EN BUSCA DEL HORNO JUDÍO DE ALCIRA

El consistorio de la localidad valenciana de Alcira y un equipo de arqueólogos buscan un horno judío que se fundó en el S XIII.


Alzira -la Algezira medieval-  en la comarca de La Ribera ,  fue desde su capitulación a Jaime I, la llave de paso entre el noret y el sur del río Júcar en el Reino de Valencia;  por eso la llave que figura en su escudo. Desde ese momento, el Rey la hizo Villa Real por la importancia del enclave en los momentos conflictivos.

Murallas de Alcira

Desaparecida esta judería  tras los cruentos eventos de 1391 -como tantas otras en la Península Ibérica- la judería se encontraba en el centro de la villa, en el arrabal de S Agustín, en una isla en medio del Júcar, y que no era sino unas cuantas calles en torno a la sinagoga, junto a las murallas. Una prueba documental que se tiene es de un asalto -aunque el archivo municipal ardió en el ´36-  a la casa de un judío llamado Deuslovol en el año de 1371: entraron a robarle y matarle pero quien murió fue el lugarteniente de justicia social que acudió a salvarlo. El documento que conocemos es el decreto real de Pedro IV pidiendo la captura de los delincuentes y asesinos.

Aun a falta de documentación y aunque la judería fuera pequeña -su contribución de impuestos es pequeña en comparación a otras- Antoni Furió, uno de los grandes investigadores del asunto,  sí da con nombres de judíos alcireños , en especial de aquellos que se dedicaban al negocio del préstamo, pero también familias notables, como el alcalde de Alcira y Sollana Abemvives, de donde descendía el gran intelectual valenciano Luis Vives.

Por otro lado, en  El Llibre del Repartiment de Valencia , registro del siglo XIII donde los escribas del rey Jaime I de Aragón anotaban las promesas de donación de propiedades cuando se terminara la conquista de Valencia, consta que al alfquí real, Shlomo, se le hace donación  el ocho de junio de 1242, dos jovades de tierra (la jovada era una medida equivalente a 11,36 ha.) Año y medio después , otro judío, Ben Ajaquem ben Rabi Itzjak, recibía otra tierra.

De los procesos notariales consta el nombre de un rabino de Alcira, Samuel Arrama,  que ejerció entre 1369  y  1377. Pero en una responsa de rabí Isaac Ben Seset Perfet se cita a otros tres , Isacc Kofé, Yosef Boclares e Isaac Bahalull.

En el año de 1264 consta que un judío llamado Moshé tenía un obrador de pan. Y este horno está en el punto de mira de todos los alcireños actuales, empezando por el alcalde, que expropió unas viviendas en ruina  en la calle Chulvi, siendo esta la zona donde las investigaciones sitúan el arco de entrada a la judería …y el edificio que hasta 1995 albergaba dicho horno. Por lo que se han tomado todas las precauciones posibles, aunque el plan especial de protección del centro histórico de Alzira ya incluye este inmueble bajo el concepto «horno medieval» en la denominada Área de Vigilancia Arqueológica Especial. Por otra parte, ante la propuesta de demolición parcial de este conjunto de casas de la calle Chulvi -la normativa obliga a respetar las fachadas-, el arqueólogo municipal, Agustín Ferrer, ya elevó un informe en febrero de 2015 que alertaba de la necesidad de actuar con especial cuidado en el número 2 con el objetivo de constatar y, en su caso, proteger, este horno como elemento de interés arqueológico y etnológico. Aunque obviametne el horno entre el S XIII y el XX sufriera necesarias transformaciones.

El ayuntamiento alcirense  ha recurrido a fondos del Patrimonio Municipal del Suelo (PMS) para acometer el derribo de los inmuebles en ruina.  La asociación Gaspar Dies para la defensa del patrimonio histórico de la Ribera fueron quienes avisaron hace unos  días  de que los patios de estas viviendas pudieron conformar en su día un estrecho callejón o «adzucat»  en el que el investigador local Norbert Blasco sitúa el  arco medieval de piedra que recordaba haber visto en el patio del horno.

Dicen que la judería nunca estuvo muy habitada, que las propiedades existían pero sus dueños vivían en realidad en la cercana judería de Valencia. Al menos hasta el mediodía del lunes  6 de junio de 1391, en que la expansión de los tumultos antisemitas de Sevilla llegaron al reino de Valencia matando a dos centenares de judíos y logrando , por un lado, convertir a muchos, y por otro, hacerles huir a la judería de Sagunto.

Los orígenes de la Cofradía del Santísimo Ecce Homo de Alzira – así lo dicen estos cofrades  hablando de sí mismos-  están estrechamente vinculados a la Capilla de la Sangre, un espacio religioso en las inmediaciones de la Judería, cercano a la antigua sinagoga, que fue sede de la Cofradía  (…)