilla, á volverse ^hristianos. Aquí en este lug^
de los Palacios, aportaron cien ánimas, que yo baptize, en que había
algunos Rabíes»

Salomon Ibn Verga cuenta , dice Gozalves,  peor fue para los que desembarcaron en Salé y Larache:

Estos últimos porque después participarían en las desgrac^s del camino
hacia Fez. Los de Salé porque ya tuvieron que padecer
excesos y violaciones en el mismo barco. Salomón de Terrutiell
indica que en el barco los sefarditas «sufrieron muchas penalidades de
parte de los incircuncisos Tomás y Julián, quienes se apoderaron de las
hijas de Israel y afligieron a los hombres ejecutando en ellos grandes e
inauditas abominaciones e injurias.

De todo ello se desprende que es el mismo rey de Fez quien ordena que todos estos judíos castellanos se reunifiquen en Fez para que no sigan sufriendo .

Judería de Fez , hoy