LA SINAGOGA DE LOS JUDÍOS DE SALÓNICA

El epicentro de los salonicenses en Tel Aviv – paralelo al de Jaifa-  levantado con muchos esfuerzos privados de sus miembros, sin ayudas de nadie.

EL GRAN INCENDIO DE TESALÓNICA ,en plena Primera Guerra Mundial y sin haber acabado las Gueras Balcánicas, significó para la comunidad judía de la ciudad un punto de inflexión: además de la pérdida de las instituciones y sus contenidos,  se habían quedado sin casa miles de judíos, que fueron confinados en el campo de Campbell. Además, con la reorganización derivada de la caída del Imperio Otomano, muchos griegos en la Península de Anatolia fueron expulsados de la recién nacida Turquía  y eso conllevó en Salónica un crecimiento del fascismo y el antisemitismo que desembocaron en  EL POGROMO DE CAMPBELL.

Ante semejante panorama,  muchos  judíos de Salónica decidieron  emigrar a Francia, Estados Unidos y , a principios de los años ´30, en número de unos diez mil, a Israel. Estos judíos pre-estatales,  de origen griego y sefardí , en su mayoría trabajadores del puerto de Salónica,   fueron  los responsables del desarrollo de los  puertos  de Jaifa y  Tel Aviv. En esta  ciudad se asentaron principalmente en los barrios de  FLORENTIN  y Shapira, al sur de la ciudad, donde Tel Aviv  ya es casi Yafo y donde Yafo pierde su nombre.

Pronto tuvieron necesidad de un oratorio. Lo formaron en una chabola de alquiler a la que llamaban Beit Tfilá, La casa de oración. Luego el lugar fue conocido como la Sinagoga de los Comunistas porque sus ideas de igualdad prohibían la venta de mitzvot -como pagar al rabino para subir a La Torá, etc.

El primer Sefer Torá fue una donación. La comunidad era tan pobre que no había ni sillas y cada cual tenía que llevarse una de su propia casa.

Al acabar la Segunda Guerra Mundial , los que pudieron sobrevivir a esa barbarie también fueron llegando a Shapira, muchas veces para subsistir sin ayudas estatales. Con ayuda económica de judíos tesalonicenses del extranjero, pudieron adquirir en 1958  el edificio de piedra de hoy. Fue entonces cuando se cambió el nombre a Sinagoga en memoria de los judíos de Salónica. El proyecto arquitectónico estuvo a cargo de Moshé Bensusán. Para 1961 obtuvieron su licencia del ministerio de asuntos religiosos.