EL ENCUBIERTO DE VALENCIA

La increíble historia del judeo-converso que se hizo pasar por el nieto de los Reyes Católicos.


El 19 de mayo de 1522, en la localidad de Burjassot,  hoy al noroeste del área metropolitana de Valencia, era cosido a puñaladas Enrique Manrique de Ribera, alias El Encubierto. ¿Pero quién era este señor? ¿Por qué ese mote? ¿ qué hizo para morir de esa manera?

Desde 1516, junto a su madre Juana La Loca, reinaba en España, en Italia y en Germania,  el nieto de los Reyes Católicos, el emperador Carlos I de España y V de Alemania. Su reinado no era fácil, pues tenía frentes abiertos por todas partes; en el exterior, el acoso de los otomanos, las injerencias de El Vaticano, los entuertos con Francia y con Inglaterra, los territorios de ultramar…Y en la Península Ibérica, con la merma de impuestos derivada de la expulsión de los judíos,  las revueltas de los comuneros en Castilla y, en  1520,  la extensa corona de Aragón -reinos de Valencia y de Mallorca-  la de las germanías.

Germanía no es un término que haga referencia a Alemania. Se trata de una palabra  valenciana “germà” (iermá) que traduce por “hermano” , es decir, que las germanías eran fratrías, asociaciones de hermandad, en este caso del gremio de artesanos, que habían recibido el privilegio real de Fernando el católico par constituirse en milicias contra los intermitentes ataques de las tropas berberiscas. Esta a su frente, Joan LLorenç. Cuando se desató en Valencia una epidemia de peste, los nobles abandonan la región y se pide disolver las germanías. Pero lejos de disolverse se convierten un una fuerza opositora y radical contra la nobleza huida, liderados por un vendedor de terciopelo, Vicente Peris. Como los mudéjares trabajaban para los nobles, las germanías asaltaron la morería de Valencia y la destruyeron. El virrey de Valencia, Diego Hurtado de Mendoza, tuvo que refugiarse en Denia. Las tropas reales acaban por ejecutar a Vicente Peris y las germanías quedan restringidas a las localidades de Játiva y Alcira, al sur de Valencia.

Batalla de Gandía

Hacia 1520 llegó al Reino de Valencia un judeo-converso castellano  de unos 25 años llamado Enrique Manrique de Ribera. Primero se puso a vivir como ermitaño en la huerta valenciana, y luego, vestido de manera extraña y con aires de marinero, llegó a Játiva para unirse a los rebeldes de las germanías. Tras la ejecución de Peris se presentó en la plaza de Játiva el 10 de marzo de 1522 para dar un discurso en el que proclamaba venganza por la ejecución perpetrada por el Marqués de Zenete, es decir, Diego Hurtado de Mendoza. Se convirtió así en el sucesor del líder de los revolucionarios.

El 21 de marzo del mismo año, este judeo-converso castellano, en la misma plaza de Játiva anunció que se proponía la remoción del emperador Carlos I …porque el rey era él mismo, ya que decía ser hijo del primogénito de los reyes católicos, el infante D Juan y Margarita de Flandes.  Y por eso era el Rey Encubierto. Según él, cuando su madre fue embarazada y luego viuda,  quedó bajo la tutela del cardenal Mendoza, quien  mintió cuando ella le dio a luz  divulgando  que se trataba de una niña  muerta  poco después del parto  y así hacer que  el trono recayera en el archiduque Felipe El Hermoso.  El fue criado, decía,  por una pastora en Gibraltar.

S XIV? La historia es de principios del XVI

La verdad era que este judeo-converso ni siquiera era castellano, sino andaluz, y llegó a Valencia porque era amigo de Juan de Bilbao, a cuyos hijos había atendido en un viaje a ORÁN, Argelia, en 1512. Allí  todos vivieron juntos durante cuatro años. Se separaron por un entuerto de posible adulterio dentro de la misma casa; luego pasó a ser despensero de cierto regidor al cual también sustrajo la esposa, por lo cual fue condenado a cien azotes (aunque esto lo contó él sobre sí mismo, por lo cual hay que dudar de su veracidad, que no de su verosimilitud)

El 18 de mayo de 1522 dos de sus seguidores, debidamente sobornados por el Virrey, le cosieron a puñaladas en Burjassot y se llevaron su cuerpo a la capital levantina, donde se le cortó la cabeza para exhibirla como trofeo para que después la Inquisición le condenara a la hoguera post mortem por hereje.

En foto principal, la Plaza de La Seo de Játiva, donde el Encubierto daba sus discursos, frente al hospital de LUIS ALCAÑIZ, EL GRAN MÉDICO QUE ARDIÓ EN LA HOGUERA