LA BENDICIÓN DE LA LUNA

 Cada Primero de Mes, Rosh Jodesh, con el novilunio, el judaísmo renueva un ciclo cuyo ritmo anual nos permite saber cuándo celebrar las fiestas en las fechas en que nos dice La Torá.

La bendición de la luna recibe dos nombres en hebreo: kidush ha´levaná , קידוש לבנה, santificación de La Blanca, si rito askenazí, o birkat ha´levaná, ברכת הלבנה, bendición de La Blanca, si es sfaradí.

Además de la denominación , hay diferentes opiniones sobre el momento de bendecirla.

Según Ha´Rambám, se hace en Rosh Jodesh (principios de mes) Askenazíes no jasídicos y judíos de Marruecos y Georgia prefieren hacerlo tres días después de Rosh Jodesh. Los kabalistas, por su parte,  e incluso algunos sefardíes, dejan pasar siete días desde Rosh Jodesh. Es decir, hay tres formas de abordar el cuándo se hace.

El Talmud (Sanhedrín 42a)  dice : “Quienquiera que recite la bendición sobre la Luna Nueva en su tiempo apropiado, da la bienvenida, como si fuera, a la Shjiná (Presencia Divina)”.

Por tanto,  requiere  pronunciarse de pie, en momento de júbilo, en público  y vistiendo ropa elegante, como si la persona saliera al encuentro de un Rey.

Muchos lo hacen en el motzei Shabat de esa semana. Y las mujeres , exentas. (En Rosh jodesh están incluso exentas de las labores de la casa)

En el mes de Tishrei, es costumbre recitarla al final de  Yom Kippur, cuando la persona está feliz después de la remisión de sus pecados, pero hay quienes dicen lo hacen antes de Yom Kipur . En el mes de Av, es costumbre bendecirla en la noche de Tisha B’Av, porque el duelo anterior al ayuno no es adecuado para recitar la bendición. Hay quienes también observan el mes de Tevet, en la noche del décimo de Tevet. en Siván, el último día de Shavuot.

Para no incurrir en idolatría, se procede de la siguiente manera: primero se mira la Luna, luego se juntan los pies y entonces se empieza a rezar sin volver a mirar la luna, pues se reza a quien la creó, no a la criatura.

Sólo se dice Birkat Halevaná frente a una luna completamente despejada sin que la nube más fina nieble su claridad. No se empieza Birkat Halevaná en el momento en que una nube está a punto de cubrir la luna, pero si después de haber empezado la bendición la luna desaparece, no se interrumpe.

Aunque en principio pudiera parecer que esta bendición es para solicitar que el nuevo mes nos sea propicio -que también, pues por ejemplo en Shulján Aruj se dice que es protección ante muerte súbita- lo que realmente se hace es bendecir la posibilidad de tener una forma que permite dilucidar por observación de la naturaleza el tiempo en que se celebran las fiestas mayores, y por extensión, las demás, incluido Shabat.  Esa determinación correspondía al Sanedrín, que era quien lo anunciaba públicamente hasta el S IV d.e.c. En ese momento nace el calendario de Hillel II, que es el que estará en vigor hasta que venga el Mesías, pues su venida implica la rehabilitación del Sanedrín.

 

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